L.A. Mirror, 5/11/58:
GALLAUDET, ELEGIDO FISCAL DEL DISTRITO; EL MÁS JOVEN EN LA HISTORIA DE LA CIUDAD
No hubo sorpresas: Robert «Llámeme Bob» Gallaudet, de 38 años, antiguo agente del departamento de Policía de Los Angeles y de la Fiscalía que se licenció en Derecho en la Universidad del Estado con cursos nocturnos, fue elegido ayer fiscal del Distrito de Los Angeles, superando a otros seis candidatos con un 59% de los votos emitidos.
Su elección marca un hito en una rápida carrera aliada con la fortuna, sobre todo debido a la dimisión del anterior fiscal del Distrito, Ellis Loew, en abril pasado. Gallaudet, entonces acusador favorito de Loew, fue nombrado interinamente para el cargo por el Consejo Municipal, en cuya decisión pesó sobre todo, se comenta, su amistad con Edmund Exley, jefe de Detectives del LAPD. Se espera que Gallaudet, republicano, sea candidato a Fiscal General del Estado en 1960. Es un firme defensor de la ley y el orden y frecuente objeto de ataques de los grupos que propugnan la derogación de la pena de muerte.
El nuevo fiscal del Distrito ha recibido recientes críticas desde otro frente. Welles Noonan, fiscal federal para el distrito de Southern California y citado a menudo como probable oponente de Gallaudet en la carrera por la Fiscalía General, ha declarado al Mirror: «El apoyo del fiscal Gallaudet a la ley de Juego en el Distrito, actualmente frenada en la Cámara del Legislativo del Estado de California, está en abierta contradicción con su pretendida filosofía de firmeza contra el crimen. Esta ley (es decir, la propuesta de legalizar establecimientos de juego, restringidos a determinadas zonas controladas por las fuerzas de la Policía Local, donde se permitirían las cartas, las máquinas tragaperras, las apuestas fuera de los hipódromos y otros juegos de azar, aunque sometidos a fuertes impuestos estatales) es una vergüenza moral que perdona el juego compulsivo bajo el disfraz del provecho político. Se convertirá en un imán para el crimen organizado y exhorto al fiscal Gallaudet a dar marcha atrás en su apoyo a la medida.»
En una conferencia de prensa para anunciar su próxima gala de celebración de la victoria, que tendrá lugar dentro de dos noches en el Coconut Grove del hotel Ambassador, Gallaudet desautorizó a sus críticos, en especial al fiscal federal, Noonan. «Miren, apenas acaban de elegirme para este cargo y ya está haciendo campaña contra mí para llegar a ser Fiscal General. Sobre mi futuro político, sin comentarios. Mi comentario sobre mi elección para la Fiscalía de Distrito de Los Angeles: mucho ojo, delincuentes. Y ánimo, angelinos: estoy aquí para hacer de esta ciudad un refugio pacífico y seguro para todos sus habitantes respetuosos de la ley.»
Revista Hush-Hush, 6/11/58:
¡HOLA, DODGERS!!! ¡ADIÓS, CHUSMA DESHARRAPADA»!
Enteraos, gatitos y gatitas, chicos y chicas: a nosotros nos gusta el pasatiempo nacional tanto como a cualquiera, pero esto ya es pasarse. ¿Es que esa gran señora, la Estatua de la Libertad, no tiene una especie de lema inscrito a sus pies, algo así como: «Dadnos a vuestras masas pobres, hacinadas y desheredadas, que anhelan ser libres»? Veamos, la geografía de la Costa Este no es nuestro fuerte y es evidente que ya estáis hartos de esa palabrería patriótica. Mirad, aquí todo el mundo quiere una casa fija para los Dodgers, incluidos nosotros. Pero… nuestra iconoclasia nos dicta que tomemos otro enfoque distinto, aunque sólo sea para ver si con esto aumenta nuestra venerada «cuota de mercado». ¡Protesta social en las páginas de Hush-Hush! ¡Habían dicho que eso era imposible! Recordad, queridos lectores, que la primera noticia la habéis leído aquí.
