Выбрать главу

Sus ojos se ensancharon y otro tiro de liberación la atravesó cuando él presionó el amplio eje de su erección en ella. Las llamas amenazaron con consumirla, corriendo sobre su cuerpo, en su interior y fuera, entre sus piernas, sobre su vientre, hasta sus pechos y pezones. Estaba aplastándola con el placer, dándole la vuelta y ella nunca sería la misma.

Su cara se elevó sobre la de ella, oscura por la pasión, los ojos como el acero, las manos le agarraron las caderas cuando su duro eje comenzó a empujar pulgada a pulgada a través de los tensos y espasmódicos músculos, mientras despacio invadía su canal. Un gemido estrangulado escapó de la garganta mientras él miraba hacia abajo su estirado cuerpo tan tenso a su alrededor.

– Estate conmigo, dulce. No luches conmigo.

Ella no comprendía que estaba retorciéndose debajo de él, cada movimiento de su cuerpo, cada tensión de sus músculos enviaba choques de placer, placer tan intenso que bordeaba el dolor.

– Esto es demasiado, Jack. Me pierdo -su voz era ronca y con pánico mientras se ahoga con las palabras.

Él se retiró y casi se le paró el corazón: entonces, sin preámbulo, él se condujo a través de los lisos y los tensos pliegues para enterrarse profundamente. Briony gritó su nombre, las manos clavándose en las sábanas para anclarse mientras su cuerpo latía a su alrededor, arrastrándose hacia él, tensándose y quemándose con un fuego que nunca podría sacar. Él era despiadado, manteniendo sus caderas para que aceptara los duros empujes. El fuego rabió más caliente, la tensión la dejó sin aliento hasta que estuvo segura de que se rompería en un millón de pedazos. Su cabeza golpeaba de un lado a otro y retorcía los dedos en las sábanas, intentando agarrarse, pero él era implacable, empujándola más lejos, hasta que ella casi sollozó por la liberación.

– Jack. Jack -ella cantaba su nombre-. Por favor.

– Puedes tomarlo, nena, todo. Todo ello, todo de mí -la presionó con fuerza, estimulando su área más sensible deliberadamente, sintiendo la reacción inmediata de su cuerpo, la repentina tensión de sus músculos a su alrededor, contrayéndose más y más duramente, hasta que la furia del orgasmo los meció a ambos. Se impulsó por su cuerpo, su estómago y sus pechos, las ondas de choque enviadas por sus muslos y una serie de temblores principales por su ingle, hasta que exprimió sus músculos como una prensa, obligando a su caliente liberación a llenarla con calientes salidas a chorro.

Jack luchó para tomar aliento, las caderas en sus manos, el cuerpo enterrando profundamente hasta las pelotas, exactamente como él lo necesitaba, la verdadera paz adaptándose a su corazón y su mente por primera vez desde que podía recordar. Su pulso corría, y por un momento pensó que podía haber muerto, podía haberle dado un infarto, con el placer disparado por su cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza.

– Hijo de puta, Briony.

Ella respiró.

– Sí, yo también -ella cerró los ojos y fue a la deriva en la tormenta sensual de sus pequeños temblores. Ella lo sintió moverse, saliéndose de ella, arrastrándose a través de sus sensibles nervios, para que ella se estremeciera otra vez con olas de placer y luego le pasaba un paño mojado entre sus piernas.

Jack la recogió como si no pesara en absoluto, cambiándola de posición de regreso a la parte superior de la cama y poniendo la sábana y la cubierta sobre ella. Esta vez él se deslizó debajo de las cubiertas con ella, colocando su cuerpo alrededor del suyo.

– Pienso que vamos a tener que buscar el vigoroso sexo. El libro decía que estaba bien, pero nuestro sexo no puede ser del que ellos hablan.

Ella se acurrucó más cerca de su calor, su corazón todavía corría descontroladamente, el cuerpo todavía tan sensible que hasta el sentir las sábanas contra su acalorada carne causaba que sus músculos se apretaran con placer.

– No sobreviviremos a otra ronda así, Jack; al menos yo no.

Él tomó su boca, suaves besos apacibles de tranquilidad.

– Este fui yo amándote, nena y aun no he empezado.

Capítulo 16

La ventana junto a la cabeza de Briony estalló, esparciendo cristales a su alrededor. Algo la tiró al suelo en el mismo instante en que la segunda y la tercer ventana estallaron. Jack envió rodando a Briony fuera de la cama hasta el suelo, cubriéndola con su cuerpo cuando el humo proveniente de una lata que rebotaba y saltaba por el suelo, invadió la habitación.

¡Ken!

Estoy en ello.

No respires, Briony, conserva los ojos cerrados. No respires. Si tienes problemas, házmelo saber, te ayudaré.

¿Cómo han podido encontrarme? No lo entiendo. No deberían haber podido encontrarme.

No te asustes, nena. Sabíamos que vendrían en algún momento. No es gran cosa.

Jack estaba tan tranquilo. Ella apretó sus ojos cerrados y contuvo el aliento, deseando haber logrado tomar aire cuando cayó al suelo. Quiso alcanzarlo, aferrarse, pero le oyó moverse con algún propósito alrededor del cuarto.

¿Qué estás haciendo?

Necesitaremos tus ropas, el libro infantil y algunas cosas. Metió unos vaqueros y una camisa a la fuerza en sus manos y empujó sus zapatos cerca antes de ponerse sus propias ropas.

¿El libro infantil? ¿Estamos siendo atacados y recoges tranquilamente el libro infantil? ¡Jack, estás chiflado! Necesitamos armas.

Tengo armas escondidas en reserva; estaremos bien. Jack sonó tan tranquilo como si estuviera actuando. Simplemente quédate quieta y mantén los ojos cerrados. ¿Ken? ¿Dónde diablos estás?

Entran por la fuerza por la sala de estar. Envía a Briony por el túnel.

Jack reunió las últimas prendas en la mochila y apartó la alfombra para levantar una trampilla con un movimiento fluido, ensayado. No había nada apresurado en sus movimientos deliberados. Golpeó ligeramente a Briony en el hombro.

Tres pasos hasta la trampilla y después salta. Sé que no puedes ver dónde aterrizarás, pero confía en mí, es seguro. Puedes abrir los ojos una vez que estés en el túnel. No hay gas allí aún. Cuando llegues al suelo, sigue el túnel. Ken te encontrará.

La sostuvo al borde del agujero, dejándola tantear el espacio vacío con el pie. Sintió la boca de él en su cuello, una caricia de sus labios que parecía una despedida. ¡Un momento! ¿No vas a venir conmigo? Jack, ven conmigo.

Él ignoró el miedo y la desesperación en su voz. Estaré pronto allí. Ve, cariño. Haz lo que te digo. La atrajo hacia él y besó su boca, manteniéndola cerca. Sal de aquí antes de que se nos acabe el tiempo.

Briony vaciló y Jack la dejó caer en la oscuridad. ¡Jack!. Su alarmada protesta fue más brusca que otra cosa cuando aterrizó hecha un ovillo, a la espera de que sus ojos se ajustaran a la oscuridad.

Vete de aquí, cariño. Tengo trabajo que hacer.

Mantente con vida, Jack. Por mí. Mantente con vida.