– Si, eso es exactamente lo que pensamos -dijo Ryland.
– ¿Dónde entran Mari y las otras mujeres?
– En un principio eran huérfanas, educadas y entrenadas como soldados. Las necesita para continuar con sus experimentos así como para tener mujeres que pudiera estudiar que no habían sido criadas en familias -dijo Ken-. Cuando decidió que era demasiado difícil emparejar a las mujeres con los hombres, tuvo la intención de emparejarlas con…
– Sé que escogió mujeres y hombres por sus habilidades genéticas y su nivel de inteligencia así como por su fuerza y sus regalos psíquicos y cuales eran aquellos regalos -admitió Lily-. He estado leyendo bastante desde que me quedé embarazada.
– Él fue a por el plan B -dijo Ken, manteniendo su voz plana, calmada y sin críticas, cuando sentía su ira fría y completamente mortal construyéndose con una fuerza que le sacudió-. Está forzando a las mujeres a estar con los hombres con las que estén emparejadas, hombres que son obsesivos acerca de ellas, pero que no tienen verdaderos sentimientos por las mujeres.
La mano de Lily fue hasta su garganta en un gesto defensivo.
– ¿Qué quieres decir con forzar? ¿Violación? ¿Estás diciendo que está consintiendo la violación de mujeres?
– Es ciencia -dijo Ken.
– Creo que voy a vomitar -dijo Lily-. Está dando cáncer a niños, mandando a hombres a la jungla para ser torturados, no puedo aguantar esto. No sé que hacer. -Empezó a llorar silenciosamente-. ¿Cómo puede hacer estas cosas? Seguía pensando que si trabajaba lo suficientemente duro para compensar las cosas que hizo, podría hacerlo de alguna forma mejor, pero no puedo. No para. Sigue haciendo cosas horribles e imperdonables.
– Siéntate por un minuto. -Ryland cogió su mano y la condujo a una silla-. Esto es mucho para ti en este momento Lily.
Sacudió la cabeza.
– No, tengo que saberlo. No puedes ocultar algo como esto aquí. Cuando estaba creciendo, sabía que siempre empujaba los límites, pero creía que sabía lo que estaba mal y lo que estaba bien. Cuando descubrí que nos había cogido de orfanatos, que nos había comprado para experimentar con niños, supe que algo iba mal con él. -Presionó ambas manos protectoramente contra su estómago-. Quería a los bebés, y si tiene la oportunidad, los tomará. Tienes razón. Lo sé. -Sonaba perdida, desesperada.
Hubo un pequeño silencio. Lily suspiró, sus labios se apretaron.
– Tenemos que sacar a las mujeres de allí y tenemos que proteger a nuestros hijos de él.
– Lily -dijo Ken-, creo que tiene un talento psíquico por si mismo.
– Siempre dijo que no lo tenía.
– Pero nadie puede leerlo y como es posible que sepa que bebés tienen talentos psíquicos. Tiene que sentirlo de alguna manera. No hay otra respuesta. Es probable porque siempre ha estado obsesionado con el tema -insistió Ken.
– Nunca lo admitiría, no a alguien -dijo Lily-. No quería ser considerado nada más excepto un hombre de ciencia. El talento psíquico es considerado todavía peculiar, y Peter Whitney nunca querría, en ningún momento, que alguien se riera a sus espaldas.
– Cualquiera que se burle de Whitney está en riesgo de desaparecer -dijo Ken-. Entiendo que estés destrozada por esto, pero la verdad es que, a menos que Whitney muera, ninguno de nosotros va estar a salvo alguna vez, y ninguno de nuestros hijos.
– Necesita ayuda. Podemos ponerlo en un hospital.
– Sabe demasiado. Sabes que está considerado uno de los hombres más inteligentes del planeta. Conoce secretos y tiene amigos poderosos. Podría dar nombres. Nunca lo dejarían en un hospital.
Lily sacudió la cabeza y permaneció en silencio. Ryland mantuvo la mano en su hombro en un intento por consolarla. Sabía que debían matar a su padre. Sus experimentos no pararían hasta que Whitney estuviera muerto. Finalmente estaba aceptando que no había una manera real de salvarle, y Ryland quería ahorrarle la inevitable pena.
