AMIL.- Importante funcionario administrativo, con poder para recaudar impuestos.
ARIF.- Capitán, jefe de una tropa de cuarenta a cien hombres.
ARMARIUS.- Bibliotecario de un monasterio. En el siglo XI no era todavía un cargo muy importante. Las bibliotecas de los monasterios de aquella época no tenían más que unas docenas de libros, a lo sumo dos o tres centenares (el gran monasterio de Cluny poseía sesenta y cuatro volúmenes en 1042-1043, y setenta y cinco en 1158-1161), incomparablemente menos que las grandes bibliotecas públicas y privadas de Andalucía. Por lo general, al comenzar la cuaresma cada monje recibía un libro, que debía estudiar durante los siguientes doce meses.
ASKARI.- Soldado de a pie, montado a caballo.
AS-SAUT.- Látigo.
AS-SAYIDA AL-KUBRA.- La gran señora. Titulo honorífico que lleva la esposa principal de un príncipe.
BAWARIH.- Viento del desierto que, hacia el 15 de mayo, señala el inicio de la época de calor en el sur de España.
CABALGADA.- Expedición armada a caballo hacia, los territorios moros. Durante siglos, ocupación predilecta de los nobles españoles y de numerosos aventureros. Entre los moros, esta práctica recibía el nombre de razzia.
CAPCIARIUS SACRISTA.- Sacristán y tesorero de un monasterio, encargado de la iglesia y de los objetos de culto, así como del tesoro, compuesto principalmente de ornamentos para el altar y de objetos de culto realizados con valiosos materiales, como vestiduras sagradas de seda y cálices, candelabros y relicarios de oro.
CLAUSTRUM.- Recinto interior del monasterio, donde sólo podían entrar los monjes, y consistía en la sala del cabildo, el refectorium (comedor) y el dormitorium (un dormitorio o bien la sección de celdas).
CONDESTABLE.- (del latín comes stabuli) Término usual en francés (connétable) e inglés (constable) para designar a un sirviente de alto rango, originariamente el caballerizo. En la novela se llama así al maestro armero de un príncipe, encargado del arsenal y de la moral del cuerpo de guardia de su señor.
CONGREGACIÓN PALESTINA.- La judería de la Edad Media estaba dividida en varias confesiones. Los «rabinistas» se apoyaban en las normas de la doctrina y en la Tora (las sagradas escrituras), así como también en el Talmud (la exégesis de las escrituras). Los «qaranistas» sólo daban valor a la Tora, no permitiendo ninguna exégesis. Junto a éstas, había muchas pequeñas sectas, como los «samaritanos», entre otros. Los rabinistas, a su vez, estaban divididos en una congregación babilónica y una congregación palestina. La primera seguía el Talmud babilónico, originario del país de los dos ríos, mientras que los segundos seguían el Talmud palestino, procedente de Jerusalén. Los judíos andaluces eran en su mayor parte rabinistas de la congregación babilónica, que pasaba por ser más conservadora que la palestina.
DABIQI, LINO DE.- En la Edad Media, la ropa no sólo era un importante símbolo de posición social (los príncipes orientales recompensaban los méritos especiales de sus súbditos obsequiándoles con ropajes de honor), sino también una inversión. De acuerdo con esto, se buscaba un gran lujo en el vestir. En las zonas dominadas por los musulmanes, los pobres vestían lana en invierno y algodón en verano; los ricos, seda y lino. El lino más delicado, ligero como una pluma y transparente, procedía de Dabiq y Tinnis, dos ciudades del delta del Nilo, de las que hoy ya no se conoce siquiera la situación exacta. Este lino se utilizaba, sobre todo, en fajas para la cabeza y ropa interior.
DINAR / DIRHEM.- Unidad monetaria de los países musulmanes. El dinar era una moneda de oro de 4,23 gramos de peso nominal. Los dinares de valor entero (es decir, aquellos cuyo contenido en oro superaba en una cantidad determinada el peso nominal) eran llamados «mithqal». Los españoles, que en el siglo XI apenas acuñaban monedas propias, empleando las de los árabes, hablaban de «meticales». Al dinar de valor inferior lo llamaban «mancuso», pues en este caso no podían emplear la palabra árabe; en la vecina Francia se llamaba «denario» (del latín denarius, francés denier) a la moneda de céntimo de uso corriente en toda Europa. Estos denarios también circulaban en España. Eran monedas de plata de 1,25 gramos de peso aproximadamente. Doscientos cuarenta denarios formaban una libra. Los denarios de plata europeos solían ser tan malos (muy poco peso, muy poco contenido en plata), que los cambistas árabes sólo los aceptaban con grandes descuentos. También el dirhem, la moneda de plata árabe, tenía diversos pesos y contenidos en plata. Por lo general, cuarenta dirhems hacían un dinar. La paga de un día ascendía a dos o tres dirhems. Los ingresos anuales de un pequeño artesano eran de unos veinticinco dinares. Una esclava corriente para las tareas de la casa costaba veinte dinares; una casita pequeña en la ciudad, cincuenta dinares.
