Era verdad. Ken no podía ver a ninguno arriesgando su carrera política. Demonios, pasarían tiempo en la cárcel, si no la pena de muerte, junto con Whitney. Sólo Mari, daría su testimonio de la violación y el asesinato de varias mujeres.
No tenía sentido especular. Ryland tendría que acercarse al general, y si no funcionaba, entonces el equipo de Ryland tendría que averiguar en quien podían confiar.
El contralmirante Henderson, el hombre responsable del equipo SEAL de Caminantes Fantasmas, estaba ya bajo investigación, por supuesto no estaba enterado y si no encontraban ninguna prueba en su contra, nunca se lo dirían. Jesse Calhoun trabajaba para averiguar quién había engañado a su equipo y los había enviado al Congo.
Ken miró con atención las paredes alrededor de su tumba de cemento. Después de dejar a Mari, había estado ocupado marcando el camino, así Cami podría conducir a las otras mujeres, cuando Mari diera la señal para escaparse. Trató de encontrar la habitación y los túneles privados de Whitney para poder recuperar las fotos de las mujeres, pero parecía imposible cuando el hormigón terminaba tan a menudo y era arriesgado pasar por la mayoría de las partes.
¿Consiguió Logan los planos del complejo? Ken los quería para destruir las fotos de las mujeres que Whitney les había estado tomando durante años. Es más, quería poner una bala en la cabeza de Whitney. Ya que era una antigua base militar, debían ser capaces de tener acceso a ellos con la autorización del almirante. Si no, Lily se pondrá con ello, es capaz de conseguir lo que quiera. El nombre de Whitney obra maravillas, dijo Ken.
Logan los tiene. Los están estudiando. Son necesarios para realizar el rescate mientras el senador esta aquí. Vamos a tener que adelantar nuestro horario. Sin duda Whitney planea alguna clase de accidente para el Senador Freeman y su esposa.
Tal vez, reflexionó Ken. Pero no querrá una investigación acerca de este lugar. No pienso que ataque aquí al senador. Pienso que hará un intento antes o después de que se marchen. Seria estúpido armar una tormenta de fuego en su laboratorio, y una cosa que no es Whitney… es estúpido.
Tiene que hacerlo parecer un accidente esta vez, dijo Jack. Consigue hablar con Marigold y ver si puede advertir a Violet.
No. Absolutamente no, Jack. Ken fue firme. Avanzó lentamente arrastrando el vientre, cuidándose de una nueva barra que estaba pegada a las paredes, apartando sus piernas y alejándolas. Era fácil perderse en el laberinto, y Mari había estado trabajando en un nuevo plan de fuga con las otras mujeres, cuando temió que le había dicho demasiado a Sean.
No tenemos otra opción. Violet tiene que saber contra qué está tratando. No tenemos un equipo en el lugar para protegerla. Si ella es realmente enemiga de Whitney…
Ken envió a Jack la impresión de disgusto. No, no arriesgare a Mari. Ya ha asumido bastantes riesgos en este infierno. Si Violet trabaja en secreto para Whitney, entonces Mari estará muerta.
Y si no, el senador está muerto, Jack recordó su posición ventajosa en el peñasco. El aire era frío. Lamentaba no poder enviárselo a su hermano atrapado como una rata en las paredes de la prisión de Whitney.
No es mi problema. Francamente, no arriesgaré su vida por alguien que se unió al Senador Freeman. No confió en él o en su esposa. No arriesgaré a Mari. Voy a por lo que quiero ir, a por su familia. Las sacaremos hoy, porque si Sean no muere hoy, volverá esta noche. Lo mataré si le hace algo a ella. Mari sabrá lo bastardo que soy, no estará bien, porque si decide que no me quiere, tendré que secuestrarla para tratar que cambie de opinión.
Jack suspiró. Has sacado al cavernícola sobre mí, hermano.
Mari tiene ese efecto en mí. Y, a propósito, Briony realmente se disgustará si algo le pasa a Mari, y esto afectará tu vida, y acabarás consiguiéndolo por querer que Mari advierta a Violet.
Hombre, estás nervioso. Frialdad.
