Выбрать главу

DORN.- ¡Usted, naturalmente!

ARKADINA.- ¿Y por qué?... ¡Porque yo trabajo..., porque yo respiro..., porque estoy siempre metida en el bullicio..., mientras que usted..., constantemente en el mismo sitio..., no vive!... ¡Tengo por regla no mirar el futuro! ¡Nunca pienso en la vejez, ni en la muerte! ¡Lo que tenga que ser, será!

MASCHA.- ¡A mí, en cambio, me parece haber nacido hace muchísimo tiempo! ¡Arrastro la vida como si fuera una interminable cola de vestido! ¡Me ocurre con frecuencia no sentir ganas de vivir!... ( Se sienta.) ¡Claro que son tonterías!... ¡Cosas que hay que sacudirse y quitarse de encima!

DORN.- ( Canturreando bajito el aria de Fausto.) «¡Flores mías, hablad de mi amor!»...

ARKADINA.- ¡Luego, soy correcta como un inglés! ¡Siempre, querida, estoy sobre mí, y me visto y me peino de un modo muy « comme il faut»! ¡Jamás me sucede el permitirme a mí misma salir de casa, ni siquiera para ir al jardín, en blusa o sin peinar!... ¡Jamás!... ¡Por eso me conservo bien! ¡Porque nunca he sido desaliñada, como lo son algunas!... ( Levantándose, da unas cuantas vueltas por el campo de «croquet», con paso airoso.) ¿Me ven ustedes?... ¡Igual que una jovencita! ¡Capaz de representar papeles de niña de quince años!

DORN.- Todo eso estará muy bien; pero yo voy a seguir leyendo. ( Coge el libro.) Nos paramos en lo del tendero y las ratas.

ARKADINA.- ¿Y las ratas?... Es verdad... ¡Lea! ( Se sienta.) ¡O, si no..., deme, que voy a leer yo! ¡Me toca mí el turno! ( Coge el libro y busca con la vista enél.) «Y las ratas»... Aquí está. ( Leyendo.) «Y es natural..., ya que para la gente de mundo, el atraerse y mimar a los novelistas resulta tan peligroso como para un tendero criar ratas en sus almacenes. A pesar de esto, se les quiere. Así, pues, cuando una mujer ha hecho de un escritor objeto de su elección, y desea atraérselo, le asedia por medio de elogios, amabilidades y complacencias»... ¡Eso será entre los franceses, porque entre nosotros no ocurre nada parecido! ¡No puede haber programas!... ¡Entre nosotros, la mujer, por lo general, cuando se atrae a un escritor, es porque ya está enamorada de él hasta las orejas! ¡No hay que ir muy lejos a buscar el ejemplo! ¡Aquí estamos yo y Trigorin! ( ApareceSORIN, apoyándose en un bastón y llevando a su lado aNINA. Les sigueMEDVEDENKO, empujando un sillón de ruedas vacío.)

SORIN.- (En el tono mimoso con que se habla a los niños.)¿Conque hemos tenido una alegría?... ¿Conque estamos hoy contentos por fin?... ( A su hermana.) ¡Tenemos una alegría!... ¡El padre y la madrastra se marcharon a Tver, y nos vamos a ver en libertad durante tres días!

NINA.- ( Sentándose al lado deARKADINA y abrazándola.) ¡Me encuentro feliz! ¡Ahora le pertenezco!

SORIN.- ( Tomando asiento, a su vez, en el sillón.) ¿Verdad que está muy guapita hoy?

ARKADINA.- ¡Ya lo creo!... ¡Bien vestida! ¡Interesante! ¡Qué niña más buena! ( Besa aNINA.) ¡Pero no la alabemos demasiado, no vaya a ser que le atraigamos la mala suerte!... ¿Dónde está Boris?

NINA.- Pescando.

ARKADINA.- ¿Cómo no se aburrirá? ( Se dispone a reanudar la lectura.)

NINA.- ¿Qué?

