– Estos son los documentos que saqué del despacho de uno de los jefes de ingeniería de la Aramco, en Dhahran. Como ya te he explicado, todo estaba archivado en una carpeta bajo el título Problems in Production Operations, Saudi Fields.
– ¿Y qué son, en fin, esos documentos?
– Son informes de ingenieros. -Cerró la carpeta de nuevo, como si no hubiese llegado la hora de mostrar los papeles-. Hay algunas cosas técnicas que tienes que saber para que puedas comprender mejor lo que aquí aparece escrito.
– ¿Como por ejemplo?
– Los problemas de ingeniería que implica todo el proceso -aclaró Filipe-. ¿Cómo crees que el petróleo sale hacia fuera?
– Bien, es el sistema de la perforación, ¿no? Se hace una perforación en el suelo y el petróleo comienza a manar, supongo.
– Esa es la idea que tiene todo el mundo. Lo que ocurre, en realidad, es que el proceso de extracción de petróleo abarca tres elementos: el petróleo, el gas y el agua. Había un amigo mío que decía que si el proceso de extracción fuese una película de Hollywood, el petróleo sería la estrella principal, el galán que atrae a los espectadores para ir al cine, y los papeles de actor y actriz secundarios quedarían a cargo del gas y del agua. En realidad, en líneas generales un depósito consiste en petróleo mezclado con gas y un depósito de agua situado por debajo. El gas funciona en el petróleo como en el champán: es lo que le da fuerza, son esas burbujas que lo hacen moverse y le otorgan vitalidad. El petróleo sin gas es como el champán sin gas: apenas un líquido inerte. Son el gas mezclado con el petróleo y el agua que empuja desde abajo los que hacen que el depósito esté lleno de presión, un poco como una botella de champán agitada antes de ser abierta, ¿me entiendes?
– Sí.
– Cuando se hace la perforación en el depósito es como cuando se quita el tapón de la botella de champán. El petróleo salta hacia fuera con gran presión y es en ese momento cuando se da la extracción primaria. El petróleo viene en grandes cantidades, es una maravilla. -Cambió la expresión del rostro, como quien dice que todo lo que es bueno se acaba-. El problema es que, una vez hecha la perforación, al cabo de algún tiempo la presión comienza a bajar, ¿no?
– Como el champán fuera de la botella…
– Exactamente. -Estiró el dedo y señaló un punto invisible en el aire-. Es entonces cuando comienzan los contratiempos. La presión empieza a bajar y el petróleo deja de manar con la misma intensidad. En realidad, hasta va perdiendo gradualmente fuerza, dado que abajo, y a medida que sale cada vez más petróleo, la presión del depósito sigue bajando, hasta un punto en que se vuelve inferior a la presión de la superficie y el petróleo deja de salir.
– ¿El petróleo se ha acabado?
– No, no se ha acabado. Aún queda petróleo abajo. El problema es que el depósito ha dejado de empujar hacia arriba.
– Cuando eso ocurre, ¿cuánto petróleo ha salido ya?
– ¿En el caso de la extracción primaria? Cerca de un cuarto de todo el petróleo existente en el depósito. Lo que significa que abajo han quedado unos tres cuartos.
– ¿Y cómo se hace para ir a buscar el resto?
– Entra en acción la extracción secundaria. Recurriendo a la tecnología, se intenta aumentar la presión en el depósito, con el fin de hacer que el petróleo vuelva a manar. Uno de los métodos que se pueden utilizar es lanzar gas en el depósito, especialmente dióxido de carbono, que se mezcla con el petróleo y lo hace de nuevo enérgico, como el champán. Otro método, muy utilizado en Arabia Saudí, es infiltrar agua en el depósito.
– ¿Agua? ¿Ellos mezclan agua con el petróleo?
– No, de ninguna manera. El agua no se inyecta en el petróleo, sino en los depósitos de agua que ya existen por debajo del depósito de petróleo, ¿me entiendes? Con más agua que entra, la presión crece, el agua sube y empuja el petróleo hacia arriba. La consecuencia de todo esto es que, a medida que se va extrayendo el petróleo, es necesario inyectar aún más agua, para mantener elevada la presión en el depósito. Sólo que este proceso acarrea un nuevo gran problema.
– ¿Cuál?