Ken compadeció a Ryland. Ken no estaba casado con Mari. Mari no estaba llevando a su bebé. No había tenido tiempo para llegar a conocerla, pero se sentía protector. Ken no sabía que tenía genes protectores en su constitución, o incluso ternura. No sabía que la lujuria pudiera ser tan aguda, urgente e intensa. Esto podría abrazarse dentro de un hombre y comérselo desde el interior. No sabía que la lujuria pudiera estar envuelta con emociones oscuras, celos negros y obsesión, la necesidad de controlar y dominar. No sabía que las emociones más suaves pudieran ser una conexión directa con todo lo oscuro y feo dentro de él y hacerle desear ser un hombre mejor, hacerle necesitar ser el mejor de modo que fuera digno de una mujer, la única mujer.
Ryland había encontrado esas cosas con Lily, y Jack había logrado descubrirlos con Briony. Ken podría querer ser un hombre mejor, pero no estaba seguro de que fuera suficientemente fuerte para vencer sus tendencias más oscuras. Mari no era una mujer sumisa como su hermana. No tenía una naturaleza suave y dulce, dispuesta a comprometerse y suavizar el lado más duro de Ken. Mari lucharía con su naturaleza dominante, queriendo libertad y control, y nunca sería capaz de concedérselo. Cuanto más luchase con él, peor se volvería, hasta que fuese igual que su padre, un monstruo sin igual, hasta que sus peleas fuesen reales y se hiciera un choque de voluntades para ver quien ganaba.
No si te enamoras de ella, Ken. La voz telepática de Jack interrumpió sus pensamientos. No has incluido eso en la ecuación. Briony no me ha cambiando exactamente, pero saca lo mejor de mí.
¿Y si no hubiera nada mejor? Ken miró el pálido rostro todavía a su lado. Parecía muy joven para un hombre como él. Era diferente cuando abría los ojos, y veía sus ojos demasiado viejos, donde leía la misma hambre afilada y necesidad. Entonces podía imaginarse con ella, aunque fuera solo por un momento, pero no como esto, no cuando era tan pequeña y parecía tan frágil.
Entonces el viejo ganó después de todo, contestó Jack duramente. Y tú le dejas.
Que te jodan, Jack.
A ti también. Nunca has huido de una pelea en tu vida. Esta es la más grande, la batalla, la más importante que alguna vez tendrás. ¿Vas a dejársela a Brett? ¿O a Sean? Demonios, si lo haces, Ken, no te la mereces y no eres suficiente hombre para tenerla. Necesita a alguien que la defienda.
Cállate la jodida boca.
Solo juras cuando sabes que estás lleno de mierda.
Ken miró a su hermano. Tú huiste de Briony.
La primera vez, si. No era bastante fuerte para dejarla una segunda vez, y tuve que aprender más de mí mismo de lo que nunca quise saber, y eso fue una cosa buena, Ken, porque aprendí que podría controlar las cosas que herirían a Briony. No quiero verla desilusionada o herida por algo que diga o haga.
¿Y si no pudieras controlarlo?
¿Cómo lo sabes si no lo intentas?
Los ojos de Ken brillaron con amenaza. Sé que no quiero arriesgarme con su vida. Me viste actuar como un animal. Las cosas que quiero hacerle me asustan como el infierno. ¿Si termino por hacerle daño, no crees que sea una victoria para el viejo?
Nunca la herirías. Te conozco mejor de lo que crees. Jack de repente giró su atención a Lily.
– ¿Qué sabes del estrés post-traumático, Lily? ¿Puede un niño sufrir un trauma que cause los síntomas? ¿Y años de rastrear y matar a los enemigos? Y la tortura, Lily, ¿sacaría los síntomas?
Logan y Ryland miraron la cara de Ken, la máscara en parrilla de cicatrices que desaparecían en el cuello de la camisa. Por primera vez en su vida, Ken se sonrojó y fue plenamente consciente de su piel remendada. Se parecía a un espectáculo insólito, cosido para impedir a su cuerpo deshacerse.