ARKADINA.- «Sobre el agua», de Maupassant. ( Lee para sí algunos renglones.) Lo que sigue es poco interesante y, además, injusto. ( Cierra el libro.) ¡Hoy no tengo el ánimo tranquilo!... ¡Dígame!... ¿Qué le ocurre a mi hijo?... ¿Por qué está tan triste y con ese aire tan severo? ¡Se pasa los días enteros en el lago y rara es la vez que le veo!

MASCHA.- ¡No tiene paz de espíritu! ( ANINA, con timidez.) ¡Léanos algo de su obra! ¡Se lo ruego!

NINA.- ( Encogiéndose de hombros.) ¿Realmente lo desea?... ¡Es tan interesante!

MASCHA.- ( Con entusiasmo reprimido.) ¡Cuando él lee algo, los ojos le brillan y se pone pálido! ¡Tiene una voz maravillosa y triste, y sus ademanes son los de un poeta! ( Se oye roncar aSORIN.)

DORN.- ¡Buenas noches!

ARKADINA.- ¡Petruscha!

SORIN.- ¿Eh?...

ARKADINA.- ¿Te has dormido?

SORIN.- ¡Qué me voy a dormir!

ARKADINA.- ¡No te cuidas nada, y haces mal!

SORIN.- ¡Yo me cuidaría encantado; pero el doctor no quiere cuidarme!

DORN.- ¡Cuidarse a los sesenta años!

SORIN.- ¡También a los sesenta años se quiere vivir!

DORN.- ( Con enojo.) ¡Bueno, pues..., tómese unas gotas de valeriana!

ARKADINA.- A mí me parece que no le sentaría mal ir a algunas aguas.

DORN.- ¿Por qué no?... ¡Puede ir y puede no ir!

ARKADINA.- ¡Hágase cargo!

DORN.- ¡No hay nada de que hacerse cargo! ¡Está todo muy claro! ( Pausa.)

MEDVEDENKO.- Piotr Nikolaevich, debería dejar de fumar.

SORIN.- ¡Tonterías!

DORN.- ¡No; no son tonterías! ¡El vino y el tabaco anulan la personalidad!... ¡Después de un puro o de una copa de «vodka»... ya no es usted solamente Piotr Nikolaevich!... ¡Es usted Piotr Nikolaevich y alguien más!... ¡Su «yo» se ha derretido, y, dentro de sí mismo, empieza usted a tener que considerar a una tercera persona: a él!

SORIN.- ( Riendo.) ¡Usted habla muy fácilmente! ¡Cómo ha vivido su vida!... pero ¿y yo?... ¡He pertenecido al Organismo Judicial durante veintiocho años, y esta es la hora en que ni he vivido ni he pasado por ninguna emoción!... ¡Se comprende que tenga gana de vivir!... ¡Usted es ya un hombre satisfecho e indiferente, y por eso se inclina hacia la filosofía, pero como yo lo que quiero es vivir..., bebo jerez durante la comida y fumo puros!... ¡Y punto concluido!

DORN.- ¡Lo que hay que hacer es tomar la vida en serio!... ¡Cuidarse a los sesenta años y lamentar no haber gozado mucho en la juventud es, y perdóneme, inconsciencia!

MASCHA.- ( Levantándose.) Ya debe de ser hora de almorzar. ( Echa a andar con paso perezoso y lento.) ¡Se me ha quedado dormida una pierna! ( Sale.)

DORN.- ¡Cuando llegue, seguramente se beberá dos copitas antes de comer!

SORIN.- ¡Pobrecilla! ¡Felicidad personal no tiene ninguna!

DORN.- ¡Qué tontería, excelencia!

SORIN.- ¡Usted habla así porque es hombre satisfecho!

ARKADINA.- ¿Podrá haber algo más aburrido que este grato «aburrimiento» campestre?... ¡Todo es quietud, ociosidad y filosofía!... ¡Amigos míos!... ¡En su compañía se está muy bien!... ¡Es muy agradable escuchar su charla..., pero encontrarse en la habitación de la fonda estudiándose el papel..., es mucho mejor!