– ¿Este material puede transferirse más de una vez?
– Sí, con niveles descendentes. Es un material sólido, no es un gas. No se disipa como un gas. Es microscópico pero sólido, y ha de estar en algún sitio al final del día. He llevado a cabo numerosos estudios al respecto y he descubierto que la transferencia puede repetirse y repetirse.
– Pero en el caso de transferencia repetida, ¿esa cantidad de material se reduce con cada transferencia hasta que resulta in-detectable?
– Exacto. Cada nueva superficie retendría menos que la superficie anterior, así que todo es cuestión de con cuánto se empieza. Cuanto más tienes al principio, mayor cantidad puede transferirse.
Asentí y tomé un pequeño descanso al pasar páginas en mi bloc como si estuviera buscando algo. Quería que hubiera una línea de separación clara entre la descripción de la teoría y el caso que nos ocupaba.
– Muy bien, doctora -dije finalmente-. Con estas teorías en mente, ¿puede decirnos lo que ha ocurrido en el caso Elliot?
– Puedo explicárselo y mostrárselo -dijo la doctora Arslanian-. Cuando el señor Elliot fue esposado y colocado en la parte posterior del coche cuatro-alfa, literalmente lo pusieron en un semillero de residuos. Así fue cómo y cuándo se produjo la transferencia.
– ¿Cómo?
– Sus manos, brazos y ropa se situaron en contacto directo con residuos de otro caso. La transferencia fue inevitable.
Golantz protestó rápidamente, argumentando que yo no había establecido las bases para esa respuesta. Le dije al juez que pretendía hacerlo inmediatamente y solicité permiso para colocar el equipo de vídeo delante del jurado.
La doctora Arslanian había usado el material grabado por mi primer testigo, Julio Muñiz, y lo había editado en una demostración de vídeo. Lo presenté como prueba documental de la defensa tras la protesta denegada de Golantz. Usándolo como ayuda visual, llevé de la mano a mi testigo a través de la teoría de la transferencia de la defensa. Fue una exposición que se extendió durante casi una hora y fue una de las presentaciones más concienzudas de una teoría alternativa en las que había participado.
Empezamos con la detención de Eli Wyms y su colocación en el asiento trasero del coche alfa. Luego pasamos a Elliot colocado en el mismo coche patrulla menos de diez horas después; el mismo coche y el mismo asiento. Los dos hombres con las manos esposadas a la espalda. Arslanian fue asombrosamente categórica en su conclusión.
– Un hombre que había disparado armas al menos noventa y cuatro veces fue colocado en ese asiento -dijo la testigo-. ¡Noventa y cuatro veces! Literalmente estaba bañado en residuo.
– ¿Y en su experta opinión el residuo se habría transferido de Eli Wyms al asiento de ese coche? -pregunté.
– Indudablemente.
– ¿Y es su experta opinión que el residuo de ese asiento podría haberse transferido a la siguiente persona que se sentó allí?
– Sí.
– ¿Y es su experta opinión que esto fue el origen del residuo sobre las manos y ropa de Walter Elliot?
– Una vez más, con las manos a la espalda de este modo.
entró en contacto directo con una superficie de transferencia. Sí, en mi experta opinión, creo que es así como los residuos de disparo llegaron a sus manos y ropa.
Hice una pausa más para remachar las conclusiones del experto. Si sabía algo de duda razonable, sabía que acababa de incrustarla en las conciencias de cada jurado. Que después votaran según su conciencia era otra cuestión.
50
Había llegado el momento de apuntalar definitivamente el testimonio de la doctora Arslanian.
– Doctora, ¿llegó a alguna conclusión de sus análisis de indicios de residuos de disparo que apoyaran su teoría de transferencia que ha perfilado aquí?
– Sí.
– ¿Y cuál es?
– Puedo usar mi maniquí para la demostración.
