La conquista de esta primera herramienta fue saludada como un triunfo; conquista preciosa, en efecto, y hecha muy oportunamente.
Se pusieron en marcha. El propsito de Smith era llegar a la orilla occidental del lago, donde la vspera haba advertido la existencia de la tierra arcillosa, de la que tom una muestra.
Siguieron por la orilla del Merced, atravesaron la meseta de la Gran Vista y, despus de haber recorrido cinco millas, llegaron a un claro situado a doscientos pasos del lago Grant.
Por el camino Harbert haba descubierto un rbol cuyas ramas emplean los indios de la Amrica Meridional para hacer sus arcos. Era el crejimba, de la familia de las palmeras o que no dan frutos comestibles. Cortaron varias ramas largas y rectas, despojronlas de sus hojas y con el cuchillo las dejaron finas por los extremos y gruesas por el centro. As, slo les faltaba encontrar una planta a propsito para formar la cuerda del arco, y la hallaron en una especie perteneciente a la familia de las malvceas, un hibiscus heterophyllus, que da fibras de una tenacidad tan notable, que pueden compararse con los tendones de los animales. Pencroff construy de este modo arcos de gran alcance, a los cuales slo faltaban las flechas, pero stas eran fciles de hacer con ramas rectas y rgidas sin nudosidades; lo que no poda encontrarse tan fcilmente era la punta que deba armarlas, es decir, una sustancia que pudiera reemplazar al hierro. El marino pens, sin embargo, que, habiendo hecho l cuanto estaba de su parte, la casualidad le proporcionara lo que faltaba.
Los colonos llegaron al terreno que el da antes haban recorrido. Se compona de la arcilla figulina que sirve para fabricar ladrillos y tejas; arcilla, por consiguiente, muy adecuada para la operacin que se quera llevar a cabo.
La mano de obra no presentaba ninguna dificultad: bastaba purificar la figulina con arena, moldear los ladrillos y cocerlos al calor de un fuego alimentado con lea.
Ordinariamente los ladrillos se hacen con moldes, pero el ingeniero se content con fabricarlos a mano. Emplearon todo el da y el siguiente en este trabajo. La arcilla empapada en agua y amasada despus con los pies y las manos de los manipuladores fue dividida en prismas de igual tamao. Un obrero prctico puede hacer, sin mquina, hasta diez mil ladrillos en doce horas, pero en los dos das de trabajo los cinco alfareros de la isla Lincoln no hicieron ms que tres mil, que fueron alineados hasta que estuviesen secos y en condiciones de ser cocidos, lo cual no tendra lugar hasta tres o cuatro das despus.
El da 2 de abril se ocup Ciro Smith en fijar la orientacin de la isla. La vspera haba anotado con exactitud la hora en que el sol haba desaparecido del horizonte, teniendo en cuenta la refraccin, y aquella maana anot con no menos cuidado la salida; entre la puesta y la salida haban transcurrido doce horas y veinticuatro minutos; luego seis horas y doce minutos despus de su salida, el sol deba pasar aquel da por el meridiano, y el punto de cielo que ocupase en aquel momento sera el norte.
A dicha hora anot Ciro aquel punto y, sealando dos rboles que haban de servirle de jalones, obtuvo un meridiano invariable para sus operaciones ulteriores.
Durante los dos das que precedieron la coccin de los ladrillos, se ocup la colonia en hacer provisin de lea, cortando ramas alrededor del claro del bosque y recogiendo toda la madera que haba cado de los rboles.
Al hacer esto, descubrieron caza en los alrededores y se aprovecharon del descubrimiento, puesto que Pencroff posea ya algunas docenas de flechas, armadas con puntas muy fuertes, que les proporcion Top llevando un puerco espn, bastante malo
como caza, pero de incalculable valor por las pas de que estaba erizado. Pencroff ajust slidamente aquellas pas al extremo de las flechas, asegurando la direccin por medio de plumas de cacatas.
El corresponsal y Harbert pronto fueron diestros tiradores de arco, y por lo tanto la caza de pelo y de pluma abund en las Chimeneas, no faltando cabiayes, palomas, agutes y gallinceas.
