El sonido de un helicóptero aumentó en fuerza mientras los hombres de Whitney se acercaban.
La infantería tomando posiciones a las nueve y doce en punto, informó Ken.
Jack le dio a Briony una pistola y varios cargadores de munición. No desaproveches esto, nena. Dispara a matar. Atrapó su barbilla, mirándola a los ojos. ¿Me entiendes? Dispara a matar. Ken y yo te escudaremos de las repercusiones. No las emocionales, eso era imposible, pero harían lo que pudieran.
Helicóptero descendiendo. Lo podían ver gravitando sobre la gruesa arboleda de árboles, el viento azotando las hojas y las ramas cimbreándolas. Gruesas sogas cayeron del portal abierto y varios hombres empezaron a descender rápidamente hacia la seguridad de los árboles.
Briony ahogó un grito de alarma cuando se oyó el primer disparo, seguido estrechamente por un segundo y luego un tercero. Jack la alcanzó y tiró bruscamente de ella hacia abajo para que se colocase inclinada en la tierra entre los dos hombres. Tres de los soldados descendentes cayeron instantáneamente, chocando violentamente contra las pesadas ramas. Ken serenamente abrió fuego con un cuarto disparo, y Jack mató a un quinto soldado. Ocurrió tan rápido que ella no hizo más que mirar, pistola en mano.
El helicóptero viró en un esfuerzo para proteger a los soldados restantes. Ambos Jack y Ken dispararon haciendo huir al pájaro mecánico, colocando sus disparos con cuidado y precisión. Casi inmediatamente el negro humo onduló y el helicóptero se salió fuera de control.
¡Ve! Jack la tiró bruscamente hacia atrás, empujándola rumbo al claro. Quédate a cubierto pero moviéndote hacia delante.
Corrieron varios pies y soldados repentinamente pulularon a su alrededor en la tierra. Por un momento, Briony se desesperó, pues le parecía imposible penetrar a través de sus líneas, pero luego Jack lanzó una granada y la tiró a la tierra, cubriéndola con su cuerpo mientras el mundo explotaba alrededor de ellos. Rápidamente, estaba de pie, disparando desde la cadera y corriendo con ella otra vez.
Briony se percató de que ambos hermanos escudaban su cuerpo con el de ellos mientras corrían, y anticipaban donde estaba el enemigo y lo que hacía. La experiencia en la batalla real contaba más que la que había logrado al entrenar. Cuando apuntaba, uno de los hermanos ya había disparado. Continuaron avanzando, lanzando explosivos, disparando a los soldados, siempre en marcha. El humo formaba remolinos espesos alrededor de ellos, y los hombres gritaban de dolor. Era la primera vez en su vida que estaba en una situación real de combate, y era horrible.
Un hombre la atacó por detrás, y Jack se aproximó rápidamente, cuchillo en su puño, rajando rápidamente la garganta del soldado mientras él caía con Briony. La sangre salpicó sobre ellos, pero el hombre ni parpadeó. Simplemente la puso de pie y continuaron corriendo. Estaba en la mente de Jack y esperaba miedo por ella, horror por lo que tenía que hacer, pero sólo había calmada determinación, ninguna emoción, como si fuera la máquina aniquiladora que Luther le había llamado.
Briony enlazó su mente con la de Jack para seguir su indicación. Su vista se aclaró, y ella apuntó y disparó, preparándose sicológicamente para la violenta reacción a la violencia. Cuando nada pasó, escogió otro blanco y disparó otra vez. La batalla se enardeció rápida y furiosa, mientras se inmovilizaban.
Estoy bajo de municiones, informó Ken.
Joder. Yo también. Tendremos que conservarlas e ir mano a mano. Briony, permanece fuera de la pelea si es posible. Jack les hizo señales hacia delante, y se apresuraron con rumbo al claro.
¡A tu izquierda, a tu izquierda! advirtió Ken mientras sonaba un disparo. Al lado de ella, Ken vaciló, tropezó, y cayó.
Jack cambió de dirección hacia él, pero giró de regreso para hacer frente el ataque que venía desde su izquierda, un hombre grande, moviéndose rápido, cada pieza realzada. Luther. Salió de la maleza, su cuerpo borroso a medida que aceleraba hacia ellos.
