– No tengas prisa, pero cuando te sientas con fuerzas de nuevo, ven a verme. Hablaremos más de tus sueños.
Dejé que parloteara alegremente mientras íbamos hacia la salida que la llevaría en dirección a los establos.
– Recuerda -le dije yo, después de que se hubiera adelantado para anunciar que se acercaba la Elegida de Epona-, ven a verme cuando estés recuperada por completo.
– ¡Lo haré, mi señora!
– ¿Estás pensando en ayudar a Thalia a reorganizar el Templo de la Musa? -me preguntó la voz de terciopelo de ClanFintan desde las sombras.
– En realidad, estaba pensando más en Terpsícore, y en lo que ella hubiera querido -respondí pensativamente.
Ladeé la cabeza y lo vi acercarse a mí. La suave luz del atardecer favoreció su rostro, aunque no lo necesitara. Sus músculos poderosos se movieron con suavidad, y sus heridas recientes le conferían un aspecto de chico malo.
Me apartó un rizo de la cara.
– Por favor, no me preguntes cómo me siento, ni me ordenes que vuelva a la cama -dije, y me di cuenta de que quizá estaba refunfuñando un poco.
– Estás en pie y caminas con seguridad -dijo él, y me olisqueó-. Y parece que no has estado vomitando últimamente.
– ¡No, demonios, no he vomitado en todo el día! -dije, refunfuñando de verdad.
Sin embargo, no pareció que amedrentara a ClanFintan.
– Entonces, ¿qué has estado haciendo?
– He estado pensando en avisar a Maraid para que Alanna pueda empezar a formar a una nueva ayudante para mí.
Él me miró con curiosidad.
– Para que no esté tan ocupada -le expliqué-. Así, Carolan y ella podrán pasar más tiempo juntos -dije, y alcé las manos como si estuviera sujetando el marco de una fotografía-. Veo… tres niñitas en su futuro.
Él se acercó y me rodeó la cintura con los brazos, y me levantó del suelo.
– ¿Y qué ves en nuestro futuro? -me preguntó.
Su voz sonó profunda, con un tono erótico que yo conocía bien, y que había echado de menos durante las últimas noches.
– Pues veo… -le mordisqueé la oreja, pensando que quizá un revolcón con mi marido podría ser la cura para mi dolor de cabeza- que se aproxima un Cambio esta noche.
Él se echó a reír y me besó.
– Me refiero a nuestros futuros hijos.
– ¡Hijos! -exclamé yo.
– Claro -dijo él con una carcajada-. Ciertamente, no hemos guardado celibato.
– Pero…
– ¿Acaso en tu antiguo mundo no os explicaban cómo se hacen los bebés? -me preguntó, con una mirada burlona.
– Pero… -repetí yo- ¿qué será?
– Niño o niña -contestó él inocentemente.
Yo le di un puñetazo en el pecho duro.
– ¿Caballo o humano?
– Bueno… -me sonrió y me besó la frente- sea lo que sea, tendrá un gran futuro como jinete.
Yo deslicé la mano entre nosotros, de modo que la dejé descansar sobre mi vientre relativamente plano. Me pareció notar un aleteo bajo la palma, y aparté la mano como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
– ¿Un bebé? -pregunté, con la voz temblorosa.
– Tal vez estás sintiendo la promesa de lo que va a venir -dijo él, y me estrechó contra sí, envolviéndome con su calor.
– La promesa del futuro -dije.
– De nuestro futuro -me corrigió él.
– De nuestro futuro -repetí yo-. Me gusta.
– Y a mí, Shannon -susurró ClanFintan contra mis labios-. Y a mí.
P.C. Cast
P.C. Cast nació en 1960 en Watseka, Illinois, y creció repartiendo su vida entre Illionies y Tulsa, Oklahoma, que es donde ella se enamoró de los caballos Cuarto de Milla y de la mitología. Fue en Tulsa donde impartió clases de Inglés de secundaria y donde su hija, la también escritora Kristin Cast, es estudiante de su Universidad.
Su primer libro, Divine By Mistake, se publicó originalmente en 2001, ganó el Prisma, Holt Medallion, y Laurel Wreath, y fue finalista para National Readers’ Choice. Sus libros posteriores han ganado una gran variedad de premios.
En 2005, ella y su hija comenzaron a co-escribir la serie House of Night que han gozado de importante y creciente crítica y éxito comercial. En marzo de 2009, el quinto libro de su serie, Hunted, ocupó el número uno en la listas de best-seller de EE.UU. Los libros tienen lugar en un universo alternativo versión de Tulsa, habitado por los seres humanos y “vampyres”. En noviembre de 2008, Variety informó que los productores Michael Birnbaum y Jeremiah S. Chechik había obtenido los derechos para llevar al cine esta serie.
Cast se ha casado y divorciado tres veces. En junio de 2010, escribió sobre sus matrimonios y su relación actual con Seoras Wallace, un historiador escocés y jefe del Clan Wallace, a quien conoció mientras trabajaba en su novela The Avenger.