– Lo llaman water cut o tenor de agua. Como hay que inyectar agua en los depósitos para aumentar la presión, en cierto momento esa agua comienza a mezclarse con el petróleo, señal de que el crudo se acerca al agotamiento. En la extracción primaria, el petróleo viene tendencialmente puro, pero, a medida que la extracción secundaria se procesa y se vacía el depósito, comienzan a aparecer dosis de agua mezcladas con el petróleo. Primero un uno por ciento, después un dos por ciento y así sucesivamente. Eso es el water cut. Un pozo llega al fin cuando el tenor de agua absorbe el tenor de petróleo. Se dice entonces que el petróleo se ha ahogado en el agua.
– Quiere decir que se ha acabado.
– No, no se ha acabado. Normalmente sólo se logra extraer la mitad del petróleo existente en un depósito. La otra mitad queda abajo en rincones aislados, pero su extracción se vuelve económicamente inviable y el pozo se cierra.
– Ya veo.
El geólogo reabrió la carpeta que mantenía apoyada en su regazo. Cogió algunas hojas y se las mostró a Tomás.
– Estos documentos son los informes técnicos de la Aramco -dijo-. Casi todos los han preparado ingenieros de la compañía saudí de petróleo, aunque algunos los hayan elaborado consultores de la empresa. Cada informe analiza desafíos específicos de un determinado campo petrolífero, e identifica problemas operacionales que han ido surgiendo o se han ido acumulando.
– ¿Eso dónde? ¿En el supergigante que has mencionado hace poco?
– En varios campos -precisó-. Los informes analizan lo que ocurre en varios campos. -Indicó las posiciones de los depósitos en el mapa del folleto-. Como te he dicho, Ghawar y Safaniya producen, juntos, el setenta y cinco por ciento de todo el petróleo de Arabia Saudí. Pero, si añadimos los otros dos supergigantes saudíes, Abqaiq y Berri, esa cuota asciende al noventa y tres por ciento. O sea, que hay cuatro campos petrolíferos que, en conjunto, producen más del noventa por ciento de todo el petróleo de Arabia Saudí.
– Es increíble.
Filipe hojeó los documentos que tenía entre sus manos, como si buscase uno en especial.
– Veamos lo que pasa con Abqaiq. Este campo comenzó a producir en 1946; su petróleo siempre se ha considerado de excelente calidad, tal vez el mejor que ha existido nunca. -Localizó el folio que buscaba-. Si se analiza este informe, se comprueba que Abqaiq cruzó el pico en 1973, y ya ha producido más del setenta por ciento de sus reservas. -Hizo un gesto de saludo con la mano-. Por tanto, adiós, Abqaiq. -Guardó el folio y buscó el siguiente-. El campo de Berri fue descubierto en 1964, uno de los últimos supergigantes encontrados en el reino, y también tiene petróleo de primera calidad. -Encontró el documento unas páginas más adelante-. Este informe muestra que la presión del depósito de Berri descendió a valores atmosféricos en diez años de explotación, momento en que se puso en marcha la extracción secundaria a través de inyección de agua. Todo anduvo bien hasta 1977, cuando el agua empezó a mezclarse con el petróleo que brotaba del suelo. El water cut fue subiendo hasta el punto de ahogar el petróleo en una cuarta parte de los pozos de Berri, en 1990, lo que obligó a la Aramco a cerrarlos. Este informe revela que los problemas comenzaron entonces a multiplicarse, y en 1994 la producción había declinado en más del sesenta por ciento. En 2001 estuvo claro que ya sólo restaban pequeños segmentos de Berri donde el petróleo aún no se había ahogado en agua. -Ordenó el informe-. Berri se dispone a pasar a la historia. -Recorrió con las manos unos folios, buscando otro informe-. Ahora Safaniya, del que ya te he hablado. Es el mayor campo petrolífero offshore del mundo y el segundo más productivo de Arabia Saudí. -Extrajo nuevos folios-. Entró en producción en 1957 y su petróleo se mantuvo relativamente limpio hasta finales de los años ochenta, momento en que comenzó a aparecer arena en el crudo, señal de que la presión estaba bajando peligrosamente. También apareció agua, y creció hasta tal punto que el water cut se volvió muy elevado en la mayor parte del campo en 2001.