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Ñ

Ñanola: De nana. Abuela.

O

Ojos a cigarritas: Ojos entrecerrados.

Orejón, es: Zafio, tonto.

P

Palor caldericlass="underline" Palidez.

Papo, s: Bobo, tonto.

Pasadores: Mandaderos de las cárceles.

Patojo, s: Niño.

Paxte: Especie de musgo.

Pelando la oreja: Aguzando el oído.

Peló los ojos: Abrió los ojos.

Pepenaron: De «pepenar». Recoger del suelo.

Perraje: Mantilla.

Pepián: Guiso americano.

Pipiarse: Robarse.

Pisto: Dinero.

Plebe de gente: Mucha gente.

Plomosa, o, s: Pistola con balas de plomo. Persona delicada.

Por la gran chucha: Por la gran perra.

Posolera, s: Sirvienta.

Potrear: Tratar mal.

¡Presto!: Llamada de atención. Permítame, déjeme que yo lo haga.

Pronunciados: Especie de juego de lotería con figuras.

Puntepié: De puntillas.

Pusunque, s: Asiento, residuo de las bebidas.

Puyón: Trago de licor fuerte.

Q

Quequereque: Querida.

¡Qué cacha!: ¡Qué treta!

¡Qué mismas!: ¡Qué igualado! O sea: ¡Qué igual a mí!

¡Qué negro!: ¡ Qué necio!

¡Qué trompeta!: ¡Qué charlatán!

R

Raíz de chiltepe: Raíz de un pimiento muy pequeño que, según la voz popular, posee propiedades venenosas que actúan sobre el corazón.

Rascado, s: Quisquilloso.

Rascar el ala: Enamorar.

Refundió: De «refundirse». Encerrarse, meterse muy adentro.

Regatona: Revendedora.

Relágrima: Muy malo.

Repasearse: Insultar gravemente.

Reposaderas: Rezumaderos.

Resmolieran: Molestarán.

Retobado, s: Porfiado.

Revolcado: Guiso americano.

Ronrón, es: Insecto escarabajo.

Runfia: Montón.

S

Sacaste franco: De «sacar franco», divertir, hacer reír.

Salir como el cohetero: Salir siempre burlado.

Sanate, s: Pájaro de plumaje oscuro y pico negro.

Santulón, es: Santurrón.

Señor de la agonía: Puñal de filo muy agudo.

Se pepena algo: Encontrar, hallar alguna cosa de valor perdida por otra persona.

Shara, s: Pájaro americano.

¡Shó!: Voz vulgar por ¡chist!

Sholco, s: Persona a la que le faltan los dientes delanteros.

Shute metete: Métome en todo, entremetido.

Siguán, es: Barranco.

Sigún: Según.

Sincopié: Síncope.

Sin jerónimo: Expresión popular por «sin género de duda».

Siriaco: Sí.

Solíngrima: Íngrima y sola.

Somataba: Golpeaba fuertemente.

Somato: Golpeo fuertemente.

Sonsacado: Sacado de muy adentro.

Soplaron: Mataron.

Súchiles: Refrescó de jocote parecido a la sidra.

Suple: Suplente.

T

Tabanco, s: Sotabanco.

Tacuatzin: Mamífero americano.

Tamagás: Víbora muy venenosa. También cigarro puro ordinario.

Tamal es: Especie de torta de maíz, rellena de carne.

Tanate, s: Lío, envoltorio, generalmente de trapos.

Tanatillo, s: Pequeño envoltorio.

Tapanco, s: Sotabanco.

Tapar el hocico: Cerrarle la boca a uno.

Tapesco, s: Cama tosca de cañas.

Tecomate, s: Calabaza para llevar agua.

Tecomatillo, s: Tecomate pequeño.

Tencha: Cárcel.

Tercio: Favor.

Terciotes: Favores grandes, importantes.

Tetunte, s: Piedra deforme.

Tilichera, s: Mostrador de vidrio.

Timbón, es: Barrigón.

Tocoyal, es: Toquillas.

Tohiclass="underline" El dios de la lluvia en la mitología maya-quiché.

Toquidos: Golpes, toques. Golpear una puerta con el llamador.

Torcidura: Fatalidad, desgracia.

Traído, s: Novio, enamorado, y también para designar a un hombre desconocido.

Tramado: Difícil, dificultoso.

Tranvieros: Tranviarios.

Traquido: Crujido.

Trastes: Trastos.

Tratar a la baqueta: Tratar a golpes, maltratar.

Tren del guarda: Ferrocarril que sólo llega a los alrededores de la ciudad.

Tricófero: Loción para el cabello.

Tronarse: Matar a alguien.

Tun: Tambor especial hecho con el tronco ahuecado de un árbol.

Tustes: Embustes.

Tuza, s: Hoja que envuelve la mazorca del maíz.

V

Varas: Pesos, monedas.

Verse en trapos de cucaracha: Verse en apuros.

Volaba ojo: Miraba con disimulo.

Volale pluma: Date cuenta.

Volar lengua: Hablar, confesar, irse de la lengua.

Volar vidrio: Mirar, ver, observar, espiar, acechar.

Volován, es: De «vol-au-vent». Pastel de carne.

Vonos: Contracción de «vámonos».

Y

Yagual, es: Rodetes de trapo que llevan las mujeres en la cabeza para cargar los cántaros.

Yerbía, s: Pañuelo o género de tela de colores chillones.

Z

Zacate: Alimento, pienso de las caballerías. Forraje.

Zancudo, s: Especie de mosquito americano.

Zompopo, s: Hormiga grande.

Zope, s: Aura, zopilote.

Zorenco, s: Zonzo, zopenco.

BIOGRAFIA

Miguel Angel Asturias

(Guatemala, 1899-1974)

Autor, diplomático y premio Nobel guatemalteco, nacido en Ciudad de Guatemala. Estudió Derecho en universidades de su país y Antropología en la Sorbona de París, ciudad en la que recibió la influencia del poeta surrealista francés André Breton. En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946, fue embajador en México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954, se exilió de Guatemala. Posteriormente, fue embajador en Francia, entre 1966 y 1970. Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista, le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de Literatura en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando se encontraba en Madrid (España).

En su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo Carpentier, el mito se hace presente, pero a diferencia del cubano, organiza sus novelas en torno a los mitos precolombinos. Su primera obra Leyendas de Guatemala (1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas. La novela que le ha dado fama internacional es El señor Presidente (1946) en la que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador) según los mitos latinoamericanos. Es también un libro de protesta militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad. Este tema mítico vuelve a aparecer en Hombres de maíz (1949) aunque ahora la luz está representada por los indígenas y las tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los campesinos en beneficio propio. En esta obra, Asturias logra hermanar armoniosamente lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida indígena. Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Otras novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de Dolores (1972). Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como Chantaje o Dique seco ambas de 1964. Su novela Viento fuerte fue citada en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue concedido por sus coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América.