DJARIA (pl. DJAWARI).- Esclava que hacía de concubina.
EMIR.- Caudillo de una tribu, vasallo prominente de un príncipe, equivalente a los conceptos europeos de duque o conde.
FAKIH (pl. FUKAHA).- Jurista.
FUNDUQ.- Posada para comerciantes extranjeros con establos y almacenes en la planta baja y habitaciones en la primera planta.
FUTA.- Prenda que se vestía en los baños.
GAON (hebreo).- El director de una academia talmúdica judía.
GHILALA.- Prenda interior. Las mujeres distinguidas llevaban ropa interior del más fino lino transparente.
GHULAM.- Mozo, criado.
HADJIB.- En Andalucía, el principal funcionario de Estado de un príncipe. Originariamente, el camarero mayor, que decidía a quién debía conceder audiencia el príncipe.
HAFIZ.- Musulmán piadoso, que se sabe de memoria el Qur'an (Corán).
HAKIM.- Erudito seglar, doctor de las ciencias, médico ilustrado.
HALWA.- Nicho o habitación separada en los establecimientos de baños, donde el cliente podía descansar o, en bañeras privadas, entregarse a otros placeres.
HAMMAMI.- Bañero.
HARÉN.- Parte cerrada de la casa, a la que sólo podían entrar las mujeres e hijos del dueño y las mujeres de sus vasallos.
HAVER.- Jurista. Máximo nivel de erudición entre los judíos. A finales del siglo XI, en Fustat (El Cairo antiguo) había, entre los 3.500 habitantes judíos, veintinueve de estos «Hijos de la Tora», que estaban capacitados para ejercer de jueces y rabis, y a quienes parte de la comunidad daba una paga fija para que pudieran continuar sus estudios con tranquilidad.
HAZZAN.- (hebreo) Cantor.
HIDALGO.- Mercenario de caballería español.
HIDJAZ.- Región montañosa de Arabia, a lo largo de la costa del mar Rojo.
HULLA.- Traje de fiesta. De este término proviene nuestra palabra «gala».
HYDROPS ANASARCA / HYDROPS ASCITES.- Los antiguos médicos sabían que los pacientes ancianos frecuentemente mostraban una acumulación de líquido tisular en las piernas y, como consecuencia, también en las partes superiores del cuerpo, la cual venía acompañada de una aguda insuficiencia cardíaca; pero no veían ninguna relación causal entre lo uno y lo otro, y por ello llamaron a la enfermedad hidropesía (hydrops). Según el médico romano Galeno, debían diferenciarse varios tipos de hidropesía: la hydrops ascites atacaba sólo las piernas; la hydrops anasarca, todo el cuerpo.
IMAM.- Jefe religioso musulmán.
INFANZÓN.- Caballero feudal español de la baja nobleza.
INFIRMARIUS.- Director del hospital de un monasterio.
JUBBA.- Túnica con mangas, para hombres y mujeres.
KAHRAMAN.- Camarero mayor, mayordomo.
KARAVANSARAI.- Lonja, gran edificio con patios interiores, en el que los comerciantes extranjeros podían alojarse, almacenar su mercadería y ponerla a la venta.
KATIB.- Secretario, funcionario.
KATIB AZ-ZIMAM.- Director de las autoridades financieras.
KHÁDIM / KHASI.- Criado o funcionario de la corte castrado. Los eunucos de las cortes principescas orientales y andaluzas no sólo tenían como tarea vigilar y servir a las mujeres del harén del príncipe, sino que ocupaban cargos elevados en la corte y la administración. Muchos alcanzaban posiciones de gran influencia. Los soberanos preferían eunucos en los puestos de confianza, porque los esclavos castrados, que no tenían detrás a ningún clan familiar, dependían únicamente del favor de su señor, y porque la fortuna que acumulaban en el cargo volvía íntegra a su señor cuando morían. (Por la misma razón, los príncipes occidentales cubrían muchas veces los altos puestos administrativos con sacerdotes, que habían hecho votos de celibato.) Por lo regular, los funcionarios de palacio eran esclavos de raza blanca; en Andalucía, dichos esclavos procedían mayoritariamente del este de Europa (la palabra esclavo proviene de «eslavo»). Los esclavos de palacio solían ser negros. La castración se realizaba antes de la pubertad. A los jóvenes negros se les extirpaban completamente los genitales, mientras que a los esclavos blancos, por lo general, bastaba con hacerlos estériles. La operación, que en muchos casos acarreaba la muerte, era realizada por médicos cristianos. Judíos y musulmanes tenían prohibido efectuarla. La costumbre la trajeron los árabes de Bizancio.