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Los cargamentos marítimos se expresaban siempre en amphorae.

La libra romana pesaba unos 327 gramos y se dividía en 12 onzas (unciae). Los pesos mayores se medían en talentos (véase ese término).

medimnus. Medida para áridos y otros productos sólidos; equivalía a 5 modii y ocupaba un volumen de 37,85 litros con un peso de unas 65 libras romanas. Con él había trigo suficiente para cocer dos panes de una libra durante 30 días, dado que la merma al molerlo se compensaba con el agua y otros ingredientes. El romano corriente, con una vivienda de una o dos habitaciones en una insu la, no solía moler el trigo y hacerse el pan en casa, sino que lo arreglaba con el horno local (como se hacía hasta hace poco en muchas localidades de Europa), pagando una parte del grano (la maquila).

Mediterráneo. Es el nombre que he adoptado para el mar que en tiempos de Sila se llamaba Mare Internum. Observarán los lectores que ahora aparece en el texto con el nombre de Mare Nostrum, que es la denominación que adquirió hacia la época final de la república.

mentula, mentulae. La palabra obscena con que en latín se designaba el pene.

mercante, barco. Los barcos mercantes de la época eran más cortos de eslora y más anchos de manga que la galera, en una proporción aproximada de 4:1; estaban construidos en madera de pinus parecido al abeto y su estructura estaba pensada más para navegar a vela que para ser impulsados a remo, aunque iban equipados con un banco de remos para las calmas chichas o para huir de los piratas. Llevaba una sola vela y a veces otra más pequeña anterior; solía gobernarse con dos grandes timones a ambos lados de la popa, en donde el navío era más elevado. Eran navíos con puente para protección de la carga, con una cabina en el centro y otra a popa. Si era grano o vino, la carga se transportaba en ánforas, grandes recipientes de barro de fondo en punta para que se asentara en serrín y evitar su desplazamiento durante la navegación. Un barco de esta clase solía transportar cien toneladas; aunque podían navegar de día y de noche -y con un capitán, llegaban a hacerlo a mar abierto- eran navíos que no se apartaban de la costa y entraban en puerto al anochecer. Quizá los únicos mercantes que navegaban regularmente día y noche y por alta mar, eran los de las flotas trigueras, que a veces servían también para el transporte de tropas.

miles gloriosus. Miles es la palabra latina que significa soldado, y, en contra de lo que parece, gloriosus solía emplearse en las comedias para denotar el militar fanfarrón y vanaglorioso.

militar. El vir militaris era el que seguía la carrera de las armas y continuaba sirviendo como oficial en el ejército después del período de campañas obligatorio. Estos ciudadanos entraban en la liza política sirviéndose ante los electores del prestigio de su historial bélico, aunque muchos de ellos no intervenían nunca en política; un vir militaris que aspirase a mandar un ejército tenía que alcanzar la dignidad de pretor. Cayo Mario, Quinto Sertorio, Tito Didio, Cayo Pomptino, Publio Ventidio fueron militares, mientras que Cayo Julio César, el dictador, el mejor de todos ellos, no fue un militar.

minium. Pigmento color tierra roja o minio con el que el general triunfante se embadurnaba la cara, probablemente para adoptar el aspecto de la estatua de Júpiter Optimus Maximus, que tenía el rostro de terracota.

minutus. Menudo de cuerpo.

modius, modii. Medida de cereales romana, equivalente a unos seis kilogramos.

mos maíorum. El orden establecido, la tradición. Quizás la mejor definición del mos maiorum es decir que era la constitución de Roma no escrita. De mos, costumbre establecida, y maiores, antepasados, era el modo de hacer las cosas «como es debido».

mundus. Era un pozo hexagonal dividido en dos y generalmente tapado. No se sabe cuál era su significado, pero parece ser que en la época final de la república se creía que era una entrada al más allá. La tapa se quitaba tres veces al año en dies religiosi para que los espíritus de los muertos entrasen en la ciudad.

myoparo. Pequeña galera de guerra muy utilizada por los corsarios antes de que se unieran formando flotas capaces de atacar a auténticas escuadras. Se desconoce el tamaño y el aspecto del myoparo, pero debió de ser una mejora de la hemiolia (véase ese término); en el único dibujo existente no se aprecian detalles, pero parece deducirse que sólo llevaba un banco de remos que se apoyaban en la regala en vez de ir en escálamo en una tronera; el myoparo tenía un solo palo con vela.

nefas. Palabra latina con el significado de monstruosidad, sacrilegio.

