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Aquella cuestión parecía haber sido ya considerada por Nabinger.

– Nadie ha podido determinar todavía para qué fueron construidas las pirámides. En principio, se creyó que habían sido edificios funerarios, pero esa teoría se descartó al no encontrarse ningún cuerpo en las cámaras del interior. Luego se pensó que eran cenotafios, o sea, monumentos en honor a los faraones fallecidos, cuyo lugar de entierro real fue ocultado para salvaguardarlo de los ladrones de tumbas.

»Sin embargo, ante esta nueva información existe otra teoría que tenemos que considerar. Es un poco extraña pero, como ha dicho el doctor Von Seeckt, hay que considerar todas las posibilidades. Permítanme que les cuente un poco sobre la construcción de la gran pirámide.

»En ella hay dos pequeños túneles que parten de la cámara superior, conocida también como la cámara del faraón. El propósito exacto de esos túneles no está muy claro, pues son demasiado estrechos para que pase una persona. Sin embargo, lo interesante es que si se consideran sus coordenadas con respecto a las estrellas, uno está alineado con Alfa Centauro y el otro, con Alfa Draconis, dos sistemas estelares cercanos.

– Quizá nuestros alienígenas procedían de uno de esos sistemas -sugirió Von Seeckt.

– Otra teoría interesante, pero considerada ya en principio escandalosa -dijo Nabinger- es que las pirámides sean balizas espaciales. Originariamente, todo el exterior de las tres pirámides de Gizeh estaba cubierto por piedra caliza muy bien labrada. -Miró a los otros dos hombres situados en la parte trasera de la camioneta-. ¿Se imaginan el aspecto que habrán tenido?

– Imagino que probablemente se verían desde el espacio -admitió Turcotte.

– Ópticamente así sería, cuando la luz del sol se reflejara en ellas -dijo Nabinger-. Pero lo más importante es que, dado el ángulo de los lados de las pirámides, si se miraran por encima de los treinta y ocho grados del horizonte, es decir, desde el espacio, habrían dibujado una imagen de radar con un factor de dirección de más de seiscientos millones por una amplitud de onda de dos centímetros.

– No es exactamente el bombardero Stealth -apuntó Turcotte.

– No. Una imagen de radar así podría ser vista desde muy lejos del planeta. -Nabinger se inclinó hacia adelante-. La primera pregunta que me hice al ver por primera vez las pirámides hace muchos años fue la más básica. ¿Por qué los antiguos egipcios escogieron esa forma? Nadie ha sido capaz jamás de dar una razón convincente. Dada la capacidad constructiva de la época, si el objetivo era construir una estructura grande que pudiera verse desde el espacio, la pirámide era la mejor opción. -El arqueólogo se iba acercando a su tema-. Bueno, ahora piensen en todos los demás símbolos que el hombre antiguo dejó en la Tierra. Los enormes pájaros gigantes en las altiplanicies de Sudamérica. Los símbolos en tiza de Inglaterra. Siempre nos hemos preguntado por qué el hombre antiguo intentó dibujar símbolos que sólo podían verse desde arriba a pesar de que él nunca podría verlos desde aquella perspectiva.

– De todos modos, esto no responde a las preguntas para las que necesitamos respuesta -dijo Turcotte-. Si no tenemos algo que apoye el argumento de Von Seeckt de que la nave nodriza no debe volar, todo lo que habremos hecho es meternos en un pozo de mierda del que no podremos salir.

– Eso es lo que encontraremos en Dulce -afirmó Von Seeckt.

– Bueno, pues ya casi estamos ahí -dijo Kelly-. Espero que alguien tenga un plan.

– Tendré uno en cuanto lleguemos allí -dijo Turcotte mientras inspeccionaba los cajones que había bajo la consola y comprobaba el equipo que allí se guardaba. Miró a Von Seeckt.

»¿Le importaría contarnos lo que hay en Dulce?

