Выбрать главу

Él sonrió ampliamente.

– Cariño, debes dejar de encasillar a las personas. Sólo porque haya sido futbolista no significa que no sepa el alfabeto. Entré en la universidad con una media bastante buena y saqué por méritos propios un titulo en economía. Aunque normalmente me averguenza presumir, pero estuve en el puesto numero seis de la liga universitaria.

– ¿Por qué no me lo has dicho desde el principio?

– Eres tú quien pensó que no sabía leer.

– ¿Y que querías que pensara? Nadie en su sano juicio firma un contrato para hacer una película sin leer el guión primero. Incluso yo lo he leido y no salgo en ella.

– Es una película de acción y aventura, ¿no? Se supone que soy el bueno, lo cual quiere decir que también estará el malo, la chica y una carrera de coches. Como ahora no nos enfrentamos a los rusos, el malo será un terrorista o un traficante de drogas.

– Un cartel mexicano de la droga.

Él asintió con la cabeza.

– Habrá un montón de peleas, mucha sangre y maldiciones, la mayor parte de ellas gratuitas, eso si, respetando el primer mandamiento. Correré por ahí totalmente viril y la protagonista, siendo estas películas como son, problamente correrá de un lado a otro desnuda y gritando. ¿Estoy acertando hasta ahora?

Él había dado en el blanco, pero no quería incentivar sus malos hábitos reconociéndolo.

– Tú no lo entiendes. Deberías haberte leído el guión para poder entender los matices del personaje.

– Gracie, cariño, no soy actor. No tendría la más ligera idea de cómo ser alguien distinto a mi mismo.

– Bueno, en este caso, vas a ser un ex-futbolista borracho que se llama Jed Slade.

– Nadie se llama Jed Slade.

– Tú lo haces y vives en un rancho de caballos de Texas que le has comprado al hermano de la protagonista, que es una mujer llamada Samantha Murdock. Supongo que sabes que Natalie Brooks interpreta el papel de Samantha. Los de Windmill se consideran muy afortunados de haberla contratado. -Como Bobby Tom asintió con la cabeza, ella continuó-. No sabes quien es Samantha, sin embargo te conoce en un bar y te seduce.

– ¿Me seduce ella?

– Como en la vida real, Bobby Tom, esa parte no te debería molestar.

– El sarcasmo no te va, cariño.

– Sin que tú lo sepas, Samantha te droga cuando te lleva a casa.

– ¿Antes o después de que lo hagamos?

Otra vez, ella lo ignoró.

– Te desmayas, pero tienes la constitución de un buey, y te espabilas a tiempo de ver como está despedezando el suelo de madera de tu casa. Os peleais. Normalmente la podrías vencer con facilidad, pero ella tiene una pistola y tú estás atontado por las drogas. Luchais. Finalmente, comienzas a estrangularla para poder quitarle la pistola y sacarle la verdad a la fuerza.

– ¡Sería incapaz de estrangular a una mujer!

Parecía tan indignado que ella se rió.

– Durante el proceso, descubres que es la hermana del hombre al que compraste el rancho, y que es traficante de drogas para un cartel mexicano.

– Déjame adivinar. El hermano de Samantha decidió traicionar a su jefe, que le descubrió, pero no antes de que escondiera un montón del dinero de la droga bajo el entarimado de la casa.

– Ahí es donde la heroína piensa que está escondida, pero no está.

– El mexicano, mientras tanto, decide secuestrar a la protagonista porque cree que ella sabe donde está escondido. El Viejo Jake Slade…

– Jed Slade -lo corrigió.

– El viejo Jed, será un caballero además de borracho y naturalmente tiene que rescatarla.

– Se enamora de ella -explicó ella.

– Lo cuál da un montón de excusas para tenerla desnuda.

– Creo que tú también tienes una escena desnudo.

– Ni en un millón de años.

capítulo 5

El rancho Lanier había conocido días mejores. Un grupo de edificios de madera con la pintura desconchada se asentaba sobre la seca tierra frente al South Llano River. Las gallinas picoteaban el suelo bajo un viejo roble en el patio delantero. Al lado del granero, un molino con un aspa quebrada giraba lánguidamente bajo el calor de julio. Sólo los caballos bien alimentados en el corral tenían buena apariencia.