Huye, Briony. Llega al borde del claro y quédate a cubierto hasta que el helicóptero llegue. Era Ken el que le daba la orden.
Jack y Luther chocaron duramente, manos golpeando fuera las armas mientras trataban de derribarse el uno al otro. Eran como dos osos enormes, Luther rugiendo, Jack silencioso mientras peleaban con puños y pies.
Vete de aquí Ken. Jack sonó calmado, al mismo tiempo que daba una patada redonda que tiró a Luther a tierra. Luther comenzó a rodar y se puso de pie, enjuagándose la sangre de la sien. Le miró y sonrió.
Briony dio vueltas, tratando de alcanzar a Ken. Sal cagando leches. Ella rasgó su camisa y se encorvó a su lado, metiendo la pistola cargada a la fuerza en sus manos. Todavía tengo otro cargador. ¿Cómo de malo es, Ken?
Sangro como un cerdo apaleado.
No podemos consentir eso. Encontró la herida de entrada, en lo alto de su muslo. No se veía bien para ella. Cogió un cinturón y un palo e hizo un rápido torniquete, la contorsión apretada para interceptar el flujo de preciosa sangre. Unos cuantos minutos más, Ken, y tendremos ayuda.
Ponme de pie. Puedo hacerlo. Sería embarazoso si Jack tuviese que cargarme fuera de aquí.
Briony sintió una fuerte oleada de adrenalina cuando le ayudó, pero su cuerpo se encogió, casi arrastrándola al suelo. La pistola corcoveó en su mano dos veces, el sonido ensordecedor. Sería más bochornoso si tuviese que llevarte yo. De pie, Ken. Tenemos que conseguir salir ahora. Usó su voz más severa, sintiendo como se le escapaba mientras vacilaba hacia la inconsciencia. Jack contaba con ella confiándole a su amado hermano y no le fallaría. Le puso un brazo alrededor y lo levantó.
Ken hizo un esfuerzo hercúleo, apoyándose en ella, la pistola disparando conforme ellos mitad corrían, mitad cojeaban hacia el claro donde aterrizaba el helicóptero. Briony le llevó hasta el límite de la vegetación arbórea, y cuando vio al equipo de Caminantes Fantasmas brincando del helicóptero, se sentó con Ken.
– Necesita un médico ahora mismo. Pierde sangre.
– Entra en el helicóptero, Briony -pidió Kadan.
Era el lugar más seguro en la montaña para ella y los bebés, pero aún no lo consideró necesario. En lugar de eso, cambió de dirección sin titubear y corrió a toda velocidad de regreso a Jack.
La encarnizada batalla entre los dos fuertes hombres se desarrollaba adecuadamente combatiendo mano a mano. La pelea era la cosa más brutal que había presenciado alguna vez, dos hombres dando puñetazos y patadas, haciendo literalmente cada cual lo imposible por hacerse pedazos el uno al otro.
Estaba en la mente de Jack y sentía su mortífera determinación. Estaba fuera de la pelea, pero su implacable propósito no lo hacía. No tenía otro pensamiento que matarlo allí. Iba a hacer pedazos con el pie el pecho de Luther y lo hizo. Briony oyó crujir los huesos mientras Luther caía al suelo.
Su estómago dio bandazos con el sonido. No le mates, mi hermana. Nos puede conducir hacia mi hermana.
Aún respirando con dificultad y jadeando, Luther era letal, sacó una hoja larga, un afilado cuchillo de su bota y lo hizo subir hacia la barriga de Jack. Jack saltó hacia atrás, dando vueltas, y fue a matarlo. Briony cerró los ojos, pero escuchó el puñetazo mientras Jack dirigía el puño con cada pedazo de fuerza realzada directo al cráneo de Luther, haciéndolo pedazos. Un segundo puñetazo se abrió paso a la fuerza por la cara de Luther, haciendo más pequeña su nariz y las órbitas de sus ojos astillas pulposas. Fue una metódica, brutal, y deliberada muerte, y ni una vez la mente de Jack gritó para detenerse.