Выбрать главу

— Yo intenté hacer esto hace ya muchos años — dijo Khedrom, al sentarse en el butacón de uno de los monitores— pero los controles estaban bloqueados para mí. Tal vez obedezcan ahora. Lentamente al principio y con aumentada confianza después, a medida que iba reconquistando sus habilidades ya largamente olvidadas en el pasado, las yemas de los dedos de Khedrom se movieron sobre los controles, permaneciendo por un momento en los puntos nodales de la sensible rejilla enterrada en el panel que tenía delante.

— Creo que es correcto — dijo al fin —. De todas formas, pronto lo veremos.

La pantalla se iluminó; pero en lugar de la imagen que Alvin esperaba ver, apareció un mensaje chocante en cierto modo:

LA REGRESION COMENZARA TAN PRONTO COMO HAYA DISPUESTO EL TIPO DE CONTROL.

— Tonto de mí —murmuró Khedrom —. Lo tenía todo bien dispuesto y había olvidado la cosa más importante de todas—: Sus dedos se movieron entonces con la segura confianza del que sabe lo que hace sobre el tablero de mandos y conforme el mensaje se desvaneció de la pantalla giró en su asiento para poder ver lo que sucedía en la réplica proyectada de la ciudad.

— Observa bien Alvin — dijo. Creo que ambos vamos a aprender algo nuevo respecto a Diaspar.

Alvin esperó pacientemente; pero no ocurrió nada. La imagen de la ciudad flotaba allí ante sus ojos en toda su conocida maravilla y esplendorosa belleza aunque entonces no estaba consciente de tales detalles. Estaba a punto de preguntar a Khedrom qué es lo que debería buscar, cuando un súbito movimiento captó su atención y volvió la cabeza para seguirlo en el sitio adecuado. Aquello había sido algo como un destello tan breve que a Alvin le resultó demasiado tarde para apreciarlo. Nada se había alterado; Diaspar continuaba apareciendo como él la conocía. Entonces vio que Khedrom le estaba observando con una sonrisa burlona, por lo que de nuevo volvió a mirar la imagen de la ciudad. Entonces, la cosa ocurrió ante sus ojos.

Uno de los edificios existentes al borde del Parque, se desvaneció súbitamente, siendo reemplazado instantáneamente por otro de un diseño totalmente distinto. La transformación había sido tan repentina que Alvin parpadeó temiendo haberlo echado de menos. Se quedó fijamente absorto con el mayor asombro en aquella sutil alteración de la ciudad; pero incluso durante aquella primera sorpresa su mente había permanecido activamente buscando la respuesta. Recordó las palabras que aparecieron en el monitor: COMENZARA LA REGRESION — y supo entonces lo que estaba sucediendo.

— Así era la ciudad hace un millar de años atrás, — dijo a Khedrom —. Estamos viajando hacia atrás en el tiempo…

— Una pintoresca; pero bastante acertada forma de definirlo — replicó el Bufón —. Lo que está ocurriendo ahora es que el monitor está recordando las anteriores versiones de la ciudad. Cada vez que se hizo cualquier modificación, los circuitos de memoria no se vaciaban simplemente; la información contenida en ellos era llevada a otras unidades subsidiarias de almacenamiento, de forma que pudiera ser recordada cuando fuera preciso. He dispuesto el monitor de forma tal que regrese a través de esas unidades a la tasa de mil años por segundo. Ahora mismo, estamos viendo la Diaspar de hace un millón de años. Tenemos que ir muchísimo más atrás para apreciar cambios sustanciales… voy a incrementar el tipo de regresión.

Se volvió hacia el control y al hacerlo, no fue sólo un edificio, sino todo un bloque lo que se desvaneció de la ciudad, siendo reemplazado por un ancho anfiteatro de forma oval.

— ¡Ah, el Circo! — exclamó Khedrom —. Recuerdo la discusión que se organizó cuando decidimos librarnos de él. Apenas si se utilizaba; pero muchísimas personas son afectaron sentimentalmente.

El monitor se hallaba entonces recordando sus memorias pasadas pero a una mayor velocidad; la imagen de Diaspar iba retrocediendo hacia el pasado a un millón de años por minuto y los cambios se sucedían tan rápidamente que los ojos apenas si podían seguirlos. Alvin comprobó que las alteraciones de la ciudad, aparecían por ciclos; había un largo período de situación estática para seguir a continuación una rápida sucesión de reconstrucciones seguido después por otra pausa. Era como si Diaspar fuese un organismo viviente, que tenía que recobrar su fuerza tras una de aquellas explosiones de crecimiento.

