– Deberías haberme escuchado.
Briony vio la determinación en su cara mientras se deslizaba en los arbustos. Iba tras Tyrel. Sin vacilación. Rodó hacia atrás, directa al borde del techo, girando en el aire de la forma que lo haría durante una actuación, para caer sobre sus pies. Se apresuró por la esquina del trailer y corrió hacia su hermano.
Luther salió de las sombras, golpeando el arma lejos de la mano de Tyrel, el cuchillo brillaba cuando cortó brutalmente su yugular. El cuchillo falló por media pulgada cuando Tyrel se echó hacia atrás. Hizo un par de volteretas para poner varios pies de distancia entre ellos, pero Luther fue igual de rápido, cubriendo la distancia de un sólo salto, el cuchillo apuñalaba deprisa, una y otra vez, cortando los brazos de Tyrel mientras este trataba de defenderse contra un ataque increíblemente rápido.
La sangre salpicó en todas direcciones, las gotas golpearon a Briony cuando salió del jardín para golpear a Luther con el canto de la mano en el pecho, poniendo su peso detrás y usando cada onza de adrenalina y fuerza realzada que tenía. La apuñaló con el cuchillo mientras caía. Briony sintió la mordedura de la hoja a lo largo del antebrazo, pero se mantuvo yendo directa a él, pateando sus manos para tratar de deshacerse del cuchillo. Erró su brazo, pero lo clavó en sus costillas.
Mientras atacaba de nuevo, captó un movimiento por el rabillo del ojo. Ron emergió, cojeando, el arma en la mano. Briony saltó hacia Tyrel, tirándolo hacia atrás mientras Ron disparaba varias rondas en rápida sucesión. Briony y Tyrel golpearon el suelo, rodando lejos para protegerse.
Luther se levantó y miró hacia las jaulas de los animales, donde la gente estaba empezando a girar la cabeza.
– Esto no ha acabado -gruñó Luther-, y cuando consiga poner mis manos sobre ti, vas a desear estar muerta.
Briony mantuvo la cabeza baja, tratando de no estar enferma, el dolor estrujaba su cabeza casi tan mal como el día que había encontrado a sus padres. ¿Era posible que Luther pudiera amplificar lo que estaba sintiendo?
Tyrel acarició su pelo.
– ¿Cómo estás de mal, cariño?¿Te cortó?
Esperó hasta que escuchó el coche marcharse antes de sentarse, meciéndose de delante a atrás.
– Pasará, Tyrel. No puedo tener un ataque, no sé que le haría al bebé -alzó la mano para presionar la palma contra la cabeza. La sangre goteó de forma constante.
Tyrel juró.
– Eso es profundo. Necesitas puntos.
– Tal vez deberíamos llamar al doctor Sparks -sugirió Briony un poco histérica y se inclino y vomitó otra vez.
El sonido de pasos anunció la llegada de sus otros hermanos. Seth se agachó y la arrancó de la hierba mojada, mientras Ruben le envolvía el brazo en su camisa.
– ¿Cómo está de mal, Tyrel? -preguntó Jebediah-. Estás herido gravemente.
– Son poco profundos -confirmó Tyrel-pero Briony necesita puntos.
Jebediah juró.
– Llévala a la casa. Os curaré a ambos y luego tenemos que marcharnos.
– ¿Dónde vamos a ir? -preguntó Ruben-. ¿Por qué están de repente detrás de Briony?
– Ella cree que mataron a Mamá y a Papá -dijo Jebediah-. Y estoy empezando a pesar que tiene razón. Saca todo lo de la caja fuerte y vámonos ya.
– Jebediah -la voz de Seth los detuvo a todos. Estaba de pie en la entrada de cuarto de Jebediah.
Se giraron despacio para mirarle. Se echó atrás para permitirles ver el caos en el trailer. El lugar había sido revuelto y la caja fuerte abierta, el contenido desaparecido.
– Había tres de ellos -susurró Briony-. No pude olerlos -miró a sus hermanos con miedo en la cara-. ¿Quién es esa gente?
