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Briony no hizo preguntas. El frió helado de su voz la previno -Jack estaba más que enfadado con ella. Miró hacia la derecha y la izquierda para asegurarse de que estaba sola. Y subió a las ramas bajas de un árbol. Escalando rápidamente al pabellón más espeso, cambiando colores para mezclarse con el follaje. Llevaba un pantalón beige y una camiseta gris suave y beige. Esperaba que los colores neutros ayudaran a camuflarla entre las densas hojas.

No era que olvidara que estaba en peligro -era sólo que se sintió segura- estúpido, estúpido error. Había acudido a Jack Norton por lecciones de supervivencia. Y tenía la impresión de que iba a recibir una que nunca olvidaría. No había nada políticamente correcto en Jack, era muy capaz de violencia extrema, pero nunca jamás, ni por un instante pensó que pudiera lastimarla y ¿de dónde venía esa confianza?

Briony se aplastó contra el árbol, tratando de figurarse cómo y por qué estaba con Jack ¿Por qué encajaban tan bien? Porque ella sabía lo que ellos eran -aun cuando él no- y ella se aferraría a eso cuando él viniera a ella ferozmente enojado por su estupidez.

El viento era más fuerte en el pabellón, y ella inhaló, esperando coger el olor de cualquier intruso y calcular donde estaban Jack y Ken. A Jack, lo descubrió enseguida, moviéndose rápidamente hacia ella. Había algún otro, alguien que no se bañaba a menudo y olía como a animales, sudor acre y suciedad

Hay un hombre justo al sur de ti Jack.

Su advertencia no fue necesaria. Jack sabía la ubicación precisa del hombre vagando por su propiedad. Y sabia por el olor quién era, silbó y señaló a Ken que girase alrededor y se pusiese detrás del intruso. Quédate donde estas, no quiero que te vea.

Ken se movió hacia la posición, adaptándose a las altas ramas del árbol, rifle en mano, el ojo en la mira. Es el viejo Brady.

Jack juró por lo bajo. Podría ser una trampa, podría ser que ese bastardo usara a un anciano desvalido, vigila tu espalda Ken y mantén un ojo en Briony.

Estoy cuidando tu espalda, se cuidadoso. Lo cogeré si tengo que hacerlo

Jack apretó los dientes para evitar insultar a su hermano. Tomó una profunda inhalación y la dejó ir, dejando que el hielo remplazara la descarga de adrenalina a través de sus venas. Haremos esto de acuerdo al libro Ken. No tenemos opción, ella es primero, tu vas después yo sacaré al enemigo y tu protegerás a Briony.

Tú serás padre Jack, tu vida…

No me jodas argumentando esto conmigo, ve al objetivo primario y provee protección.

Por primera vez en su relación de trabajo Ken dudó. Jack medio retrocedió otra orden y continúo corriendo, hasta que estuvo a un par de yardas del intruso. Usaba el color del bosque en su piel y sus ropas reflejaban su entorno así que era casi imposible verlo. Se congeló en su lugar, sin hacer ningún ruido, esperando que el viejo montañés fuera a él. Ken no tenía otra opción que proteger a Briony y dejar el blanco a Jack

Brady O`connor había vivido en el bosque más de treinta años, había vivido mayormente en una cueva varias millas al este de los límites de la propiedad Norton. Vivía de atrapar animales y comer raíces. Algunas veces acudía a Jack y a Ken cuando tenía hambre, principalmente durante el invierno o cuando estaba herido y necesitaba ayuda médica, no hablaba mucho y hasta donde Jack sabía, él tenía poco contacto con cualquiera fuera de la montaña.

Si él no está solo, ellos son buenos, no puedo ver a nadie. El bosque está quieto; animales y aves en sus asuntos, yo digo que está solo, reportó Ken.

Jack no pudo detectar la esencia de otro ser humano a través del desgarrador olor que Brady emanaba. Esperó hasta que el hombre estuvo casi enfrente de él antes de dar un paso fuera de las sombras.

– Brady que te trae por aquí.

