El tratamiento honorífico que he traducido por sieur se aplica sólo a las clases más altas, pero las más bajas de la sociedad lo empleaban extensa e inapropiadamente. El título de don se aplica con propiedad a un cabeza de familia.
Moneda, medida y tiempo
Me ha resultado imposible calcular con precisión los valores de las monedas que se mencionan en el original del Libro del Sol Nuevo. Ante la incertidumbre, he utilizado la palabra crisos para cualquier moneda de oro que tuviera estampado el perfil de un autarca; aunque sin duda estas monedas difieren algo en peso y pureza, tienen aproximadamente el mismo valor.
Las monedas de plata de la época, aún más variadas, las he reunido bajo la denominación de asimi.
A las monedas grandes de cobre (que componen, como se desprende de los manuscritos, el principal medio de intercambio entre los comunes) las he llamado oricretas.
Con el nombre de aes he denominado las miríadas de pequeñas piezas de latón, bronce y cobre que no son acuñadas por la administración central, sino por los arcontes locales para sus necesidades y que sólo circulan dentro de las provincias. Un aes es el valor de un huevo; una oricreta, el de un día de trabajo de un jornalero común; un asimi, el de una chaqueta de buena confección para un optimate; y un crisos, el de una buena montura.
Es importante recordar que las medidas de longitud y de distancia no son, estrictamente hablando, conmensurables. En este libro, una legua designa una distancia de unas tres millas; es la medida que se emplea para medir distancias entre ciudades, y en el interior de ciudades grandes como Nessus.
El palmo es la distancia comprendida entre el pulgar y el dedo índice extendidos (unas ocho pulgadas). Una cadena es la longitud de una cadena de 100 eslabones, en la que cada eslabón mide un palmo; equivale, pues, a unos 70 pies.
Una ana representa la longitud tradicional de la flecha militar: cinco palmos (unas 40 pulgadas).
El paso, tal como se utiliza aquí, indica un único paso o aproximadamente dos pies y medio. La zancada equivale a dos pasos.
He dado el nombre de codo a la más corriente de todas las medidas: la distancia comprendida entre el codo y la punta del dedo corazón (unas 18 pulgadas). (Se observará que a lo largo de toda mi traducción he preferido palabras modernas que todos pueden entender para intentar reproducir, en alfabeto latino, los términos originales.)
En los manuscritos es raro encontrar palabras que indiquen duración; en ocasiones uno intuye que la percepción del paso del tiempo (tanto por el autor, como por la sociedad a la que pertenece) ha quedado oscurecida en el encuentro con inteligencias regidas por la paradoja temporal de Einstein o que la han superado. Cuando se habla de quilíada, se designa un período de 1.000 años. Una edad es el intervalo de tiempo comprendido entre el agotamiento de algún recurso mineral o de otro tipo en su forma natural (por ejemplo, el azufre) y el siguiente. El mes es el (entonces) mes lunar de 28 días, y la semana no se distingue de nuestra propia semana, es decir, la cuarta parte del mes lunar o siete días. Una guardia es el tiempo de servicio del centinela: la décima parte de la noche o, aproximadamente, una hora y 15 minutos.