4. El Emperador 19. El Sol
5. El Carro (7) 18. La Luna
6. Los Amantes 17. La Estrella
7. El Hierofante (5) 16. La Torre
8. El Poder 15. El Diablo
9. El Ermitaño 14. El Tiempo (La Templanza)
10. La Rueda de la Fortuna 13. La Muerte
11. La Justicia 12. El Colgado
Este mazo de cartas, en la opinión de muchos investigadores, representa el Libro jeroglífico Egipcio de setenta y ocho tablillas, que llegó a nosotros casi milagrosamente.
La historia del Tarot es un gran rompecabezas. Durante la Edad Media, cuando esto apareció por primera vez históricamente, había una tendencia de construir sistema sintéticos simbólicos o lógicos del tipo de la Ars Magna de Ramón Llul. Pero producciones similares al Tarot existen en China e India, así que no podemos pensar si posiblemente uno de esos sistemas creados durante la Edad media en Europa, está también evidentemente conectado con los Antiguos Misterios y la Iniciaciones de Egipto. Aunque este origen está en el olvido y el propósito de su autor o autores es completamente desconocido, no hay duda que es el más completo código de simbolismo Hermético que poseemos.
A pesar estar representado como un mazo de cartas, el Tarot es realmente algo totalmente diferente. Este puede ser "leído" en una variedad de formas. Como ejemplo, entregaré una interpretación metafísica del significado general o del contenido general del libro del Tarot, es decir, su título metafísico, el que mostrará plenamente que este trabajo no habría sido inventado por gitanos iletrados del siglo catorce.
El Tarot posee tres divisiones: La primera parte tiene veintiuna cartas numeradas; la segunda parte tiene una carta 0, la tercera parte tiene cincuenta y seis cartas, es decir, las cuatro pintas de catorce cartas. Además, la segunda parte parece ser un nexo entra la primera y la tercera, ya que el total de las cincuenta y seis cartas de la tercera parte juntas son iguales a la carta 0.
Ahora, si imaginamos veintiuna cartas dispuestas en la forma de un triángulo, siete cartas en cada lado, un punto en el centro del triángulo representado por la carta 0, y un cuadrado rodeando el triángulo (el cuadrado consistente en cincuenta y seis cartas, catorce en cada lado), tendremos una representación de la relación entre Dios, el Hombre y el Universo, o la relación entre le mundo de las ideas, la consciencia del hombre y el mundo físico.
El triángulo es Dios (la Trinidad) o el mundo de las ideas, o el mundo arquetípico. El punto es el alma del hombre. El cuadrado es el mundo visible, físico o fenoménico. Potencialmente el punto es igual al cuadrado, lo que significa que todo el mundo visible está contenido en la consciencia del hombre, es creado en el alma del hombre. Y el alma en si es un punto que no tiene dimensión en el mundo del espíritu, simbolizado por el triángulo. Está claro que tal idea no ha sido originada de gente ignorante y es claro también que el Tarot es algo más que un mazo de cartas para jugar o adivinación.