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La esperanza es la tierra es la mejilla es un inmenso párpado donde yo sé que existo ¿Te acuerdas? Para el mundo he nacido una noche en que era suma y resta la clave de los sueños
Peces árboles piedras corazones medallas sobre vuestras concéntricas ondas -sí- detenidas yo me muevo y si giro me busco oh centro oh centro camino -viajadores del mundo- del futuro existente más allá de los mares en mis pulsos que laten

MUÑECAS

Un coro de muñecas cartón amable para unos labios míos cartón de luna o tierra acariciada muñecas como liras a un viento acero que no -apenas si las toca
Muchachas con un pecho donde élitros de bronce diente fortuito o sed bajo lo obscuro muerde -escarabajo fino lentitud goteada por una piel sedeña
Un coro de muñecas cantando con los codos midiendo dulcemente los extremos sentado sobre un niño boca humedad lasciva casi pólvora carne rota en pedazos como herrumbre
Boca boca de fango amor flor detenida viva abierta boca boca nenúfar sangre amarilla o casta por los aires
Muchachas delantales carne madera o liquen musgo frío del vientre sosegado respirando ese beso ambiguo o verde
Mar mar dolorido o cárdeno flanco de virgen duda inanimada Gigantes de placer que sin cabeza soles radiantes sienten sobre el hombro

ACABA

En volandas como si no existiera el avispero aquí me tienes con los ojos desnudos ignorando las piedras que lastiman ignorando la misma suavidad de la muerte
¿Te acuerdas? He vivido dos siglos dos minutos sobre un pecho latiente he visto golondrinas de plomo triste anidadas en ojos y una mejilla rota por una letra La soledad de lo inmenso mientras medía la capacidad de una gota
Hecho pura memoria hecho aliento de pájaro he volado sobre los amaneceres espinosos sobre lo que no puede tocarse con las manos
Un gris un polvo gris parado impediría siempre el beso sobre la tierra sobre la única desnudez que yo amo y de mi tos caída como una pieza no se esperaría un latido sino un adiós yacente Lo yacente no sabe Se pueden tener brazos abandonados Se pueden tener unos oídos pálidos que no se apliquen a la corteza ya muda Se puede aplicar la boca a lo irremediable Se puede sollozar sobre el mundo ignorante
Como una nube silenciosa yo me elevaré de mí mismo Escúchame Soy la avispa imprevista Soy esa elevación a lo alto que como un ojo herido se va a clavar en el azul indefenso Soy esa previsión triste de no ignorar todas las venas de saber cuándo cuándo la sangre pasa por el corazón y cuándo la sonrisa se entreabre estriada
Todos los aires azules No Todos los aguijones dulces que salen de las manos todo ese afán de cerrar párpados de echar obscuridad o sueño de soplar un olvido sobre las frentes cargadas de convertirlo todo en un lienzo sin sonido
me transforma en la pura brisa de la hora en ese rostro azul que no piensa en la sonrisa de la piedra en el agua que junta los brazos mudamente En ese instante último en que todo lo uniforme pronuncia la palabra:

ACABA

POR ÚLTIMO

Voy a cantar doblando canto con todo el cuerpo por levantar montañas dominadas por sonreír cuando la luna puede
Soy dicen un jardín cultivado una masa de sueño no exprimido esa esperanza amada por lo próspero todo lo que se nombra o sonríe
Así alejar un brazo como designio dejar que vaya lejos como no nuestro que compruebe el poniente o el dolor esos temores últimos tangibles
La lontananza es una canción distraída mientras yo estoy besándote qué importa que allí por los finales extinguiéndose cinco diez treinta luces se quedan mudas
Tamborilear unos dedos remotos. Que esa funesta sombra no acaricie que sí compruebe la veracidad de occidente o la de nuestras carnes ya mortales
Que yo aquí tenga la frente como un árbol que yo mismo me asuste No no quiero quiero besar como el jilguero pálido como la cera en que está convertido
Quiero un bosque una luna quiero todo ¿me entiendes? todo todo hasta lo horrible esos cabellos de saliva extensa
Pero allí allí allí lo remoto ese aroma que nace de la masa esa flor que hacia abajo busca el cielo o el rostro contraído en el contacto
No aquí Aquí está tendido lo más fácil voy a inventar un cuento o una espuma aquí están las miradas o las aguas
Dulces corrientes fáciles promesas un rasguear de pérdidas o añoros una alabanza que se escucha y gusta lo mismo que una cara que se borra
Yo aspiro a lo blanco o la pared ¿quién sabe? Aspiro a mí o a ti o a lo llorado aspiro a un eso que se va perdiéndose como diez dedos humo o lo ya atónito
Lejos veo el camino o el desprecio ese desdén ceñido por la prisa que se evade si acaso como pájaro como si nada ya valiese el vuelo
Nardo jazmín o lúcidos rencores Luna mordiente o tálamo escupido todo es carbón que duele y que solloza sobre lo falso vegetal que existe

III A MANUEL ALTOLAGUIRRE

VERDAD SIEMPRE

Sí sí es verdad es la única verdad ojos entreabiertos luz nacida pensamiento o sollozo clave o alma este velar este aprender la dicha este saber que el día no es espina sino verdad oh suavidad Te quiero Escúchame Cuando el silencio no existía cuando tú eras ya cuerpo y yo la muerte entonces cuando el día