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– No.

– ¿Y de un hermano llamado así?

– No.

– ¿De un hombre que la pudiera estar siguiendo, o grabando sus palabras, o escuchándola a escondidas?

– No, pero…

– ¿Pero qué?

– Pero oí a un hombre en la habitación de al lado, llorando. Quizá fue mi imaginación, pero era como si estuviera escuchándonos. Era como si lo que oía le afectara.

Bingo. El mirón.

– ¿Vio al hombre?

– No.

– ¿Le oyó decir o murmurar alguna palabra en concreto?

– No.

– ¿Mencionó la chica a otros miembros de su familia?

– No, sólo dijo lo que he declarado y lo que ha oído usted en esa grabación. Agente… ¿de dónde la ha sacado? Yo… no quiero que mi esposa oiga…

– ¿Está seguro de que no mencionó a un tal Tommy?

– ¡Por favor, detective! Me está gritando.

Cambio de actitud:

– Lo siento, señor Kaltenborn. Sargento, ¿tiene alguna pregunta?

El sargento (esa bestia estúpida, acariciando el arma):

– Hum, no… -Se mira las manos.

– Señor Kaltenborn, ¿la chica llevaba un ABRIGO DE PIELES?

– No, llevaba unos pantalones ajustados de torero y una especie de blusa barata.

– ¿Dijo que le gustaba el STRIPTEASE?

– No.

– ¿Mencionó que frecuentaba un club negro llamado BIDO LITO'S?

– No.

– ¿No dijo que desnudarse de un CÁLIDO ABRIGO DE PIELES era el éxtasis?

– No. ¿Qué pretende usted…?

Junior bajó las manos. Estuve atento por si desenfundaba.

– Señor Kaltenborn, ¿mencionó la chica si conocía a un POLICÍA RUBIO DESPAMPANANTE que antes era boxeador?

– No, no dijo nada parecido. Y no… no comprendo su interés por esas preguntas, oficial.

– ¿Dijo si conocía a un policía artista de la extorsión con AFICIÓN a los jóvenes rubios?

HUIDA…

Junior gana la puerta, cruza el pasillo con la pistola desenfundada. Salgo, le persigo, corro…

Llegó hasta su coche, jadeante. Le alcancé, le inmovilicé la mano del arma y eché su cabeza hacia atrás.

– Te dejaré salir de todo esto. Te retiraré del caso Kafesjian antes de que jodas aún más las cosas. Podemos hacer un trato ahora mismo.

Cabello engominado. Junior se desasió agitando la cabeza. Unos faros desviados iluminaron su cara de drogado escupiendo salivazos.

– Esa puta mató a Dwight Gilette y tú lo estás ocultando. Ainge dejó la ciudad y yo quizá tengo el arma que usó la chica. Tú estás colado por esa puta y estoy convencido de que empujaste a ese testigo por la ventana. No hay trato. Y ya verás cómo os amargo la existencia a ti y a esa puta.

Le agarré por el cuello y apreté para matarle. Obsceno: su respiración, sus labios echados hacia atrás para morder. Me retiré ligeramente, en un descuido. Un rodillazo. Me doblo, sin aliento; a patadas, ruedo por el suelo. Neumáticos derrapando sobre la grava.

Unos faros: Jack Woods sale en su persecución.

Los Angeles Oeste, tres de la madrugada. En casa de Junior -cuatro viviendas adosadas de una planta-, todo a oscuras. Ningún Ford de Junior aparcado en las proximidades. Uso la ganzúa, enciendo las luces.

Dolorido desde la entrepierna hasta el pecho: darle una paliza, matarle. Dejé las luces encendidas. Que lo supiera.

Cerré la puerta y recorrí la vivienda.

Salón, comedor, cocina. Muebles a juego: meticuloso. Limpieza, mugre: mobiliario de formas angulosas, polvo.

El fregadero: comida mohosa, cucarachas.

El congelador: cápsulas de nitrato de amilo.

Ceniceros llenos de colillas -la marca de Junior- con manchas de carmín.

Cuarto de baño, dormitorio: lúgubre, equipo de maquillaje: el color del lápiz de labios coincidía con el de las colillas. Una papelera, rebosante de pañuelos de papel manchados de rojo de labios. Una cama revuelta. Cápsulas vacías sobre las sábanas. Levanté las sábanas: una Luger con silenciador y un consolador sucio de mierda debajo.

