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La postración de los propiciadores

todos los presidentes de parroquias:

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El reverendo August Hammacher a sus amados hermanos en Cristo, miembros de la Auténtica Iglesia de la Doctrina de la Propiciación, este mensaje del Templo Centraclass="underline" Saludos y bendiciones. Que sean avisados que hemos comunicado al Anciano Davey Strafford de la Primera iglesia de los Esperadores de la Redención que desde esta fecha ya no nos consideramos en comunión con su iglesia, con motivo de irremediables diferencias doctrinales. Ahora está prohibido a los miembros de la Auténtica Iglesia participar en el rito de los Esperadores, aunque continuaremos recordando a los Esperadores en nuestras oraciones y luchando para su salvación como si fuera nuestra propia gente.

El cisma entre nosotros y los Esperadores que ha estado en desarrollo durante más de una semana, surge de un desacuerdo fundamental en cuanto a la naturaleza de la Señal. Es, por supuesto, nuestra creencia, reforzada mucho por los acontecimientos de los días recientes, que la Señal predice una venidera realineación en el cielo, los probables beneficiarios de la cual serán las Fuerzas Diabólicas. En la expectación del establecimiento inminente de los Poderes Tenebrosos en la Tierra, nosotros, por lo tanto, dirigimos nuestro más humilde homenaje a Satanás, la Segunda Encarnación de Cristo, esperando que cuando Él venga entre nosotros tome conocimiento de nuestra reverencia y nos perdone del holocausto último. Ahora, los Esperadores mantienen lo que es esencialmente una posición agnóstica, al decir que no podemos saber si la Señal procede de Dios o de Satanás, y que hasta una revelación más, debemos seguir rezando como antes al Padre y al Hijo, para que quizá por nuestras súplicas podamos parar enteramente el adviento de Satanás. Hay un punto de parentesco superficial entre sus ideas y las nuestras, el cual es una renuencia a compartir la confianza de Tomás el Proclamador por un lado, y de los Discernidores por el otro, en que la Señal es la obra de Dios. Pero se puede ver que existe un conflicto básico de doctrina entre nosotros y los Esperadores porque ellos se niegan a comprender nuestras enseñanzas en cuanto a la benevolencia potencial de Satanás, y se aferran a una actitud que Él puede considerar peligrosamente ofensiva. Mal dispuestos a comprometerse al fin con un partido o con el otro, esperan seguir un cauteloso curso moderado sin darse cuenta de que, cuando el Tenebroso venga, castigará a todos los que no quisieron aceptar el sentido propio de la revelación del 6 de junio. Hemos esperado inclinar a los Esperadores hacia nuestra posición, pero su actitud se ha vuelto cada vez más insultante al tiempo que revelamos sus incongruencias doctrinales, y ahora no tenemos otra alternativa salvo pronunciarles excomulgados. Porque ¿qué dice la Revelación? «Conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente: ¡Ojalá fueses frío o caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.» No podemos correr el riesgo de ser contaminados por estos tibios Esperadores que no doblarán la rodilla al Tenebroso, aunque admiten la posibilidad (pero no la inevitabilidad) de Su Adviento. Sin embargo, amados amigos en Cristo, estoy feliz al revelar que hoy día hemos establecido comunión preliminar con la Iglesia Unida Demonólatra Apocalíptica de Pentecostés de los Estados Unidos, cuya oficina central está en Los Ángeles, California. No hace falta que recapitule sobre los profundos abismos doctrinales que nos separan de las sectas apocalipsistas en general, pero aunque aborrecemos ciertas enseñanzas incluso de esta facción demonólatra, reconocemos grandes áreas de creencia común que nos vinculan, y esperamos separar por completo, con el tiempo, a los Apocalipsistas Unidos Demonólatras de sus errores. Esto no se debe interpretar, de ninguna manera, como una autorización actual para que los comulgantes de la Auténtica Iglesia de la Doctrina de la Propiciación tomen parte en las actividades apocalipsistas, aún las que no son destructivas, pero sí quiero avisarles de la posibilidad de una relación más profunda con, por lo menos, un grupo apocalipsista, mientras rompemos nuestra unión con los Esperadores. Todos nosotros, los del Templo Central, les enviamos a todos ustedes nuestro amor. Nos postramos humildemente ante el Tenebroso cuyo triunfo está predestinado. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de El Que Viene. Amén.

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La marcha al mar

Fue la cosa más aterradora que ocurriera jamás. Como un ejército de invasión, cayó sobre nosotros. Como una plaga de langostas. Vinieron como las langostas sobre la tierra de Egipto cuando Moisés extendió la mano. Lo cuenta en Éxodo X, 15: Y cubrió la faz de todo el país y oscurecióse la tierra: y consumió toda la yerba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo, que no quedó cosa verde en árboles ni en yerba del campo por toda la tierra de Egipto. Como una pesadilla. Lucy y yo éramos los egipcios y toda la gente de Tomás eran las langostas.

Lucy quería estar en medio de eso desde el principio. Para ella, Tomás era como un santo profeta de Dios desde el momento en el que empezó a predicar, aunque yo traté de decirle ya entonces que era un charlatán y un loco peligroso con antecedentes criminales. Mírale la cara, le dije, ¡mira esos ojos! Para qué me sirvió. Tenía un álbum de recortes de él como si él fuera una estrella de cine y ella una chica de quince en vez de una mujer de setenta y cuatro. Fotos suyas, textos de todos sus discursos. Se enfadaba conmigo cuando le llamaba loco o sin escrúpulos: tuvimos la peor pelea que hemos tenido quizá en treinta años cuando ella quería mandarle 500 dólares para ayudarle a pagar sus gastos de televisión y yo se lo negué absolutamente. Después del Día de la Señal, naturalmente llegó a considerar que él ocupaba un sitio allá arriba en la misma categoría exaltada de Moisés, Elias y Juan Bautista, una de las verdaderas voces ungidas del Señor, ysupongo que yo empezaba a pensar en él de esa manera también, a mi pesar. Aunque no me gustaba ni tenía confianza en él, percibía que él tenía un poder especial. Cuando todo el mundo rezaba pidiendo la Señal yo recé también, no tanto porque pensara que iba a pasar, sino sólo para evitar líos con Lucy, pero sí recé de todo corazón, y cuando la Tierra dejó de girar tuve escalofríos y me dio un sobresalto tal que pensé que quizá fuera una embolia. Así que le pedí perdón a Lucy por todas las cosas que había dicho de Tomás. Todavía sospechaba que era un loco y un charlatán, pero no podía negar que también tenía algo del santo y del profeta. Supongo que es posible que un hombre sea santo y charlatán al mismo tiempo. Todo es posible. Entiendo que una de estas nuevas religiones está diciendo que Satanás es realmente una encarnación de Jesús, o el cuarto miembro de la Trinidad o algo semejante. Honradamente.

Pues, entonces, todos los motines y los incendios empezaron cuando vino el calor y parecía que el mundo se volvía loco, y las cosas estaban peores y no mejores después de que Dios nos había dado Su Señal, y Tomás proclamó este Día de la Rededicación, todo el mundo al mar a lavarse de sus pecados, una verdadera reunión de antaño, renovadora por inmersión total, en la que nos juntaríamos todos y denunciaríamos los nuevos cultos y pondríamos las cosas en buen camino otra vez.