– ¿Y Ana Barnstaple?
– También.
– ¿Y Mary Berriedale, que chupaba la sangre a los niños en los acantilados de Sennen y de Botallack?
– También, en esto hay cierta abundancia, cierta variedad.
Becky y su novio viven juntos y se llevan bien, parece que se llevan bien, al margen de cómo se lleve la pareja a esto se le llama ahora relaciones prematrimoniales, Becky y su novio no se atreven a tener hijos, les da miedo, hay casos en los que es mejor no tener hijos, yo creo que la maternidad vuelve locas a las mujeres de esta familia, las desequilibra y las trastorna, tampoco soy el único que lo cree, no hay que insistir ni ser nunca crueles; Roque Espiñeira es buen muchacho, es trabajador, tiene una conducta correcta y lleva una vida monótona y ordenada, para ayudarse da clases particulares a niños ricos que no llevan bien E.G.B. o B.U.P o C.O.U., para Dámaso Alonso vivimos en el siglo de las siglas, esto lo repetía siempre el pobre Lucas Muñoz, lo malo es que el vicioso amor a las siglas se le imponga a los españoles desde el bachillerato, física, ciencias sociales, inglés, claro, latín, con moderación, lo que sea, si algún tema no se lo sabe bien se lo repasa antes, Becky se aburre a veces pero se aguanta, el ejemplo de sus hermanas pesa mucho, Matty, cuando Becky era niña pequeña, la trataba como a una muñeca, Matty fue siempre muy maternal, más que Betty Boop. No te dejes engañar nunca por la tristeza ni por la ternura, tampoco por cualquier otra virtud de pobre, por ninguna otra virtud de esclavo, la mendicidad es un instinto y la serenidad de juicio y la sabiduría adivinada son dos de las cinco inercias de los triunfadores, las otras no se deben pregonar a los cuatro vientos, antes de la Revolución Francesa arábamos la tierra las mujeres y no los bueyes, convendría repetir constantemente esto que acabo de decir.
– ¿Usted confunde o identifica al hombre con el pensamiento?
– Sí, sin duda, y se lo demostraría si dispusiésemos de tiempo, lo que no puedo es argumentar contrarreloj.
No fue Jesusa Cascudo sino Matilde Verdú la mujer que se ayudaba haciendo de señora de compañía de mi tía Marianita, a veces las cosas quedan medio confusas y conviene explicarlas mejor, Jesusa Cascudo no era muy agraciada y se tenía que conformar, ¡a la fuerza ahorcan!, con pecar sólo con el pensamiento, ni la vida ni la muerte se pueden conducir por el obediente senderillo argumental de la costumbre, Matilde Verdú tose constantemente, si no está tísica ya debe faltarle poco, Isidoro Méndez Gil, el hermano del joyero suicida, se reserva todos los derechos sobre la periodicidad y el ritmo de sus deyecciones, no es admisible que los gobernantes quieran regir nuestro más íntimo regimiento, el paternalismo no puede llegar hasta esos humillantes extremos.
– Puede usted seguir con su monótona melopea.
– Gracias, señor. Yo no soy sino una mujer de agrio y desabrido carácter, reconocer las verdades es casi siempre doloroso, pero yo prefiero pregonarlo a tragármelo, yo soy una mujer desmoralizada y con muy poca resignación a quien gustan todos los machos, pero no lo puedo decir en voz alta, declaro que soy rica en aprensiones y pobrísima en sentimientos, vo ya no puedo hacer más cosa que dejarme llevar por la vida hasta la muerte, nadie se regodea jamás bastante en el encanto de las estaciones intermedias, ya no deseo gobernar mi cabeza ni sonreír al déspota que nos perdona la vida cada mañana, sólo me queda agradecer la caridad y dejarme comer por el vergonzoso insecto de la murmuración, de la adiestrada e inclemente murmuración, yo hago oídos sordos al rumor de la mar, ese eco difuso que me acompañará aún después de muerta, no es verdad que Eva está poseída por el Enemigo Malo, el color de su piel indica que el demonio todavía no prendió del todo en su corazón, hago un verdadero esfuerzo por suponer que los más espinosos problemas pueden tener arreglo si confiamos en la infinita misericordia del Todopoderoso expresada en los clementes y reconfortadores abrazos de paz del líder, Amancio Jambrina el Bello, Amancio Villaralbo el Fuerte, Amancio Moreira el Inteligente, Amancio Sande el Perifollo, Amancio Restande el Carabinero, Amancio Codesido el Ágil, yo me llamaré para siempre y a partir de este mismo momento Adoración Cordero Chousa, hija de Fabián Espantoso Arcade, celador de telégrafos, y de Celia Naveira Loureiro, sus labores. Me basta con haber reducido a escombros mi soberbia y ya queda dicho cuanto tenía que decir.
