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Él colgó el teléfono.

– Realmente espera mucho de ti, ¿no?

– Espera que haga el trabajo para el que me contrató.

– ¿No se le ha ocurrido a nadie de Windmill Studios que mandarte a ti para convencerme ha sido como mandar un cordero al matadero?

– Yo no lo veo de ese modo. Soy excepcionalmente competente.

Ella oyó su risa ahogada que sonó débilmente diabólica, pero que fue ahogada rápidamente cuando él subió el volumen de la radio.

Escuchar los roncos sonidos del rock and roll en vez de la música inocua que se oía en Shany Acres le produjo un placer tan delicioso que su tensión se desvaneció y casi se estremeció de deleite. Sus sentidos parecían especialmente agudos. Estaba envuelta en el olor acre del after shave de Bobby Tom, sus manos acariciaban inconscientemente los suaves asientos de cuero de lo que él había llamado un Thunderbird 1957 rehabilitado. Y si el coche tuviese un par de dados rosas colgando del espejo retrovisor, todo sería perfecto.

Como había dormido poco la noche anterior, comenzó a cabecear, pero ni siquiera así permitió que sus ojos se cerraran. El que Bobby Tom le hubiera permitido acompañarlo la primera parte del viaje no la llevaba a pensar que lo pudiera persuadir fácilmente de acompañarlo el resto del trayecto. A menos que se equivocara mucho, él tenía intención de deshacerse de ella tan pronto como tuviera oportunidad, lo cual quería decir que no podía perderlo de vista, costara lo que costase.

Sonó el teléfono del coche. Con un suspiro, Bobby Tom oprimió el botón para contestar.

– Hola, B.T., soy Luther Baines -anunció una voz tempestuosa-. Joder chico, espero que no estés haciendo el ganso por ahí.

La expresión dolorida de la cara de Bobby Tom le dijo a Gracie que desearía que Luther hubiera tenido razón.

– ¿Cómo ‘stá, Sr. Alcalde?

– Ligero como una pluma. He perdido cinco kilos desde la última vez que nos vimos, B.T. Cerveza Light y mujeres jóvenes. Demasiado trabajo. Por supuesto, no debemos contarle nada a la Sra. Baines.

– No, señor, no lo haremos.

– Buddy tiene ganas de verte.

– Yo también tengo ganas de verlo.

– Pero, B.T., el comité organizador del Festival de Heaven se está poniendo un poco nervioso. Te esperábamos en Telarosa la semana pasada y necesitamos asegurar que confirmas la asistencia de tus amistades al Torneo de golf “Bobby Tom Denton”. Sé que el Festival no será hasta octubre, pero tenemos que poner en marcha lo de la publicidad y sería bueno adelantar algunos nombres conocidos en los carteles. ¿Podrían ser Michael Jordan y Joe Montana?

– He estado algo ocupado. Sin embargo, creo que podría ser.

– Ya sabes que escogimos ese fin de semana porque no juegan ni los Stars ni los Cowboys. ¿Y Troy Aikman?

– Eh, estoy prácticamente seguro de que asistirá.

– Bien, realmente bien. -Gracie percibió una gran satisfacción en el sonido de su risa-. Toolee me dijo que no te dijera nada hasta que llegaras, pero me gustaría que lo supieras inmediatamente. -Otra risa de satisfacción-. ¡Estamos dedicando el Festival de Heaven a la casa donde nació Bobby Tom Denton!

– Pero hombre,… ¡Luther, esa idea es una locura! No quiero que me dediquéis nada. En primer lugar, nací en un hospital como todos los demás, así que ni siquiera tiene sentido. Sólo crecí en esa casa. Pensé que ibas a detener todo eso.

– Me sorprende y me hiere tu actitud. La gente dijo que sólo era cuestión de tiempo que la fama se te subiera a la cabeza. Ya sabes lo mal que van las cosas aquí y con ese hijo de puta planeando trasladar Tecnologías Rosa, vamos derechos al desastre. Nuestra única esperanza es convertir Telarosa en un lugar turístico.

– ¡Abrir una vieja casa al público no va a convertir a Telarosa en un lugar turístico! Luther no soy el presidente de los Estados Unidos, ¡soy futbolista!

