– No seas ridícula. No estoy preocupada por él. Logan sabe cuidarse solo.
– ¿Entonces por qué estás tan inquieta?
– Me siento como si se me estuviera acabando el tiempo. Tengo que volver el mes que viene a presentarme como testigo contra Lisa Chadbourne en el juicio. No quiero que llegue ese día. Detwil aceptó atestiguar en su contra, pero ella sigue luchando.
– No creo que tengas que dar testimonio.
– Claro que sí.
Bonnie negó con la cabeza.
– Me parece que ella ya decidió que es tiempo de rendirse. Hizo todo lo que pudo por Ben. No va a querer que salga todo a la luz en el tribunal.
– ¿Va a confesar?
Bonnie sacudió la cabeza.
– Pero igual va a terminar.
"Sabré cuándo será el momento de dar un paso al costado… Como hizo Ben", había dicho Lisa.
– No pienses en eso -le recomendó Bonnie-. Te pone triste.
– Pues no tendría por qué ser así. Hizo cosas terribles.
– Te resulta difícil porque ella no era como Fraser. Te asusta saber que las mejores intenciones pueden dejar lugar al mal. Y lo que ella hizo fue muy malo, mamá.
– Creo que te hubiera podido encontrar, mi amor. Creo que hubiera cumplido con su promesa.
– Y te hubiera matado.
– Tal vez no. Tal vez yo hubiera encontrado la forma… Lo siento, Bonnie, quizá si no hubiera tenido tantas ansias de atraparla, podría haber hecho algo para…
– ¿Quieres terminar con eso? Me lo paso diciéndote que eso es importante solamente para ti. No es algo que cuente.
– Sí que es importante. -Eve tragó saliva. -Cuando no viniste… Quiero decir, cuando no soñé contigo pensé que podías estar enojada. Porque no elegí traerte a casa cuando tuve la oportunidad.
– ¡Por favor! Me alegré que no te sometieras a ella. Pero todo ese padecimiento por el que pasaste después fue una gran desilusión para mí. Joe tiene razón, has dado un primer paso. Elegiste la vida en vez de un montón de huesos, pero todavía tienes un largo camino por adelante.
Eve frunció el entrecejo.
– Hace tiempo que no sé nada de Joe.
– Creo que pronto tendrás noticias de él. Me parece que encontró a Timwick.
– Otro que irá al tribunal.
Bonnie negó con la cabeza.
– No va a querer que te pongas mal, mamá. Timwick simplemente va a desaparecer. -Bonnie ladeó la cabeza y se quedó mirándola. -Te lo tomaste muy bien. Has aceptado esa faceta de Joe.
– No me gusta, pero es mejor que fingir ser ciega.
– Creo que aceptarías prácticamente cualquier cosa si significara seguir teniendo a Joe en tu vida. Todos los demás podrían desaparecer, pero Joe tiene que estar allí. ¿Alguna vez te preguntaste por qué?
– Es mi amigo. -Bonnie rió.
– Cielos, qué obstinada eres. Bueno, pues me parece que tu "amigo " vendrá pronto.
Eve trató de contener la emoción.
– ¿Cómo lo sabes? Te lo dijo el viento, supongo. O te lo dijeron los relámpagos de la tormenta de anoche.
– Sabes, Joe es un poquito como una tormenta. Está lleno de relámpagos. Cada tanto estalla, y después se calma. Es interesante. ¿No te alegra que venga?
¿Alegrarla? Dios, ver a Joe otra vez…
– ¿Cómo me voy a alegrar de algo que no sé si es cierto? Debo de estar inventando excusas porque no supe nada de Joe.
– Es cierto. -Bonnie miró el castillo con el ceño fruncido. -Me gustaría tener una bandera para colocar en la cima. ¿Recuerdas la bandera que me hiciste para el castillo de Pensacola? Cortaste un pedazo de la toalla roja.
– Sí, lo recuerdo.
– Bueno, no importa, así está muy bien.
– Es un castillo estupendo -dijo Eve con voz temblorosa.
– Bueno, bueno, no te me pongas emotiva.
– No me estoy poniendo emotiva. En realidad, le falta otra torre. ¿Y el puente levadizo?
Bonnie arrojó la cabeza hacia atrás y rió.
– ¿Te vas a quedar aquí?
– Todo el tiempo que te quedes tú. Pero ya te estás aburriendo.
– No es cierto. Estoy muy bien.
– Como digas. -Se puso de pie. -Vamos, te acompañaré un trecho hasta la casa. Logan tiene planeada una hermosa velada. -Le brillaban los ojos. -Te hará sentir muy… bien.
– Si estoy durmiendo debajo de esta palmera ¿cómo quieres que vuelva caminando a la casa contigo?
– Se puede hacer cualquier cosa en un sueño. Estoy segura de que le encontrarás una explicación razonable, como que eres sonámbula o algún disparate así. Vamos, mamá, levántate.
Eve se puso de pie, se quitó la arena de los pantalones cortos y echó a andar por la playa.
– Eres un sueño, tesoro. Lo sé.
– ¿De veras? Mañana, cuando vuelvas aquí, la marea se habrá llevado mi castillo de arena. -Le sonrió. -Pero no te vas a arriesgar a volver esta noche antes de que eso suceda ¿no?
– Tal vez lo haga.
Bonnie sacudió la cabeza.
– No estás lista. Pero empiezo a tener esperanzas respecto de ti.
– ¿Qué se supone que tengo que hacer, sentirme emocionada? Realmente sería una mala cosa que…
– Mira esa gaviota. -Bonnie contemplaba el cielo, con una sonrisa radiante en el rostro. El pelo rojizo resplandecía bajo el sol. -¿Te fijaste cómo mueven las alas como si estuvieran escuchando música? ¿Qué canción crees que estará escuchando?
– No lo sé. ¿Algo de Rachmaninoff?¿O de Count Basie?
– ¿No es hermosa, mamá?
– Hermosa.
Bonnie recogió un caracol y lo arrojó con todas sus fuerzas al agua.
– Bueno, hazme la pregunta así terminamos con eso y podemos divertirnos.
– No sé a qué te refieres.
– Mamá…
– Así no está bien. Tengo que traerte a casa.
– Ya sabes cuál será mi respuesta. Algún día no me lo preguntarás y sabré que estás curada. -Arrojó otro caracol al agua antes de volverse para sonreírle a Eve con amor. -Pero ahora me doy cuenta de que tienes que hacerlo, así que pregúntamelo, mamá.
Sí, hazle la pregunta.
Pregúntaselo al fantasma, al sueño.
Pregúntaselo al amor.
– ¿Dónde estás, Bonnie?
SOBRE LA AUTORA
Iris Johansen es el pseudónimo de Madeline Baker, autora norteamericana nacida en 1963 en California cuyas más que interesantes novelas se encuadran dentro del género romántico paranormal. Comenzó a escribir por el simple hecho de pasar un rato divertido y lo que comenzó como un pasatiempo ha acabado siendo toda una profesión. Autora largamente galardonada por la calidad de sus novelas, es una de las escritoras más reconocidas por la crítica y el público.
Sombras, oscuridad y hombres de lo más peligrosos cuyos ojos brillan con deseo y anhelo son las notas características de las novelas de esta autora que siente una especial predilección por los vampiros. Si queréis ver personificados a estos seres de la noche su página Web no tiene desperdicio. Actualmente reside en California, el estado que la vio nacer y donde se crió.