Capítulo 8
Briony miró fijamente por la ventana la lluvia torrencial. La pequeña villa donde Jebediah los había llevado pertenecía a un viejo amigo de sus padres, un actor de un circo ahora retirado. Habían viajado la mayor parte de la noche para llegar allí y llegaron cansados, enfadados e irritables. Estar en los confines cerrados del coche había sido un infierno para Briony. Sus hermanos estaban enfadados, asustados y preocupados. Tyrel tenía dolor y trataba de esconderlo. Nadie dijo ni una palabra sobre la muerte de Tony, pero estaba en la mente de todos. Ella vomitó tantas veces que Seth empezó a maldecir, frustrado por todas las paradas que tuvieron que hacer.
– ¿Briony? -Tyrel estaba en la entrada-. ¿Estás lista para hablar o necesitas estar a solas por un momento?
Se giró para mirar a su hermano, el amor por él la abrumó por un momento. Siempre preguntaba y eso significaba mucho para ella.
– ¿Qué estás haciendo levantado? Creí que estarías profundamente dormido por ahora -deliberadamente se enroscó sobre el sofá para indicar que no le importaba la compañía.
– Estaba durmiendo, pero mis brazos dolían así que subí a buscar alguna aspirina. Te traje alguna por si acaso -levantó la tableta y un vaso de agua.
– Gracias, Tyrel, aprecio lo atento que siempre eres. No estoy realmente segura de que debería tomar una aspirina. No pregunté a Sparks cómo cuidar del bebé -le dirigió una sonrisa pesarosa-. Nunca se me ocurrió que fuese a tener un bebé, por eso nunca investigué qué hacer si me quedaba embarazada. No querría tomar nada que pudiera ser dañino.
Tyrel se dejó caer en la silla opuesta a ella.
– Todavía no puedo creer que vayas a tener un bebé. No tenía ni idea de que estuvieses viendo a alguien.
– No lo estoy, no exactamente. No puedo estar alrededor de alguien lo suficiente para intimidar con ellos por norma.
– ¿Estás diciendo que Tony no es el padre?
Agachó la cabeza, mirando sus manos.
– Le dije a Sparks que era él. Quería ver su reacción. Estaba actuando tan raro y no quería nombrar al verdadero padre, por eso usé el nombre de Tony -miró a su hermano, vio horror en su mirada-. Lo juro, no sabía que lo iban a matar.
– Briony -Tyrel puso su mano sobre ella en un esfuerzo por reconfortarla-. Por supuesto que no lo hiciste.
Con alguien más, Briony se habría alejado, pero Tyrel era siempre genuino. Podía fácilmente leer sus pensamientos llenos de amor y preocupación. Dejó que su mano permaneciera sobre ella aunque fuera incómodo.
– Lo que hicieran esos hombres, no es culpa tuya. Nadie podía saber que iban a hacerle daño a Tony. Teníamos que habernos imaginado lo que querían.
Briony frunció el ceño.
– Primero creí que querían al bebé, pero entonces el hombre grande, Luther, pareció enfadado de que Tony fuese el padre. Incluso dijo que me prometieron a él, que se había presentado voluntariamente para ser el donante del esperma -se frotó las sienes-. Tengo el extraño presentimiento, que se suponía que iba a tener a un súper niño.
En vez de reírse de ella, Tyrel asintió con la cabeza.
– Tiene sentido si piensas en ello, Bri. Puedes correr más rápido que nadie que conozca y eres más fuerte incluso que Jebediah.
Briony respiró profundamente y se humedeció los labios.
– Creo que fui un experimento, genéticamente realzada. No creo que fuese la hija de Whitney después de todo, Tyrel.
Tyrel se sentó en la silla, con una mirada seria. Antes de que Sparks hubiera querido secuestrarla, cualquiera de sus otros hermanos se habría reído y acusado de ver mucha ciencia ficción, pero Tyrel siempre se tomaba todo lo que decía en serio.
– Nunca tuvo sentido para mamá que Whitney insistiese en cederte su doctor. Eso la molestó, especialmente cuando te volviste más mayor. Viajábamos mucho, y era un inconveniente esperar que Spark volase para verte cuando teníamos un doctor viajando con nosotros.
– Odiaba ir con Spark -Briony tembló y miró su brazo envuelto por una gasa-, creo que esto fue un accidente. Honestamente creo que Luther te habría matado, pero no creo que me quieran muerta después de todo. Creo que soy la portadora del bebé.