Выбрать главу

Ken esperó hasta que se hubo ido antes de consultar con su hermano.

– No voy a ser capaz de aguantar mucho más tiempo antes de entrar para ir tras de Mari, Jack. Tenemos que hacerlo y rápido.

– Sabes que necesitamos más de Inteligencia -dijo Jack-. He pedido las imágenes por satélite del recinto entero así como las imágenes de la cámara de infrarrojos al tiempo que el movimiento de los hombres. Tenemos que tener esquemas exactos del recinto entero, la disposición, la altura de la cerca y Lily necesitará encontrar a quien diseñó los edificios bajo tierra, entonces sabremos a lo que nos enfrentamos antes de exponer al equipo al peligro. Esta base es muy engañosa.

– Son capas. La capa superior es lo que se ve en el mundo exterior.

– Sí, una custodia fácil con unas dependencias y una franja para aterrizar. Tienes que conseguir que Mari te diga que hay por debajo del terreno.

– Te di lo que ella me dijo. Cuatro niveles, Jack. Está hecho de hormigón, por lo que sabemos habrá algunos sitios huecos como los que hemos encontrado en las bases militares. No es tan impenetrable como le gustaría a Whitney.

– Mira, Ken, no podemos entrar violentamente a tiro limpio. Claramente hay civiles que trabajan aquí y Whitney tiene soldados militares regulares surtidos con su propio ejército personal. Me gustaría coger a las mujeres y escapar sin que nadie nos descubra, lo último que tenemos que hacer es golpear o ser golpeados por un amigo.

– Por lo que estoy preocupado, es porque alguien está trabajando en este lugar que es un objeto legítimo de persecución.

– Ellos son soldados que obedecen órdenes. No tienen una pista de que Whitney es un loco. Mi conjetura es que la mayor parte de ellos nunca lo han visto, se han dirigido a él o incluso ni saben que está aquí. Su asignación es de secreto máximo, el emplazamiento lo es, y hacen su rotación y obtienen como alma que se lleva el diablo las oportunidades de presentarlos a sí mismos.

– Sabes, Jack, realmente me importa un bledo. Lo sabes tan bien como yo que cuando has pasado un tiempo en algún sitio, sabes de qué va y si no lo sabes, oyes rumores y adivinas. Al guarda le importa una mierda si unas mujeres inocentes estén siendo usadas para experimentación. ¿Y dónde demonios está la lealtad del equipo de Mari y los demás entrenados?

La voz de Ken se volvió como el hielo. Sus ojos grises fríos como los glaciares. Jack escogió las palabras con cuidado.

– Estoy de acuerdo conque son preguntas que tenemos que contestar, Ken, pero no aquí. Nuestra misión primaria es de recate. Es por eso que estamos aquí.

– Alguien tiene que sacar a Whitney. Sabes que tiene que ser hecho, Jack.

– Sí, lo sé. No quiero ser el que se lo explique a Lily. -Jack tomó un lento trago de agua y dejó que bajara por su garganta, dando a su hermano un poco más de tiempo. Jack era siempre el que tenía una respuesta rápida y la inversión de papeles no era cómoda-. Tenemos mucho trabajo que hacer antes de traer al equipo. Están preparados, Ken, por lo que si queremos sacarla, tenemos que planearlo. Esto estará oscuro en otra media hora más o menos.

– Puedo sentirla. Está muy alterada. He intentado tenderle una mano a su mente, pero no me contesta. Independientemente de lo que pasa, ella no quiere que sepa sobre ello. -La voz de Ken fue forzada-. Y si ella no quiere que sepa sobre ello, es que algo malo está pasando.

Jack automáticamente tocó su mente, como había estado haciendo desde que eran unos niños, tal y como Ken sabía que haría. Ken estaba preparado y mantuvo los escudos altos. No era fácil mantener a Jack a raya: habían sido sombras en la mente de cada uno desde que cualquiera de ellos pudiera recordar, pero ambos habían trabajado mucho para construir escudos una vez se dieron cuenta que otros también tenían el poder psíquico y la práctica les dio resultado.

