Выбрать главу

– Vete al infierno -Jack rompió-. No cambias los procedimientos en medio de una misión, hacemos lo de siempre, es como permanecemos vivos, sabes eso, pon tu cabeza en su lugar.

– No me esconderé detrás de ti nunca más, Jack si algo va mal…

– ¿Qué clase de basura estas diciendo? Has estado cuidando mi espalda mi vida entera no escondiéndote detrás ¿toda mi vida se irá el infierno?, ¡y tú!…-la cara de Jack giró hacia Briony, con furia en todas las líneas de su cuerpo. Avanzó hacia ella, sus dedos le sujetaron los brazos como un torno-. Nunca olvides que estás en una situación de combate, ni por un minuto ¿me entiendes? podrías haber muerto o haber causado la muerte de alguien -puntualizó cada palabra con una dura sacudida-. Esto no es un juego Briony, alguien te quiere en un laboratorio, dónde podrían experimentar, no solo contigo sino con nuestros hijos.

Ondas de miedo, no de enojo, salían de él. No comprendía que usaba su furia azotándose en rabia para librarse del sentimiento de terror que su desaparición le causara, ella sintió un estremecimiento recorrer por su cuerpo y vio que él estaba pálido bajo su bronceado, la mayor parte de él, pudo ver el terror por ella detrás del frió glacial en sus ojos ahumados.

– Lo sé, lo siento -dijo encontrando su mirada fijamente, esperando que él supiera que ella entendía-. Siento haberte asustado, seré más cuidadosa Jack.

Bajó los brazos como si lo quemara alejándose de ella, y sacudió la cabeza.

– Condenada, no hagas eso, no me mires de esa manera -se alejó dos pasos más de ella.

Lo miraba con algo muy cercano al amor en sus ojos, desarmándolo, haciéndolo sentir desnudo y vulnerable, sin una salida para el terrible miedo que puso en él.

Miedo. Sentía la bilis en su boca, retorciéndose en sus tripas hasta que su único recurso fue la acción de quitárselo. Se dio la vuelta y la dejó dirigiéndose al taller y a su bolsa de entrenamiento, algo que podría golpear hasta que sus manos estuvieran ensangrentadas y estuviera demasiado condenadamente cansado para pensar más.

– ¿Por qué lo golpeaste Ken? -preguntó Briony.

– Porque él valora mi vida más que la suya.

– ¿Y tú no sientes lo mismo por él?

– Yo no te tengo a ti y a los bebés, debería de considerar eso ahora entes de ponerse en la línea de fuego.

– No creo que eso vaya a cambiar, y no entiendo, era solo un viejo -le dijo Briony a Ken-. No debería estar tan enojado.

– Piensa Briony, siempre tienes que pensar, el viejo viene aquí a menudo por comida o si necesita atención medica, lo conocemos y lo dejamos entrar en nuestra propiedad. No es exactamente correcto nunca, ha estado solo mucho tiempo, pero es un hombre decente. Si Whitney quiere averiguar dónde estás, ¿qué mejor forma que usar a Brady? Él nunca sabría que ellos lo usan. Colócale una videocámara y dale la idea de que tiene que vernos, y ellos tienen un espía en el campo enemigo.

Se llevó la mano a la garganta.

– ¿Crees que harían algo como eso no es así?

– Whitney ha visto nuestros archivos, Briony no es entupido, porqué arriesgarse enviando hombres sin asegurarse de que estás aquí y observar la disposición también ¿notaste que no lo trajimos hasta la casa? Nunca lo llevamos hasta la casa. Le damos alimentos y provisiones, pero no en la casa eso ellos no lo sabían.

– Que terrible es vivir así, ¿no crees que es ser un poco paranoico?

– Hemos obtenido objetivos en casi cada país en el mundo, Briony, y no importa que tan secreto sea nuestro estatus, nuestros nombres se han filtrado un par de veces en el pasado. Alguien viene por nosotros de tanto en tanto. Esto es nuestro modo de vivir, y si vas a quedarte -tiene que hacerse tu modo de vivir también.

– ¿Y el bebé?

– Bebés -corrigió-, aprenderán, les enseñaremos.