El viejo se detuvo, retrocedió con un respingo.

– No te había visto ahí Jack -los apagados ojos fueron de derecha a izquierda-. ¿Esta Ken por ahí? Él dijo que tenías algo extra del jardín este año.

Se lo dije hace tres semanas, confirmó Ken cuando Jack le pasó la información.

– Podríamos arreglar una bolsa de comida para ti Brady -dijo Jack-. ¿Has visto a alguien en las últimas semanas? ha estado tranquilo aquí.

El viejo sacudió la cabeza.

– Viajeros y excursionistas no suben mucho. Cosa buena. Demasiada condenada gente si me preguntas.

El radar interno de Jack centelleó a la carga.

Demasiada condenada gente Ken, compartió la respuesta con su hermano. No me gustó la manera como lo dijo

Ni a mi, quédate con él, Jack yo le traeré las provisiones.

La hoja yacía contra la muñeca de Jack donde no podía ser vista. Estoy en posición, hazlo rápido y saquémoslo de aquí. Le indico el suelo.

– ¿Te gustaría sentarte y esperar a Ken?

– No tengo café.

– Él te lo traerá -de nuevo Jack envió la información a Ken

– Ahora que lo mencionas, he visto a alguien curioseando por las cascadas hace un par de días creo que ellos tomaron mis provisiones, me escondí en el sótano de raíces -el viejo se rió de su propio chiste, su sótano de raíces era de hecho una red de raíces en una pequeña caverna junto a las cascadas.

– ¿A quién has visto curioseando por ahí Brady? ¿Qué parecían buscar?

– Gran tipo, hablaba realmente bajo como tú lo haces.

– ¿Buscaban algo?

Brady se encogió.

– Sólo quería saber acerca de alces. Dijo que era cazador pero no estaba cazando alces.

– ¿Cómo lo sabes?

– Hay pistas en todas partes pero él no las miró, creó que tomó mis provisiones, ví una pista parcial en la cueva y era suya y esta era realmente suya maldito ladrón.

Las provisiones son la gota usual.

– Le echaré un vistazo Brady. Mientras tanto tome lo que Ken le dará y vaya a su sitio de invierno. Ken dejará la bolsa para usted en el lugar habitual. Si el tipo grande quisiera decirles a los Guardabosques donde está, ellos no serán capaces de encontrarlo.

Brady cabeceó y refunfuñó para si. Intercambiaron algunas bromas más y Brady se retiró, Jack lo siguió cuidando mantenerse fuera de su vista, mientras Ken recuperaba a Briony.

Ella saltó de las ramas de un árbol, aterrizando encogida, con la mirada tocando los duros ángulos y planos de la cara de Ken mientras confirmaba.

– Estás enojado conmigo.

Le tomó la muñeca y comenzó a caminar llevándola con él.

– Estoy condenadamente molesto, pero más enojado con el imbécil, así que puedes respirar tranquila, no te descabezare como mereces.

– ¿Estás enojado con Jack?, pero yo hice esto, nos puse en esta posición, no él.

– No, él solo se aseguro que me alejara de dónde nadie va dispararme mientras él corre todos los riesgos, es tiempo de que se deje de esa mierda.

El aliento se le atoró en la garganta.

– Debí tener más cuidado, lo siento Ken, ni siquiera tu debiste estar en peligro por que quería dar un paseo.

Antes de que Ken pudiera responder, Jack vino a grandes pasos por el patio, se movía rápido, fluidamente como una musculosa máquina de pelea, la cara oscura por la ira.

Para horror de Briony, los hombres se lanzaron, caras duras, mandíbulas, ojos grises tan turbulentos como una tormenta de relámpagos. En ese momento parecían exactamente como poderosos guerreros antiguos igualmente parejos

Ken lanzó su puño a Jack, un duro aguijonazo en la cara, Jack apenas reparó en ello y cerró ambas manos con fuerza en el pecho de su hermano. El golpe meció a Ken pero dio un paso acercándose, no alejándose, mirando fijamente a los ojos de Jack.