Libros de bolsillo en la estantería: Como los chicos, A la griega, Deseo prohibido.

Un baúl cerrado con candado.

Una foto en la pared: el teniente Dave Klein en uniforme del LAPD. Sigo el pensamiento de un marica. Zoooom:

No estoy casado.

Ninguna pasión por una mujer hasta Glenda.

De Meg, no podía saber nada.

La Luger, sonriendo: «Adelante, dispara a algo.»

Disparé. Un silencio a quemarropa: rompió el cristal/desconchó el yeso/me desconchó a MÍ. Disparé al baúclass="underline" astillas/nube de cordita. El candado voló.

Hurgué en el interior. Pilas de papeles ordenados: Junior, el meticuloso. Lento inventario.

Copias:

El expediente personal de Johnny Duhamel. Informes de capacidad de Dudley Smith: todo de primera. Peticiones de nombramiento: Johnny para el trabajo de las pieles, referencias al robo clasificadas. Extraño: Johnny no había estado nunca en Patrullas; de la Academia, había pasado directamente a la brigada.

Más Duhameclass="underline" programas de boxeo, músculos de lujo. Papeles de la Academia, prueba 104: Junior le había contado a Reuben Ruiz que él había enseñado a Johnny. Todo sobresalientes (amor ciego de marica: el estilo de redacción de Duhamel era infame). Más papeles sobre el trabajo de las pieles: informes de Robos… Era posible que Junior se adelantara a Dudley; debía de haber descubierto que Johnny era el ladrón y Dud no se había dado cuenta.

Una declaración formaclass="underline" Georgie Ainge acusa a Glenda del 187 de Dwight Gilette. El teniente D.D. Klein elimina la prueba; Junior apunta el motivo: lujuria. Agarro esas hojas y la información sobre cajas de seguridad que hay debajo: era posible que Junior tuviera documentos de reserva guardados en algún banco. Ninguna mención de la pistola ni de huellas de Glenda en un arma; quizá Junior guardaba la pistola como carta de reserva.

Polvo de yeso posándose; mis disparos habían rozado algunas tuberías. Diversos expedientes, tarjetas de fichero:

Expediente número uno: el trabajo del Búho nocturno, el asunto de los cuatro muertos del jefe Ed Exley. Expediente número dos: diversos casos de Exley entre el 53 y el 58. Conciso: el Times, el Herald; meticuloso.

¿POR QUÉ?

Las tarjetas: fichas de identificación del LAPD; impresos de datos estándar de diez por quince. «Nombre», «Situación», «Comentarios», llenos de siglas. Fui interpretándolas mientras las leía:

Todas las situaciones eran «F.D.P.»: Fern Dell Park, probablemente. Iniciales, ningún nombre. Números, de artículos del Código Penal de California: conducta lasciva y depravada.

Comentarios: coitus interruptus «homo», multa y cobro inmediato por parte de Junior (metálico, joyas, porros).

Sudoroso, casi sin aliento. Tres tarjetas juntas, sujetas con un clip. Iniciales: T.V. Comentarios: el arresto de Touch Vecchio; conceder a Junior facultades para la extorsión:

Touch llama a Mickey C. desesperado y muerto de hambre. Está impaciente por hacer algo «por su cuenta»; ha estado tramando su propio plan de extorsión. El proyecto: Chick Vecchio, a buscar favores de mujeres famosas; Touch, a buscarlos de maricas célebres. Pete Bondurant, a tomar fotos y aplicar la presión: escupe o los negativos llegan a Hush-Hush.

Escalofríos. Mal asunto. El teléfono: un timbrazo, cuelga, un timbrazo. La señal de Jack.

Cogí el supletorio de la cabecera de la cama.

– ¿Sí?

– Dave, escucha. Seguí a Stemmons al Bido Lito's. Se reunió con J.C. y Tommy Kafesjian en la trastienda que tienen allí. Les vi exigirle información y pesqué algunas palabras antes de que cerraran la ventana.

– ¿Qué?

– Lo que oí fue a Stemmons hablando. Se ofreció a proteger a la familia Kafesjian (dijo precisamente eso, «familia») de ti y de alguien más, pero no pude captar el nombre.

Quizás Exley, a juzgar por los papeles.