Bien, pensó Rhyme, asintiendo:
– Sigamos.
Mason continuó.
– Mary Beth tenía entre manos un trabajo académico, como desenterrar antiguos objetos indios en Blackwater Landing.
– ¿Qué es eso, una ciudad? -preguntó Sachs.
– No, sólo un área no incorporada al lado del río. Con cerca de tres docenas de casas, una fábrica. Sin tiendas ni nada. En su mayoría bosques y pantanos.
Rhyme detectó números y letras a lo largo de los márgenes del mapa.
– ¿Dónde? -preguntó-. Muéstreme.
Mason señaló la ubicación G-10.
– Nosotros lo vemos así: Garrett llega y coge a Mary Beth. La va a violar pero Billy Stail está afuera corriendo y los ve desde la carretera y trata de detenerlo. Garrett agarra una pala y mata a Billy. Le destroza la cabeza. Luego toma a Mary Beth y desaparece.
La mandíbula de Mason estaba rígida.
– Billy era un buen chico. Realmente bueno. Iba a la iglesia habitualmente. La última temporada interceptó un pase en los últimos dos minutos de un partido que estaba empatado con Albemarle High y corrió…
– Estoy seguro de que era un gran chico -dijo Rhyme impaciente-. ¿Garrett y Mary Beth van a pie?
– Sí -contestó Lucy-. Garrett no quiere conducir. Ni siquiera tiene licencia. Pienso que es a causa de que sus padres murieron en un accidente de tráfico.
– ¿Qué pruebas físicas encontraron?
– Bueno, tenemos el arma utilizada para el asesinato -dijo Mason con orgullo-. La pala. Realmente nos aseguramos de manipularla correctamente. Usamos guantes. Y realizamos la cadena de custodia como dicen los libros.
Rhyme esperó algo más. Finalmente preguntó:
– ¿Qué más encontraron?
– Bueno, algunas huellas plantares. -Mason miró a Jesse, quien dijo-: Oh, bien. Les saqué algunas fotos.
– ¿Eso es todo? -preguntó Sachs.
Lucy asintió, con los labios apretados ante la implícita crítica de los norteños.
Rhyme:
– ¿Investigaron la escena?
Jesse dijo:
– Seguro que lo hicimos. Sólo que no había nada más.
¿No había nada más? En una escena en que un criminal mata a una víctima y secuestra a otra debería haber suficientes pruebas como para hacer una película de quién hizo qué a quién y probablemente lo que cada miembro del reparto había estado haciendo en las últimas veinticuatro horas. Parecía que se enfrentaban a dos perpetradores: el Muchacho Insecto y la incompetencia policial. Rhyme intercambió una mirada con Sachs y vio que ella pensaba lo mismo.
– ¿Quién dirigió la investigación? -preguntó Rhyme.
– Yo lo hice -dijo Mason-. Llegué allí el primero. Estaba cerca cuando recibimos la llamada.
– ¿Y cuándo fue eso?
– A las nueve y media. Un camionero vio el cuerpo de Billy desde la carretera y llamó al nueve uno uno.
Y el muchacho fue asesinado antes de las ocho. Rhyme no estaba contento. Una hora y media -al menos- es un tiempo muy largo para dejar sin protección la escena de un crimen. Se podían robar muchas evidencias, se podían añadir muchas otras. El chico podría haber violado y matado a la chica y escondido el cuerpo, luego podría haber vuelto para eliminar algunas pruebas y colocar otras que despistaran a los investigadores.
– ¿Usted mismo hizo las investigaciones? -le preguntó Rhyme a Mason.
– En un primer momento. Luego llegaron tres, cuatro policías al lugar. Peinaron el área muy concienzudamente.
¿Y sólo encontraron el arma del crimen? Dios todopoderoso… Sin mencionar el daño realizado por cuatro policías no familiarizados con la técnica de investigación de la escena del crimen.
– ¿Puedo preguntar -dijo Sachs- cómo saben que Garrett es el criminal?
– Yo lo vi -dijo Jesse Corn-. Cuando se llevaba a Lydia esta mañana.
– Eso no significa que matara a Billy y secuestrara a la otra chica.
– Oh -dijo Bell-. Las huellas dactilares las obtuvimos de la pala.
Rhyme asintió y dijo al sheriff:
– ¿Y sus huellas estaban archivadas a causa de arrestos previos?
– Correcto.
Rhyme dijo:
– Ahora contadme lo de esta mañana.
Jesse habló primero.
– Era temprano. Justo después de la salida del sol. Ed Schaeffer y yo estábamos vigilando la escena del crimen por si a Garrett se le ocurría volver. Ed estaba al norte del río, yo estaba al sur. Lydia aparece por el lugar para poner unas flores. La dejo sola y vuelvo al coche. Supongo que no tendría que haberlo hecho. Lo siguiente que sé es que Lydia está gritando y veo que los dos desaparecen por el Paquo. Se han ido antes de que yo pueda encontrar un bote o algo que me permita cruzar. Ed no contestaba a su radio. Yo estaba preocupado por él y cuando llegué allí lo encontré al borde de la muerte por las picaduras. Garrett había puesto una trampa.
Bell dijo:
– Pensamos que Ed sabe dónde tiene a Mary Beth. Pudo mirar un mapa que estaba en ese refugio donde Garrett se escondía. Pero lo picaron las avispas antes de que pudiera decirnos lo que mostraba el mapa y Garrett lo debe de haber llevado con él después de que secuestró a Lydia. No lo pudimos encontrar.
– ¿Cómo está el policía? -preguntó Sachs.
– En estado de shock a causa de las picaduras. Nadie sabe si vivirá o no. O si recordará algo en caso de hacerlo.
De manera que nos apoyamos en la evidencia, pensó Rhyme. Lo que era, después de todo, lo que prefería; mucho mejor que testigos, por supuesto.
– ¿Alguna pista a partir de la escena de esta mañana?
– Encontramos esto. -Jesse abrió un maletín y sacó una zapatilla de correr dentro de un envase de plástico-. Garrett la perdió cuando estaba cogiendo a Lydia. Nada más.
Una pala en la escena de ayer, una zapatilla en la de hoy… Nada más. Rhyme miró sin esperanzas la zapatilla solitaria.
– Ponedla allí -señaló una mesa con la cabeza-. Contadme algo más sobre las otras muertes en las que se sospecha de Garrett.
Bell dijo: