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Dicha dicha navío por el brazo por la más difícil coyuntura por donde si aplicamos el oído se oye el rumor de la caricia extrema Un dolor muy pequeño si es que existe es una niña o papel casi traslúcido pueden verse las venas y el dibujo pueden verse los besos no emergidos
Ríos peces estrellas puntas ansia todo transcurre -mármol y sonidos sordas esteras pasan clausurando esa delgada voz de corazones

NACIMIENTO ÚLTIMO

Para final esta actitud alerta Alerta alerta alerta Estoy despierto o hermoso Soy el sol o la respuesta Soy esa tierra alegre que no regatea su reflejo Cuando nace el día se oyen pregones o júbilos Insensato el abismo ha insistido toda la noche Pero esta alegre compañía del aire esta iluminación de recuerdos que se ha iluminado como una atmósfera ha permitido respirar a los bichitos más miserables a las mismas moléculas convertidas en luz o en huellas de las pisadas A mi paso he cantado porque he dominado el horizonte Porque por encima de él -más lejos más porque yo soy altísimo he visto el mar la mar los mares los no-límites Soy alto como una juventud que no cesa ¿Adónde va a llegar esa cabeza que ha roto ya tres mil vidrios esos techos innúmeros que olvidan que fueron carne para convertirse en sordera? ¿Hacia qué cielos o qué suelos van esos ojos no pisados que tienen como yemas una fecundidad invisible? ¿Hacia qué lutos o desórdenes se hunden ciegas abajo esas manos abandonadas? ¿Qué nubes o qué palmas qué besos o siemprevivas buscan esa frente esos ojos ese sueño ese crecimiento que acabará como una muerte recién nacida?

II A FEDERICO GARCÍA LORCA

EL VALS

Eres hermosa como la piedra oh difunta oh viva oh viva eres dichosa como la nave Esta orquesta que agita mis cuidados como una negligencia como un elegante biendecir de buen tono ignora el vello de los pubis ignora la risa que sale del esternón como una gran batuta Unas olas de afrecho un poco de serrín en los ojos o si acaso en las sienes o acaso adornado las cabelleras Unas faldas largas hechas de colas de cocodrilos Unas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejos Todo lo que está suficientemente visto no puede sorprender a nadie Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima disimulando la humedad a fuerza de abanico insistente Y los caballeros abandonados de sus traseros quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes Pero el vals ha llegado Es una playa sin ondas es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas Es todo lo revuelto que arriba
Pechos exuberantes en bandeja en los brazos dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos una languidez que revierte un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel» un dulce sí de cristal pintado de verde
Un polvillo de azúcar sobre las frentes da una blancura cándida a las palabras limadas y las manos se acortan más redondeadas que nunca mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido
Las cabezas son nubes la música es una larga goma las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre en un licor si blanco que sabe a memoria o a cita
Adiós adiós esmeralda amatista o misterio adiós, como una bola enorme ha llegado el instante el preciso momento de la desnudez cabeza abajo cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben
Es el instante el momento de decir la palabra que estalla el momento en que los vestidos se convertirán en aves las ventanas en gritos las luces en socorro y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas se convertirá en una espina que dispensará la muerte diciendo: Yo os amo

EN EL FONDO DEL POZO

Allá en el fondo del pozo donde las florecillas donde las lindas margaritas no vacilan donde no hay viento o perfume de hombre donde jamás el mar impone su amenaza allí allí está quedo ese silencio hecho como un rumor ahogado con un puño
Si una abeja si un ave voladora si ese error que no se espera nunca se produce el frío permanece El sueño en vertical hundió la tierra y ya el aire está libre
Acaso una voz una mano ya suelta un impulso hacia arriba aspira a luna a calma a tibieza a ese veneno de una almohada en la boca que se ahoga
¡Pero dormir es tan sereno siempre! Sobre el frío sobre el hielo sobre una sombra de mejilla sobre una palabra yerta y más ya ida sobre la misma tierra siempre virgen
Una tabla en el fondo oh pozo un número esa lisura ilustre que comprueba que una espalda es contacto es frío seco, es sueño siempre aunque la frente esté cerrada
Pueden pasar ya nubes Nadie sabe. Ese clamor ¿Existen las campanas? Recuerdo que el color blanco o las formas recuerdo que los labios sí hasta hablaban
Era el tiempo caliente -Luz inmólame- Era entonces cuando el relámpago de pronto quedaba suspendido hecho de hierro Tiempo de los suspiros o de adórame cuando nunca las aves perdían plumas
Tiempo de suavidad y permanencia Los galopes no daban en el pecho no quedaban los cascos, no eran cera Las lágrimas rodaban como besos Y en el oído el eco era ya sólido
Así la eternidad era el minuto El tiempo sólo una tremenda mano sobre el cabello largo detenida Oh sí, en este hondo silencio o humedades bajo las siete capas de cielo azul yo ignoro la música cuajada en hielo súbito la garganta que se derrumba sobre los ojos la íntima onda que se anega sobre los labios Dormido como una tela siento crecer la hierba el verde suave que inútilmente aguarda ser curvado Una mano de acero sobre el césped un corazón un juguete olvidado un resorte una lima un beso un vidrio