Briony permaneció muy quieta en sus manos, parecía demasiado íntimo tener sus manos sobre su estómago, cubriendo a su hijo, protegiéndolo, todavía no había dicho nada, no le dio indicación de lo que estaba pensando o sintiendo. Pero era obvio que no iba a dejarla marchar.
– Kadan Montague nos ofreció protección, pero no sé nada de él.
El cuerpo de Jack se sacudió y sus brazos se apretaron a su alrededor.
– Nadie va a quitarnos este bebé -corrigió.
Briony se mantuvo rígidamente lejos de él.
– ¿Vas a pedir un test de paternidad?
– Dices que el bebé es mío, entonces es mío.
Briony cayó contra él con alivio. Podía sentir las lágrimas quemando tras sus ojos. No se había dado cuenta cómo había estado manteniendo la compostura bajo un control tan rígido. Respiró profundamente y trató de detener un temblor repentino.
– Pensé que, si estuvieras dispuesto, podríamos resolverlo.
Jack ignoró su declaración, fijando su mirada en Jebediah.
– ¿Volasteis al aeropuerto principal? ¿Es cómo llegasteis?
– No, tuvimos miedo de hacerlo. Whitney se las ha arreglado para encontrar a Briony en cualquier lugar donde la escondimos. Todos mis hermanos volaron a los Estados Unidos, alquilaron coches, y fueron en diferentes direcciones con la esperanza de despistarlos. Tuvimos mucho cuidado para evitar que alguien nos siguiera, pero son buenos. Tyrel estuvo cerca de ser acuchillado y es bueno. Briony salvó nuestros culos esa vez, pero está preocupada por recibir un golpe en el estómago y perder al bebé. Nos encontraron de nuevo en la villa y estuvo cerca de agarrar a Briony, así es como consiguió el moratón de la cara. Le dio un puñetazo.
Las manos de Jack fueron a sus hombros.
– ¿Luchaste con alguien con un cuchillo mientras llevabas a nuestro bebé? -se mordió la lengua mientras aguantaba la reprimenda, las palabras todo el rato resonando en su cabeza. Le dio un puñetazo. Esperaba que Luther encontrara a Briony otra vez porque Jack iba a estar justo allí, y si el hombre quería golpear a la mujer, le iba a dar una lección de forma que nunca lo olvidara.
Briony se movió lejos de Jack, forzándolo a dejar caer las manos.
– ¿Qué esperas que haga? ¿Ir dócilmente hacia ellos? ¿Dejarles matar a mi hermano?
– Tus hermanos son chicos grandes. La única cosa de la que necesitas preocuparte es de mantener a salvo al bebé.
Dio dos pasos hacia atrás.
– He estado manteniendo al bebé a salvo, chico listo. Tú saliste corriendo, después de follarme, ¿recuerdas? Ser el padre biológico no te da derecho a darme órdenes. De hecho no tienes derechos que tengan que ver conmigo. Te pedí ayuda para proteger al bebé, no alguien que me mande.
Jack se estremeció por dentro mientras le devolvió las palabras a la cara. Había cometido un gran error usando esa palabra, implicaba que hacer el amor con ella no significaba nada después de todo para él. Trató de parecer segura, pero había vacilado, sólo un poco, diciéndole que no estaba acostumbrada a usar ese tipo de lenguaje, ni aún alrededor de sus hermanos. Estaba mucho más protegida que su primer pensamiento, y sólo hizo el hueco entre ellos mucho más amplio.
Ignoró su arrebato mientras se volvía hacia Jebediah.
– ¿Rastrean especialmente a Briony, o a todos vosotros?
– Creo que a Briony -dijo Jebediah.
– No puedo imaginarme cómo me rastrean -interrumpió Briony-. He examinado mi ropa e incluso mi joyería. He sido cuidadosa.
– Seguro como el infierno que no nos siguieron hasta aquí -dijo Jebediah. Era fácil ver el rastro trasero en la carretera serpenteante. Miró alrededor inquietamente-. Sólo tengo un mal presentimiento sobre esa gente, Jack. No quiero que pongan sus manos sobre mi hermana.
– No serás capaz de comunicarte con ella por un tiempo -dijo Jack.
