No hay peor trinchera que una boca que quiere morder, ni peor imprudencia que prestarle atención.
Esta noche, me prometo, cuando Mina se acueste junto a mí le tendré la mano cogida hasta la mañana.
Unos meses más tarde, el 5 de octubre del mismo año (1988), tras un extraño discurso presidencial que incitaba a la sublevación nacional, un amplio movimiento de protesta inundó las grandes ciudades del país. Los enfrentamientos arrojaron un balance de quinientos civiles muertos. Para contrarrestar la ira popular, que reclamaba trabajo y un mínimo de decencia, el gobierno ofreció el multipartidismo y una democracia sulfurosa que favorecieron el advenimiento del integrismo islamista, creando así las condiciones ideales para que se desencadenara una de las guerras civiles más atroces que haya conocido la cuenca mediterránea…
México – Aix-en-Provence
Yasmina Khadra