La mayor parte de aquellos animales fueron matados en la parte del bosque situada en la orilla izquierda del ro de la Merced, y a la cual se haba dado el nombre de bosque del Jacamar, en recuerdo del ave que Pencroff haba perseguido en su primera exploracin.
La caza se la comieron fresca, pero conservaron los perniles de los cabiayes ahumndolos con lea verde, despus de haberlos aromatizado con hojas odorferas.
Sin embargo, el alimento de los colonos era siempre asado y deseaban or cantar en el hogar una olla sencilla, mas antes era preciso tenerla, y por consiguiente que se hiciese el horno donde haba de cocerse.
Durante estas excursiones, que no se hicieron ms que en un radio muy reducido alrededor del tejar, los cazadores vieron huellas de pasos recientes de animales de gran tamao, armados de garras poderosas, cuya especie no pudieron reconocer. El ingeniero les recomend, por tanto, la mayor prudencia, porque era probable que el bosque contuviese fieras peligrosas.
Esta recomendacin fue muy prudente, pues Geden Spilett y Harbert vieron un da un animal que pareca un jaguar. Por fortuna la fiera no les atac, porque de otro modo tal vez no hubieran escapado sin heridas graves. Pero cuando tuvieran un arma formal, es decir, uno de esos fusiles que Pencroff reclamaba, Spilett prometa hacer una guerra encarnizada a las fieras y purgar de ellas la isla.
Durante aquellos das no se hizo nada para dotar a las Chimeneas de algunas comodidades, porque el ingeniero pensaba descubrir o fabricar, si era necesario, una morada ms conveniente. Se contentaron con extender sobre la arena de los corredores frescos lechos de musgo y hojas secas, y sobre esos lechos, bastante primitivos, los trabajadores, cansados, dorman con profundo sueo.
Se calcul el cmputo de los das transcurridos en la isla de Lincoln, desde que haban llegado los colonos, teniendo desde entonces una cuenta regular con el tiempo. El da 5 de abril, mircoles, hara doce das que el viento arroj a los nufragos sobre el litoral.
El 6 de abril, al rayar el alba, el ingeniero y sus compaeros estaban reunidos en el claro del bosque y en el sitio en que iba a verificarse la coccin de los ladrillos. Naturalmente la operacin deba hacerse al aire libre y en hornos, o ms bien la aglomeracin de los ladrillos seria un horno enorme que habra de cocerse a s mismo. El combustible, hecho de fajinas bien preparadas, fue dispuesto en el suelo, rodendolo de muchas filas de ladrillos secos que formaron pronto un grueso cubo, al exterior del cual se dejaron algunos respiraderos. Aquel trabajo dur todo el da y hasta que oscureci no se dio fuego a las fajinas.
Aquella noche nadie se acost, velando cuidadosamente para que el fuego no se apagara ni disminuyera.
La operacin dur cuarenta y ocho horas y tuvo xito. Fue preciso entonces dejar enfriar la masa humeante, y durante aquel tiempo, Nab y Pencroff, guiados por Ciro Smith, acarrearon sobre unas parihuelas hechas de ramas enlazadas muchas cargas de carbonato de cal, piedras comunes que se encontraban abundantemente al norte del lago. Estas piedras, descompuestas por el calor, dieron una cal viva, muy crasa y abundante, tan pura como si hubiera sido producida por la calcinacin de la greda o del mrmol.
Mezclada con arena, cuyo efecto es atenuar la reduccin de la pasta, cuando se solidific aquella cal, produjo una excelente argamasa.
De estos diversos trabajos result que el 9 de abril el ingeniero tena a su disposicin cierta cantidad de cal bien preparada y algunos millares de ladrillos.
Comenz, pues, sin perder un instante, la construccin de un horno, que deba servir para cocer los diferentes utensilios indispensables para el uso domstico. Esto se llev a cabo sin dificultad.
Cinco das despus el horno fue cargado con hulla, cuyo nacimiento haba descubierto el ingeniero, a cielo abierto, hacia la embocadura del arroyo Rojo, y los primeros humos se escaparon de una chimenea de veinte pies de altura. El claro del bosque se haba transformado en fbrica y Pencroff empezaba a creer que de aquel horno iban a salir todos los productos de la industria moderna.