– Podemos instalarnos algo seguro -Briony dijo contradiciéndolo.
Jack sacudió la cabeza.
– Vamos a hacerlo a mi manera. Ninguna comunicación entre tú y tus hermanos. Jebediah sal de aquí y vuelve a Europa inmediatamente. Cuando sepamos que estás a salvo, Briony, contactaremos con ellos.
– Esto no va a funcionar -dijo Briony calmadamente-. No me preocupa lo mal que se ponga, quiero saber que mi familia está a salvo todo el tiempo y ellos necesitan saber cómo estoy.
¡Hola! Estoy un poco cansado de sentarme aquí con mi dedo en el gatillo. ¿Los quieres muertos o vas a invitarlos a la casa?
No estás en forma, Ken. Entra. Es suficientemente seguro. No dejaré a la mujer irse. Se quedará con nosotros.
Y un demonio. Hasta que no estés a cubierto, me quedo fuera.
– ¿Me has oído? -le desafió Briony-. Te pido ayuda, no un dictador.
– Te escucho -Jack se encogió-. No creo en discutir, así que no va a ser un problema. ¿Dónde están tus cosas? -pudo respirar de nuevo.
No tenía que encontrar la fuerza para dejarla marchar una segunda vez. No tenía que comprometer su honor para forzar su conformidad. Había tomado la decisión por sí misma. Los nudos en su estómago empezaron a relajarse.
¿Y qué has querido decir, con que se queda con nosotros? Había sorpresa en la voz de Ken cuando asumió el mensaje de Jack.
Lleva a tu sobrino o sobrina. Había una inmensa satisfacción en revelarle las noticias a su hermano. Decírselo a su hermano, hizo las noticias verdad.
Sagrada mierda, Jack. Podías habérmelo dicho. ¿Qué demonios has hecho?
– Sólo traje una pequeña bolsa y está todavía en el SUV. Si alguien estaba mirando, no quería que pensara que tenía intención de estar por mucho tiempo. Además, voy a hacerme mucho más grande y necesitaré nuevas ropas, así que no tenía mucho caso traerme un montón de cosas -Briony se frotó las sienes-. ¿Con quién estás hablando?
La cabeza de Jack se levantó. Nadie había sido capaz de decir cuando estaba hablando con su hermano. Lo habían estado haciendo desde que podía recordar. En vez de contestarla, cogió su muñeca, su toque gentil esta vez.
– ¿Tienes dolor de cabeza? -sus dedos rozaron sus sienes exactamente los mismos puntos que ella había estado frotando.
– Ha sido un viaje largo y estoy cansada -dijo Briony.
– Estuvo bastante enferma en el camino hasta aquí -dijo Jebediah.
Jack se quitó la camisa y se la tendió a Briony.
– Quiero que te desnudes. Quítate todo incluyendo la ropa interior, joyería y el reloj. Ponte mi camisa y dale a tu hermano el resto de las cosas. Mi camisa será suficientemente larga para taparte.
– Ah, por el amor del cielo, no voy a quitarme la ropa y desfilar alrededor con tu camisa. Comprobamos por micrófonos y no encontramos nada. Sus tatuajes brillaron para ella en la oscuridad. No podía menos que mirar su pecho, a las cicatrices terribles talladas tan profundamente en sus fuertes músculos. Su mirada viajó hacia abajo, siguiendo una serie de cuchilladas hasta la pretina de los vaqueros antes de que pudiera detenerse.
Sus ojos se oscurecieron, mirando fijamente su cara.
– Estaré más que feliz de ayudarte si no puedes por ti misma.
Hubo una nota seductora en la orden, y el cuerpo de Briony respondió. Su mirada saltó a la de él. Sintió una ráfaga de calor. Sus pechos dolieron. Había una humedad de bienvenida entre sus piernas. Justo como esto. Una nota en su voz. Quitándole la camisa. Incluso cuando estaba siendo un bastardo, su cuerpo le deseaba.
Se retiró, dando varios pasos lejos de Jack, hacia su hermano.
– No va a funcionar. Pensé que eras razonable -miró a Jebediah-. Fue un error venir aquí.