A través de todos aquellos cambios, el diseño básico de la ciudad no se había alterado. Los edificios iban y venían y el Parque permanecía como el corazón verde de Diaspar, así como las calles cuya pauta parecía una cosa eterna. Alvin trató de imaginar hasta qué distancia en el pasado podría llegar el monitor. ¿Podría volver hasta la fundación de la ciudad y atravesar el velo que ocultaba la historia conocida desde los mitos y las leyendas?

Ya habían transcurrido quinientos millones de años hacia el pasado. Al exterior de las murallas de Diaspar, más allá del conocimiento de los monitores, debería existir una Tierra diferente. Quizá habría por todas partes océanos y bosques, incluso otras ciudades que el hombre no habría abandonado en su retirada lenta y prolongada hasta su hogar definitivo.

Los minutos fueron pasando arrastrados por el tiempo, cada minuto contando una edad entera en el pequeño universo de los monitores. Pronto, pensó Alvin, las más antiguas de las memorias allí almacenadas se alcanzarían por fin y la regresión llegaría a su fin. Pero aun sintiéndose fascinado por lo que significaba aquella lección, no vela cómo aquello podría ayudarle a escapar de la ciudad, allí y entonces.

Con una súbita implosión sin sonido, Diaspar sé contrajo a sólo una fracción de su antiguo tamaño. El Parque se desvaneció y las fronteras de aquellas titánicas torres y murallas se evaporaron instantáneamente. La ciudad estaba abierta al mundo, ya que los caminos se extendían radialmente fuera de los límites de la imagen del monitor, sin obstrucción alguna. Allí estaba Diaspar como había sido antes del gran cambio que cayó sobre el género humano.

— No podemos seguir más allá —dijo Khedrom apuntando hacia la pantalla del monitor. Sobre ella, aparecieron las palabras:

REGRESION CONCLUIDA

— Esta tiene que ser la versión más antigua de la ciudad que haya sido preservada en las células de memoria. Antes de esto, dudo si los circuitos de eternidad se usaban y se permitían que los edificios se gastaran de una forma natural.

Durante un buen rato, Alvin se quedó mirando fijamente el modelo de la antigua ciudad. Pensó en el tráfico que aquellos caminos habían soportado, cuando los hombres iban y venían libremente a todos los rincones del mundo, y a otros mundos, igualmente. Aquellos hombres fueron sus antepasados y entonces sintió un parentesco más íntimo hacia ellos que con respecto a las gentes que compartían ahora su vida actual. Deseó haberlos visto en la realidad y compartir sus pensamientos, conforme se movían por aquellas calles de mil millones de años atrás en la vida de Diaspar. Con todo, tales pensamientos no pudieron ser muy felices, ya que tuvieron que vivir bajo la sombra de los Invasores. Pasados algunos siglos, tuvieron que haber vuelto la espalda a toda la gloria que habían conquistado y construir una muralla contra el resto del universo.

Khedrom hizo que el monitor volviera en un sentido u otro por una docena de veces a través del breve período de historia que había elaborado la transformación. El cambio desde una pequeña ciudad abierta a otra muchísimo más grande y cerrada, se había llevado poco más de un millar de años. En tal tiempo, las máquinas que habían servido a Diaspar tan fielmente, tuvieron que haber sido diseñadas y construidas y el conocimiento que las capacitaría para llevar adelante sus tareas habría sido inserto en los circuitos de memoria y dentro de ellos también, tendrían que haber sido depositados las pautas fundamentales de todos los hombres que ahora estaban vivos, de tal forma que cuando el adecuado impulso les llamase hacia delante a una nueva vida, estarían en condiciones de ser arropados con la materia precisa, para emerger renacidos de la Sala de la Creación. En cierto sentido, pensó Alvin, él tuvo que haber existido en aquel viejo mundo. Era posible, por supuesto, que hubiese sido completamente de forma sintética y que su entera personalidad hubiese sido diseñada por técnicos — artistas que habían utilizado herramientas e instrumentos de inconcebible complejidad hacia cierta meta prevista. Así y todo, creyó más bien que estaba compuesto de hombres que una vez habían vivido y caminado por la Tierra.