Enteraos: El Consejo Municipal de L.Á. se dispone a desahuciar de sus chabolas de tablas y chapa ondulada el enclave, enraizado de antiguo, de aparceros mexicano-americanos improductivos, empobrecidos e impetuosamente machistas que ocupan Chavez Ravine, ese Shangri-La sombrío y envuelto en contaminación. Esos artistas del bate, nuestros ídolos, los Dodgers, se trasladarán allí tan pronto como se despeje la polvareda y se construya el estadio… ¡Y entonces tendrán un nuevo hogar desde el cual dominar el gallinero de la Liga Nacional! ¡Estupendo! ¡Vosotros contentos, nosotros felices! ¡Hala, Dodgers! Sí, pero, ¿qué será de esos desposeídos, de esa gente arrojada a la delincuencia por los Dodgers, de esos mexicanos desprotegidos por la Administración?
Noticia: el servicio de Tierras y Caminos del Estado de California paga a los chabolistas 10.500$ por familia como gastos de realojamiento, apenas la mitad de lo que cuesta un cuchitril viejo en lugares tan pintorescos como Watts, Willowbrook y Boyle Heights. El servicio de Tierras y Caminos también está examinando con ánimo emprendedor diversas propuestas de instalación de tugurios presentadas por promotores inmobiliarios rápidos y rapaces: ¡posibles «Casas del Taco» y «Tascas de la Enchilada» donde los Atracadores del Burrito expulsados del penoso cobijo de Chavez Ravine podrían vivir en un esplendor barato de barrio bajo, cantando fandangos en sus ratoneras sin medidas contraincendios!
Hemos oído el rumor de que entre los emplazamientos que se barajan están esas caballerizas convertidas en celdas que se utilizaron para encerrar a los japoneses internados durante la Segunda Guerra Mundial, y en un motel de bungalows reconvertido de Lynwood, amueblado con camas en forma de corazón y esos espejos de marco dorado de pacotilla. ¡Oíd, esos lugares recuerdan esta redacción de Hush-Hush!
¡Eh! Aquí, en el centelleante y sensacional Sunset Strip, los alquileres se han puesto por las nubes y hemos oído que algunos desposeídos decepcionados y disgustados han cogido el dinero y se han vuelto a México adelantándose a la fecha definitiva de desahucio, ¡y han dejado abandonadas sus chabolas! ¡Bien, Hush-Hush podría trasladar a ellas su centro de operaciones! De esta manera podríamos incluso bajar el precio de nuestra revistucha. ¡Si os tragáis eso, terminaremos vendiéndoos un Pendejo Penthouse y un Chevrolet Chorizo a estrenar!
Pero bien, volviendo a los asuntos serios, parece que los poderes fácticos de Los Angeles han mandado a un personaje a conversar con los muchos residentes que aún siguen en Chavez Ravine, a repartirles chucherías y a intentar convencerles para que se trasladen antes de la fecha fijada para el desahucio y sin necesidad de requerimiento judicial. Ese personaje es Reuben Ruiz, un popular boxeador del peso gallo clasificado en el octavo lugar de la categoría, según la Ring Magazine. Un hombre cuyo probado pasado turbulento se apresura a descubrir Hush-Hush.
Ejemplo:
Reuben Ruiz cumplió condena en el reformatorio Preston por robo juvenil.
Ejemplo:
Reuben Ruiz tiene tres hermanos: Ramón, Reyes y Reynaldo (¡Dios, cómo les gusta ese sonido a los mexam!), y los tres tienen condenas por robo con allanamiento y/o tirones callejeros en sus historiales.
Ejemplo:
Reuben Ruiz fue un testigo protegido durante la investigación sobre el boxeo, de corta vida, que llevó a cabo recientemente el brillante fiscal federal, Welles Noonan. (Seguro que recordáis esa investigación, amigos jazzeros: otro testigo saltó por la ventana mientras el detective del LAPD encargado de su custodia echaba una cabezadita.)