Jack no necesitaba saber lo cerca que estaba de volverse loco. En aquel momento, Ken no se preocupaba por las otras mujeres o por los inocentes que trabajaban en el instituto de formación profesional, investigadores o guardias. Si Mari no le avisaba que estaba bien muy pronto, entraría a por ella y que Dios ayudara a quien se pusiera en su camino. Se sentía cruel, no frío e impasible. La disciplina estaba saliendo rápidamente por la ventana.

– Ken, ¿piensas que no sé cómo te sientes con ella encerrada con ese loco? -Jack avanzó lentamente hacia una posición mejor, su mirada haciendo un barrido sobre la ruta que el guardia había tomado.

– Whitney fue tras Briony porque estaba embarazada; no la dejó completamente desnuda, ni la puso sobre una mesa de examen para que algún doctor pervertido la fotografiase. Maldita sea. Jack, puedo sentir como toca a Mari. No actúa como ningún doctor a los que he conocido anteriormente. Y Whitney tiene allí a hombres dispuestos a violar a una mujer si no coopera. -Los nudos en su vientre se apretaron en su interior como duras masas que amenazaban con subir y ahogarlo.

– Tienes que distanciarte, hermano -dijo Jack, manteniendo la voz firme-. Conseguiremos la información de Inteligencia y sacaremos a las mujeres cuanto antes. -Ken no contestó, Jack suspiró y le echó un vistazo-. Sabes que entraré contigo y la sacaré si algo fracasa. Dile que… dale alguna cosa a la que aferrarse.

– Si se lo dijera, enloquecería por mí. Está dispuesta a sacrificarse por las otras mujeres. Las considera su familia y no está dispuesta a irse sin ellas.

– Entonces haremos que funcione -dijo Jack-. Yo no te dejaría atrás. No podemos pedirle que haga algo que no estaríamos dispuestos a hacer con nosotros mismos. No sería capaz de vivir consigo misma.

Ken mordió una réplica. Lo odiaba, pero sabía que Jack tenía razón. Quería entrar y arrastrar a Mari sobre su hombro y encerrarla en algún lugar seguro, pero no le podía hacer esto a ella, al menos no ahora mismo. Ella no sería capaz de vivir consigo misma si algo le pasara a las otras mujeres, lo cual quería decir que tendría que sacarlas a todas antes de que se extralimitara y la sacara sin su consentimiento, lo cual le haría casi tanto daño como todos los demás que habían tomado su vida apartándola. Tenía que darle su tiempo y la oportunidad de poner a salvo a aquellas que consideraba su familia.

Mari era una mujer que quería el control de su vida, merecía controlar su vida. Él era un hombre cuyo ser entero exigía tener el control total y absoluto de aquellos que estaban a su alrededor. Sabía que para la gente Jack parecía el gemelo dominante, siempre a la cabeza, Ken había comprendido que Jack necesitaba sentir el control, del modo que lo hacía Mari, y él se había distanciado, velando por su hermano con cuidado, siempre protegiéndolo, proporcionándole el ambiente que Jack necesitaba.

Ken intentó recordar cuando tomó la decisión de ser el hombre que iría por delante de Jack en las situaciones sociales, tuvo que ser después de que su padre hubiera sido asesinado. Había cultivado una sonrisa plana y una rápida intervención. Jack, al igual que Ken, era absolutamente capaz de dar un tiro certero. Era un regalo con el que ambos habían nacido. Trabajaban bien como equipo, cada uno mirando por el otro, Ken dejaba que Jack hiciera -pasara lo que pasara- lo que necesitaba para ser capaz de sobrevivir. Pero hacer lo mismo por Mari era imposible. Necesitaba que estuviera a salvo. Lo necesitaba.

– Vinimos usando el río para evitar que nos detectaran, pero nuestro equipo tendrá que utilizar una gran altura, bajar abriendo los paracaídas -dijo Ken-. Sabes que no van a alzar la vista a no ser que oigan algo, y no oirán nada si nuestros muchachos vienen utilizando HALO [1]. Nuestro equipo está entrenado y preferiría utilizarlos antes que a gente con la que no tenemos familiaridad para trabajar. Podemos tirar de algunas cuerdas y cancelar un vuelo comercial en el último momento. Hay bastante tráfico aéreo regular sobre el área para que nadie pueda percibir una amenaza si tomemos la ruta del vuelo comercial y la altitud. Quienquiera que haga la supervisión nunca sospechará.