A Sisinio, el hijo medio tonto de don Jucundiano Pérez López a quien Jaime Vilaseiro regalaba fotografías de mujeres desnudas, lo mataron de una pedrada en las leiras de Curramontes, hay piedras malditas, mozos sin suerte y accidentes desgraciados, en el bar de Xestoso todos dieron el pésame con mucho respeto a don Jucundiano.
– No era muy listo, ¡pobre criatura!, pero sí feliz; en todo caso era mi único hijo, ¡cómo le gustaban las parrochas guisadas o fritas!
La historia es un burdo tapiz, un torpe tejido de argumentos abyectos y sentimentales bordados sobre el tosco cañamazo de la vida misma, de la más amarga y ruin vida misma, Betty Boop se había ido a La Coruña, cuando estaba demasiado ahogada y derrotada se iba siempre a La Coruña, esto que ahora se cuenta le pasó en La Coruña y vino en todos los periódicos de España, hasta en los de Madrid, Betty Boop parió en medio de la calle y riñendo y forcejeando con una señora y una pareja de municipales, un guardia hombre y el otro mujer, que querían llevársela al hospital, antes había pedido un café en el bar de debajo de su casa.
– Te lo vas a tomar fuera.
– Bueno.
Betty Boop gritaba desaforadamente y los mirones se fueron apartando.
– No me pasa nada, tampoco estoy esperando un hijo y mucho menos de parto, son los vecinos que se meten donde no les importa, sólo me duele un poco la barriga, deben ser unas ostras que comí, a cualquiera le pueden sentar mal las ostras.
Los guardias se la encontraron sentada en la acera, gritando y rodeada un poco de lejos por personas que no sabían lo que hacer, de repente le apareció el niño llorando entre las piernas, la agente cogió al recién nacido y lo apretó instintivamente contra el pecho, lo envolvió en la placenta que se había desprendido con el forcejeo y en un mantel de la cafetería y se llevaron a la madre y al hijo al hospital, al niño lo depositaron de momento en la inclusa, después Becky le arregló los papeles y se quedó con él, y Betty Boop volvió otra vez a Conjo.
– ¿Le gustó la historia?
– Digamos.
Hay que creer muy parsimoniosa y solemnemente en Dios para admitir que la desnuda realidad pueda relacionarse con el ceñido pensamiento, la difunta Loliña Araújo no se llevaba bien con su nuera, Guillermina Fojo, eso no es nunca novedad porque ya se sabe, la experiencia demuestra que aquella realidad en cueros y este riguroso pensamiento caminan por senderos diferentes y quizá dispares, Ofelita Barcia, aunque era algo gastadora, tenía la cabeza muy en su sitio y no se dejó llevar nunca por la fantasía, al arte le pasa como a la ciencia y en la vida y la muerte subyace la misma pretensión, estas cuatro fuentes son exactas o reales pero no exactas y reales al mismo tiempo, toda la ternura del mundo se ahoga en sí misma y no acierta a volar libre sino en casos muy contados, cuando Gambiño emborrachó a Berta con anís dulce se sintieron muy felices los dos, lo malo vino inmediatamente después y no terminó hasta que el verdugo le puso fin, el garrote que estranguló a Gambiño está ahora en la Fundación Camilo José Cela, en Irla Flavia, al sur de la provincia, aquellas fuentes no admiten las ambas condiciones que quedaron dichas porque la realidad objetiva ha volado hace ya mucho, ha huido de la cabeza de los hombres, se le ha disuelto en la sangre y en los siete humores del organismo.