Nemi, lago. Pequeño lago volcánico de los montes Albanos, junto a la Vía Apia. Estaba situado en un bosque sagrado y en su orilla se alzaba un templo a Diana, atendido por un sacerdote llamado rex Nemorensis, que era un esclavo huido que llegó al sacerdocio después de mancillar el bosque cortando una rama y matar en combate al anterior rex Nemorensis.

niseano, caballo. Véase caballo niseano.

noble (nobilis). Vocablo empleado para designar a un individuo y a sus descendientes una vez obtenido el consulado; era una aristocracia artificial inventada por los plebeyos para disminuir aún más la distinción respecto a los patricios, ya que durante la segunda época de la república accedían al consulado más plebeyos que patricios.

nombre secreto de Roma. Roma, posiblemente en su encarnación divina, tenía un nombre críptico del que era depositaria una diosa particular, Diva Angerona, cuya estatua, en el altar del templo de Volupia, tenía la boca tapada con una mordaza. En él se celebraban misteriosos ritos en el que se pronunciaba ese nombre, pero era tabú pronunciarlo en público y en él creían hasta las personas más cultivadas. Lo más probable es que ese nombre críptico fuese Amor, que es el nombre de Roma escrito al revés.

nomen, nomina. El nombre de la familia, o gentilicio, de la gens.

non pro consule, sed pro consulibus. La famosa frase de Lucio Marcio Filipo proponiendo que se diera a Pompeyo el mando en la Hispania Citerior en la guerra contra Quinto Sertorio. Es un dechado de habilidad con la que ganó el apoyo de los senadores reacios a entregar un mando proconsular a alguien que no pertenecía al Senado. La traducción aproximada sería «no como quien aspira al consulado, sino como quien actúa en nombre de los cónsules del año».

nonas. Era el segundo de los tres días referentes del mes. Los romanos determinaban las fechas hacia atrás a partir de los tres referentes, calendas, nonas, idus. Las nonas se producían el séptimo día de los meses largos (marzo, mayo, julio y octubre) y el quinto día de los otros meses; estaban consagradas a Juno.

nundínus, nundinae. Era el día de mercado cada ocho días. Se usaba más en plural que en singular; en circunstancias normales, los tribunales estaban abiertos en los nundinae pero las asambleas no.

nundinum. El intervalo entre un día de mercado y el siguiente, o semana romana de ocho días. Con excepción de las calendas, nonas e idus, los días no tenían nombre en el calendario romano y en ellos figuraban con una letra de la A a la H, siendo probablemente esa A la que indicaba el día de mercado. Cuando las calendas de enero coincidían con el día de mercado, se consideraba un año adverso, pero sucedía pocas veces debido a las intercalaciones y al hecho de que la serie de letras para los ocho días se continuaba sin interrupción entre el último día del año viejo y el primero (calendas) del año nuevo.

Olimpia. El famoso templo de Zeus no estaba junto al monte Olimpo de Tesalia, sino en el río Alfeo en la Élida del Peloponeso occidental.

Opus incertum. Una de las modalidades más antigua de construcción de los muros romanos. Se levantaban dos mampuestos toscos de piedras sin labrar y mortero y el hueco entre ambos se rellenaba con mortero compuesto de puzolana y cal mezcladas con cascajo y cantos (caementa). El opus incertum seguía siendo en tiempos de Sila el método más común para levantar muros, y es de suponer que fuese más barato que hacerlos de ladrillo.