– Creo que has vivido en el norte demasiado tiempo, B.T., demasiado tiempo. Eso ha estropeado tu perspectiva. Has sido el mejor receptor de la historia. Aquí no olvidamos nada de eso.

Bobby Tom cerró los ojos con frustración. Cuando los abrió, dijo con paciencia infinita:

– Luther, dije al consejo que ayudaría con el torneo de golf, pero ya te advierto que no voy a tener nada que ver con eso de “La casa donde nací”

– Claro que sí. Toolee piensa dejar el dormitorio de tu infancia exactamente igual que cuando dormías allí.

– Luther…

– Ahh, y de paso, tienes que ayudar en un libro de cocina para vender en la tienda de regalos. Quieren incluir un capítulo sobre celebridades al final. Ivonne Emerly quiere que llames a Cher y a Kevin Costner y a la gente de Hollywood que conozcas por sus recetas de carne picada o cosas semejantes.

Bobby Tom miró desoladamente la vacía carretera que se extendía ante él.

– Entro en un túnel, Luther, estoy perdiendo la señal. Tendré que llamarte más tarde.

– Espera un momento, B.T. No hemos hablado sobre…

Bobby Tom desconectó la llamada. Con un profundo suspiro, se reclinó en su asiento.

Gracie había estado absorbiendo cada palabra, y ahora rebosaba curiosidad, pero no quería irritarle, así que se mordió la lengua.

Bobby Tom se giró y la miró.

– Venga. Pregúntame cómo logré mantenerme cuerdo entre tanto loco.

– Él parecía muy… entusiasmado.

– Es tonto, eso es lo que es. El alcalde de Telarosa, Texas, es un tonto redomado. Todo eso del Festival de Heaven se ha salido completamente de madre.

– ¿Qué es exactamente el Festival de Heaven?

– Es una celebración de tres días que están planeando para octubre, que forma parte de un alocado plan para resucitar económicamente a Telarosa por medio del turismo. Han arreglado el centro del pueblo, han abierto una sala de arte de pinturas del Oeste y un par de restaurantes. Hay un campo de golf bastante decente, un rancho de recreo y un hotel mediocre, pero eso es todo.

– Has olvidado “La casa donde nació Bobby Tom Denton”.

– No me lo recuerdes.

– Parece bastante desesperado.

– Es una locura. Creo que la gente de Telarosa tiene tanto miedo de perder sus trabajos que se han quedado sin cerebro.

– ¿Por qué le llaman Festival de Heaven?

– Heaven es el nombre original del pueblo

– Algunas comunidades religiosas parecen haber tenido una gran influencia en la fundación de algunos de los primeros pueblos el Oeste.

Bobby Tom se rió entre dientes.

– Los vaqueros lo llamaron Heaven [8] porque allí se encontraban los mejores burdeles entre San Antonio y Austin. No fue hasta principios de siglo que los ciudadanos más respetables del pueblo lo llamaron Telarosa.

– Ya veo. -Gracie tenía una docena de preguntas más, pero sospechó que él no estaba de humor para conversar y como no quería irritarle se mantuvo en silencio. Se le ocurrió que ser una celebridad tenía sus inconvenientes. Si esa mañana era un ejemplo, un montón de gente horrible parecía andar detrás de Bobby Tom Denton.

El teléfono sonó. Bobby Tom suspiró y se frotó los ojos.

– Gracie, contesta por mí y dile a quien quiera que llame que estoy en el campo de golf.

A Gracie no le gustaba mentir, pero él parecía tan desesperado que hizo lo que le pidió.

*****

Siete horas más tarde, Gracie se encontraba mirando con súbita desilusión la puerta roja de un bar de carretera de Memphis que se llamaba Whoppers.

– ¿Llevamos recorridos cientos de kilómetros para acabar aquí?

– Será muy educativo para ti, señorita Gracie. ¿Has estado en un bar alguna vez?

– Por supuesto que he estado en un bar. -No vio necesidad alguna de decirle que había sido en un respetable restaurante. Ese bar lucía un letrero de neón con una M rota destellando en una ventana sucia y la acera llena de basura. Como la había llevado con él más tiempo del que había esperado, no quería llevarle la contraria, pero tampoco podía abandonar su responsabilidad.

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[8] Heaven significa El cielo. (N de T)