– Esto es lo que él quiso decir cuando dijo que yo sería una responsabilidad -ella alzó la vista hacia Ken-, ¿él sabía que alguien podría usarnos para perseguirlo, verdad? ¿Si ellos nos capturaran y torturaran, él haría cualquier cosa para recuperarnos, verdad?

– Te protegeríamos a ti a y los niños. No podrías estar más segura con nadie más. Jack y yo, ambos estaríamos entre tu y cualquiera que trate de dañarte.

– ¿Pero quién vigilaría para ustedes? He traído mas peligro sobre ustedes de más formas de las que imaginé.

– Jack y yo somos familia, siempre seremos familia, siempre velaremos uno por el otro, si tú y los pequeños viven aquí, eres parte de esa familia así de simple.

– ¿Estás de acuerdo en tenerme aquí, revolviendo tu vida, Ken?

– Diablos si, tú lo haces feliz, no puedo recordarlo feliz -una suave sonrisa curvo su boca, pero no encendió sus ojos-. Y puedes cocinar, ¿hiciste la cena o no? -había una nota de esperanza en su voz.

El fantasma de una sonrisa, que hacia juego con la de él se extendió por su cara. No podía culpar a Jack por estar enojado con ella. No había pensado que vagaba por los bosques sola, pero debía haberlo hecho, y ciertamente no había considerado que Whitney podría usar a un viejo medio loco montañés para engañar. Pero lo recordaría y nunca saldría de su mente de nuevo. Ella aprendería sus modos, era lista, rápida y fuerte y deseaba pertenecerle a Jack.

– Pondré unos biscuits en el horno, y mientras limpiamos ya estarán listos -ella dudó -. ¿Vas a llamar a Jack?

– No, tú. Cuando la cena este lista, solo llámalo, no le dejes pensar en esto, ya pasó, terminó.

– Realmente lo siento Ken.

– Lo sé cariño, no es un modo fácil de vivir y Jack debería darte un pequeño respiro, pero no lleva bien el miedo y tú lo asustaste.

– Lo sé.

Ken colocó su brazo alrededor de ella y caminó a la cocina

– ¿No temes que él se enoje más?

– ¿Por qué te pase el brazo? Tendrá que aprender a vivir con ello, siento afecto por ti, y voy a demostrarlo, Jack es parte mía, él te ama y tú lo haces feliz, créeme, siento afecto por ti, solo por eso, pero no es sexual, y él debería averiguar con que puede vivir y con que no -le dejó caer un beso en la frente-. Es bueno para él ver que no es tan malo como piensa que es.

Briony se lavó las manos y puso los biscuits en el horno.

– Te preocupaba que viniera a vivir con ustedes al principio, puedo sentirlo.

Ken se encogió.

– Jack es, Jack. No se sabe nunca como va a reaccionar a algo. Esta es una situación completamente nueva para nosotros, y francamente no sabía como iba a reaccionar. Él siente las cosas mucho más profundamente que la mayoría de la gente, o no siente en absoluto. Es un rasgo difícil para él tener que vivir con eso.

Briony tomó un baño rápido y se vistió con suaves pantalones y una blusa con la que le gustaba dormir, después regresó apresuradamente a la cocina a sacar los biscuits antes de que se quemaran. Le tomó mucho trabajo juntar valor: la cena esta lista Jack, ven a comer, trató que no le temblara la voz, trató que sonara normal, pero sabía que Jack se daría cuenta que estaba alterada. No podía hablarle telepáticamente y él no saberlo.

Ken aspiró el aire con apreciación.

– Estoy enamorándome locamente de tí Briony.

Ella forzó una sonrisa al colocar el pote de guisado en medio de la mesa.

– Espero que la mujer que al fin consigas sepa cocinar.

Por un instante su sonrisa se apagó pero se recuperó rápido.

– Como vamos a vivir juntos podría enseñarle.

– Que suerte la mía -escuchó la puerta abrirse detrás de ella y supo inmediatamente que Jack había entrado al cuarto. Había estado golpeando la pesada bolsa, olió sudor, sangre y el fuerte olor masculino que lanzó a sus hormonas cuesta arriba. Sintió vértigo, su mirada saltó a la de él, su corazón golpeando en la garganta.

– Huele bien -comentó Jack, sus ojos grises observándola de cerca, cruzó directamente hacia su lado sin dejar de mirarla.