Los camiones y remolques de la compañía para hacer la película estaban aparcados cerca de la carretera, y Bobby Tom estacionó el Thunderbird al lado de un remolque gris recubierto de polvo. Cuando salieron del coche, Gracie divisó a Willow de pie al lado de una bobina de cables cerca del generador pórtatil; hablaba con un hombre delgado con pinta de estudioso que llevaba un portapapeles. Los miembros del equipo técnico trabajaban cerca del corral, ajustando unos grandes focos sobre robustos trípodes.

Willow observó como Bobby Tom, casi con dos semanas de retraso, avanzaba hacia ella. Estaba resplandeciente con los pantalones negros, la camisa color coral y un chaleco gris con un ribete de seda brillante. Había añadido una banda de piel de serpiente al stetson gris. Gracie esperaba con ansia que la lengua viperina de su jefa se ensañara con él.

– Bobby Tom.

Willow pronunció su nombre como si fuera poesía. Sus labios se curvaban en una suave sonrisa y sus ojos se encendieron con un placer soñador. Su lengua afilada parecían haberse esfumado y cuando dio unos pasos hacia delante, extendió los brazos para asir sus manos.

Gracie sintió que se sofocaba. Todos las pullas verbales que ella había soportado se abrieron paso en su mente. ¡Bobby Tom era recibido como un héroe cuando era el responsable de todo!

No podía soportar ver como Willow babeaba ante él. Cuando se giró, sus ojos cayeron sobre el Thunderbird. El polvo ensuciaba el rojo brillante y el parabrisas estaba salpicado por la sangre de los mosquitos, pero era el coche más hermoso que había visto nunca. Además de frustantes, los pasados cuatro días también habían sido mágicos. Bobby Tom y su Thunderbird rojo la habían transportado a un mundo nuevo y excitante. A pesar de los conflictos y discusiones, era lo mejor que le había pasado en la vida.

Se dirigió a la caravana de aprovisionamiento para coger una taza de café mientras esperaba que Willow dejara de postrarse a los pies de Bobby Tom. Una mujer de apariencia exótica, con pelo oscuro y largos pendientes plateados, se levantó tras el mostrador. Todo en ella era excesivo, el maquillaje de los ojos, la piel oscura y los brazos desnudos con infinidad de brazaletes de plata en las muñecas.

– ¿Quieres un donut con el café?

– No, gracias. No tengo hambre. -Gracie tomó una taza de poliestireno de una urna.

– Soy Connie Cameron. Te vi llegando con Bobby Tom. -Cuando la chica miró su traje azul marino, Gracie se dio cuenta de que había vuelto a vestirse incorrectamente-. ¿Hace mucho que lo conoces?

Por lo menos la mujer era amistosa, y Gracie decidió que era mejor aclarar cualquier malentendido desde el principio.

– Sólo unos días. Soy una de los ayudantes de producción. Lo escolté desde Chicago.

– Bonito trabajo si lo soportas. -La mirada de Connie era hambrienta al mirar a Bobby Tom a lo lejos-. Pasé algunas de las mejores momentos de mi vida con Bobby Tom Denton. Te aseguro que sabe como hacer que una mujer se sienta totalmente femenina.

Gracie no supo qué contestar a eso, así que sonrió y se llevó el café hasta una de las mesas plegables. Cuando tomó asiento, se obligó a expulsar a Bobby Tom de su mente y pensar en qué nuevas responsabilidades tendría a partir de ese momento. Como los ayudantes de producción estaban en la base de la pirámide, podía acabar trabajando en cualquier sitio, desde mecanógrafa, a chica de recados u otra docena más de trabajos. Cuando vió acercarse a Willow, esperó que su jefa no hubiera decidido enviarla de regreso a LA a trabajar en la oficina. No estaba preparada para que terminara su aventura y pensar en no volver a ver a Bobby Tom nunca le dolía de una manera muy definida…