Kelly asintió con la cabeza para sí misma. Turcotte le gustaba cada vez más. La situación era muy confusa: las distintas prioridades de las cuatro personas de la camioneta, objetivos del gobierno poco claros, secretos ocultos bajo secretos. Ella sólo quería a Johnny y luego explicaría esa historia a todo el mundo. Sin embargo, para llegar a Johnny tendría que confiar en la capacidad de Turcotte. Y sabía que Turcotte, a su vez, tendría que confiar en Von Seeckt en el mismo grado, pero era evidente que no lo conseguía. Tampoco ella. Su sexto sentido coma periodista le decía que aquel hombre ocultaba alguna cosa.

– Ya se lo dije antes -replicó Von Seeckt-. Se trata de otra instalación del gobierno, una sucursal de la instalación del Área 51.

– ¿Ha estado alguna vez ahí? -preguntó Turcotte.

– Ya se lo dije. Una vez. Justo después de terminar la Segunda Guerra Mundial. Hace mucho tiempo y mi memoria no es tan buena.

– Ya sé que lo dijo -respondió Turcotte-. Se lo pregunto de nuevo porque no entiendo por qué nunca regresó allí si ese lugar es una parte tan importante de Majic12 y usted era uno de los miembros fundadores del consejo, por así decirlo.

El ruido del motor de la camioneta y de los neumáticos mientras rodaban sonó anormalmente fuerte en aquel silencio. Kelly decidió ver si podía mantener en juego la pelota.

– Me gustaría saber qué se supone que ocurre ahí -dijo en voz alta.

– Agradecería cualquier información, incluso rumores sobre ese lugar -añadió Turcotte.

– Entre la comunidad relacionada con los ovnis -dijo Kelly, recordando de repente algo de su investigación- se dice que Dulce es el lugar donde se encuentra el laboratorio de bioingeniería. Un lugar donde nuestro gobierno cede personas a los alienígenas cuyas naves vuelan en el Área 51. Sabemos que la primera parte es cierta.

– Y sabemos que eso de ceder personas a los alienígenas no es cierto -apuntó Turcotte.

– ¿Estás seguro? -preguntó Kelly.

– ¡No, no puede ser! -exclamó Von Seeckt-. Si hubiésemos tenido contacto con quien fuera que dejó los agitadores y la nave nodriza, yo lo sabría. No hubiésemos tenido que esforzarnos tanto durante tantos años. El año pasado por fin pudimos entrar en la nave nodriza. Era un rompecabezas que no podíamos acabar.

– Tal vez algo cambió durante este año -sugirió Kelly. Advirtió que Von Seeckt estaba desorientado. Sabía por experiencia que tenía que continuar presionando-. He oído decir que el gobierno realiza pruebas de control mental en Dulce. Se supone que emplean fármacos que afectan la memoria y la DEM.

– ¿Que es la DEM? -preguntó Turcotte.

– Significa disolución electrónica de la memoria -dijo Kelly-. Hace unos años escribí un artículo sobre este tema. Naturalmente, las personas a quienes entrevisté sólo hablaban de forma teórica, pero siempre he tenido la impresión de que a nuestro gobierno le gusta coger la teoría y ver si funciona. La DEM se emplea para causar amnesia selectiva. Genera una sustancia que obstruye la transmisión de impulsos nerviosos y el cerebro detiene la transmisión del pensamiento en el área afectada.

– ¿Ha oído alguna vez algo sobre eso? -preguntó Turcotte a Von Seeckt.

– Oí que… -Von Seeckt empezó a hablar y se detuvo.

Cuando volvió a hacerlo su voz era nerviosa-. Les diré la verdad. Les contaré por qué nunca he regresado a Dulce desde mi última visita en mil novecientos cuarenta y seis.

Todos estaban expectantes.

– Porque sabía quién estaba trabajando ahí. -La voz de Von Seeckt rezumaba disgusto-. Los conocía. Mis colegas alemanes. Los expertos en armas biológicas y químicas. Y ellos continuaban las tareas experimentales que habían iniciado en los campos de concentración. No podía ir allí. No podía soportar lo que estaban haciendo. -Entonces Von Seeckt les habló de Paperclip.

– Seguramente, la mayoría de la gente está muerta ahora -dijo Kelly cuando él terminó-. Pero imagino que el trabajo todavía continúa allí y eso explica muchas cosas sobre el asunto de Nightscape y por qué todo es secreto. Pero ¿cuál es la conexión de todo esto con la nave nodriza?