Solicité al juez permiso para que la testigo usara un maniquí con fines de demostración y éste accedió sin que Golantz protestara. Crucé el espacio asignado al alguacil para salir al pasillo que conducía al despacho del juez. Había dejado el maniquí de la doctora Arslanian allí hasta que fuera admitido. Lo llevé al centro del campo de pruebas situado delante del jurado y la cámara de Cortes TV. Hice un gesto a la doctora Arslanian para que bajara del estrado de los testigos e hiciera su demostración.
El maniquí era un modelo de cuerpo completo con miembros, manos e incluso dedos completamente articulados. Estaba hecho de plástico y tenía varias manchas en la cara y las manos por experimentos realizados a lo largo de los años. Iba vestido con téjanos y un polo azul oscuro bajo una cazadora con un diseño en la parte de atrás que conmemoraba la victoria de la Universidad de Florida en el campeonato de fútbol americano del año anterior. El maniquí estaba suspendido cinco centímetros del suelo mediante un soporte de metal y una plataforma con ruedas.
Me di cuenta de que había olvidado algo y fui a mi mochila con ruedas. Rápidamente saqué la falsa pistola de madera y un puntero y entregué ambas cosas a la doctora Arslanian antes de regresar al atril.
– Muy bien, ¿qué tenemos aquí, doctora?
– Éste es Manny, mi maniquí de demostración. Manny, el jurado.
Hubo algunas risas y un jurado, el abogado, incluso saludó con la cabeza al maniquí.
– ¿Manny es fan de los Florida Gator?
– Eh, sí, hoy sí.
En ocasiones el mensajero puede oscurecer el mensaje. Con algunos testigos quieres eso porque su testimonio no es tan útil, pero no era el caso con la doctora Arslanian. Sabía que había estado caminando por la cuerda floja con ella: demasiado guapa y simpática por un lado; sólidas pruebas científicas por otro. El equilibrio adecuado haría que ella y su información causaran la máxima impresión en el jurado. Sabía que era el momento de volver al testimonio serio.
– ¿Para qué necesitamos a Manny aquí, doctora?
– Porque un análisis de los discos SEM recogidos por el experto criminalístico del sheriff puede mostrarnos por qué el residuo hallado en el señor Elliot no procede de haber disparado un arma.
– Sé que el experto del estado explicó estos procedimientos la semana pasada, pero me gustaría que nos lo refrescara. ¿Qué es un disco SEM?
– El test de residuos de disparo se lleva a cabo con discos que tienen un lado adhesivo. Los discos se enganchan en la zona a probar y recogen todos los materiales microscópicos de la superficie. El disco pasa entonces a un microscopio electrónico de barrido, o SEM, como lo llamamos. A través del microscopio podemos ver los tres elementos de los que hemos estado hablando aquí. Bario, antimonio y plomo.
– De acuerdo, pues, ¿tiene una demostración para nosotros?
– Sí.
– Por favor, explíquela al jurado.
La doctora Arslanian extendió el puntero y se volvió hacia el jurado. Su demostración había sido cuidadosamente planeada y ensayada, hasta el punto de que yo siempre me refiriera a ella como doctora y ella siempre se refiriera al criminalista de la fiscalía como señor.
– El señor Guilfoyle, el experto criminalista del departamento del sheriff, tomó ocho muestras diferentes del cuerpo y la ropa del señor Elliot. Cada disco estaba codificado de manera que se conociera su localización.
Arslanian usó el puntero sobre el maniquí al referirse a las ubicaciones de las muestras. El maniquí estaba de pie con los brazos a los costados.
– El disco A correspondía a la parte superior de la mano derecha. El disco B era la parte superior de la mano izquierda. El disco C era la manga derecha de la cazadora del señor Elliot y el D, la manga izquierda. Después tenemos los discos E y F, que correspondían a las piezas delanteras derecha e izquierda de la chaqueta, y G y H, que eran las porciones del pecho y el torso de la camisa que el señor Elliot llevaba bajo la chaqueta abierta.