Ken frunció el ceño. Estaba nervioso. No quería dejar a Mari en aquella celda, encerrada y atrapada como un conejo en una jaula. Cuando Sean podía regresar en cualquier momento. Obligó a su mente a concentrarse en el asunto que tenia entre manos. Hablando de monstruos enfermos y fanáticos, ¿has visto al bastardo?
Jack dio un breve y expresivo resoplido. Ummm, eso significa una negativa. Realmente nunca he visto a Sean.
Te envié una imagen.
Las colas y los cuernos no son exactamente reales. Ken. Me mandaste una foto del diablo.
Ken hizo un ruido grosero, acompañándolo con un gesto grosero que su hermano no podía ver, pero sabría que lo había hecho de todos modos. Hice todo lo posible para darle un empujón a Sean en la fabricación de un intento contra Whitney. Con suerte, matará al doctor, y los hombres de Whitney lo matarán, podremos tenerlos a ambos fuera. Gracias por echarme una mano anoche.
Lo siento, no actué lo suficientemente rápido. Fui a la parte más alta y me enterré, en el caso de que la energía se sintiera más. Debes haber sido completamente limpio.
Ken trató de sentarse, y se golpeó la cabeza con la barra. Juró suavemente y echó un vistazo a sus manos. No había sentido los rasguños cuando se movía por el cemento sin acabar e irregular, dejando manchas de sangre. No importaba. Nada importaba más que sacar a Mari de ahí. Por un par de horas, no pude llegar a Mari y pensé que perdería la cordura. No me di cuenta de que tengo una imaginación tan viva. Estoy aquí tan asustado. El único momento en que he estado tan asustado fue cuándo el hombre de Ekabela cortó mi polla en diminutos trocitos. Nunca lo había admitido. Nunca habló de esto con Jack, pero Jack tenia que saber que no podía estar sin Mari. Tenía que sacarla.
Hubo un pequeño silencio. ¿Ella está bien?
Sean iba a forzarla. Era su amigo, se entrenaron juntos en el equipo de Caminantes Fantasmas. Es obvio que le tenía genuino afecto al hijo de puta, y por engañarla de esa forma… Ken golpeó el cemento con la palma de la mano, tenía que expulsar su cólera de algún modo físico. Jack, está devastada. Ken respiró hondo e hizo retroceder su mente y cuerpo al control. Voy a sacar a las mujeres por el pasillo en el minuto en que me des la señal. Marqué la forma de hacer el recorrido más rápido, pero si consigues tener en la mira a Sean, lo matas.
¿Estás seguro?
Nunca parará. Incluso si no conseguimos a Whitney, y si Whitney le da una orden directa, Sean ira tras de ella. Al final voy a tener que matar al hijo de perra y ella tardará un tiempo en perdonarme
No es una mujer estúpida, Ken. La subestimas. No es que me oponga a matarlo de una u otra forma.
Mátalo, Jack, si tienes la posibilidad.
Jack brevemente apoyó su cabeza en el brazo. Las emociones de su hermano a veces lo hundían; entonces se recuperaba, se retiraba, y se reagrupaba. Pero Ken estaba en punto de ebullición. Comprendido. ¿Esta Mari organizando a las mujeres?
Ken le tendió la mano a Mari. Oye, nena. ¿Cómo lo están haciendo? Este es un gran día para la libertad.
Hubo un corto silencio mientras contaba los latidos de su corazón. Si, lo es. Había una sonrisa en su voz. Todas están excitadas. Les he advertido que no digan a nadie ni una palabra de la nueva ruta de escape, y esperan la señal. Su voz cayó una octava, el sonido que acarició como el terciopelo las paredes de su mente y movió su cuerpo a pesar del cuarto apretado e incomodo. No puedo esperar a estar contigo en tu casa.
Ken cerró los ojos y permitió que el sexy sonido entrecortado y atractivo, pasase por su cuerpo. Podía confesar, en ese lugar donde las paredes lo apretaban y la oscuridad le rodeaba, que había caído con fuerza por Marigold. Esto no tenía nada que ver con el sexo y todo ello era una emoción que amenazaba con ahogarlo. Seguiría negándolo, pero ahora mismo, en este lugar, con su alma y con las paredes de cemento que los separaban, lo admitía.