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La sombrereria Fortuny, o lo que quedaba de ella, languidecia al pie de un angosto edificio ennegrecido de hollin y de aspecto miserable en la ronda de San Antonio, junto a la plaza de Goya. Todavia podian leerse las letras grabadas sobre los cristales empanados de mugre, y un cartel en forma de bombin seguia ondeando en la fachada, prometiendo disenos a medida y las ultimas novedades de Paris. La puerta estaba asegurada con un candado que parecia llevar alli por lo menos diez anos. Pegue la frente al cristal, intentando penetrar con la mirada el interior en tinieblas.

- Si viene por lo del alquiler, llega tarde -dijo una voz a mi espalda-. El administrador de la finca ya se ha ido.

La mujer que me hablaba debia de rondar los sesenta anos y vestia el uniforme nacional de viuda devota. Un par de rulos asomaban bajo un panuelo rosa que le cubria el pelo, y las pantuflas de boatine iban a juego con unas medias color carne de media cana. Di por sentado que era la portera del inmueble.

- ?Es que la tienda esta en alquiler? -pregunte.

- ?No venia usted por eso?

- En principio no, pero nunca se sabe, a lo mejor me interesa.

La portera fruncio el ceno, decidiendo si me catalogaba de cantamananas o me concedia el beneficio de la duda. Adopte la mas angelical de mis sonrisas.

- ?Hace mucho que cerro la tienda?

- Lo menos doce anos, cuando se murio el viejo.

- ?El senor Fortuny? ?Lo conocia usted?

- Llevo cuarenta y ocho anos en esta escalera, mozo.

- Entonces a lo mejor conocio usted tambien al hijo del senor Fortuny.

- ?Julian? Pues claro.

Saque del bolsillo la fotografia quemada y se la mostre.

- ?Cree que podria decirme si el joven que aparece en la fotografia es Julian Carax?

La portera me miro con cierta desconfianza. Tomo la fotografia en sus manos y clavo la mirada en ella.

- ?Le reconoce?

- Carax era el apellido de soltera de la madre -matizo la portera, con cierta reprobacion-. Este es Julian, si. Le recuerdo muy rubito, aunque aqui en la foto parece que tenga el pelo mas oscuro.

- ?Podria decirme quien es la muchacha que esta con el?

- ?Y quien lo pregunta?

- Disculpeme, mi nombre es Daniel Sempere. Estoy tratando de averiguar algo sobre el senor Carax, sobre Julian.

- Julian se fue a Paris, alla en el ano 18 o 19. Su padre queria meterlo en el ejercito, ?sabe? Yo creo que la madre se lo llevo para librarlo al pobrecillo. Aqui se quedo solo el senor Fortuny, en el atico.

- ?Sabe si Julian regreso a Barcelona alguna vez?

La portera me miro en silencio.

- ?No lo sabe usted? Julian murio aquel mismo ano, en Paris.

- ?Perdon?

- Digo que Julian fallecio. En Paris. Al poco de llegar. Mas le hubiera valido meterse en el ejercito.

- ?Puedo preguntarle como sabe usted eso?

- ?Como va a ser? Porque me lo dijo su padre. Asenti lentamente.

- Entiendo. ?Le dijo de que murio?

- El viejo no daba muchos detalles, la verdad. Un dia, al poco de marchar Julian, llego una carta para el y cuando le pregunte a su padre me dijo que su hijo habia muerto y que si llegaba algo mas para el que lo tirase. ?Por que pone esa cara?

- El senor Fortuny le mintio. Julian no murio en 1919.

- ?Que me dice?

Julian vivio en Paris, por lo menos hasta el ano 35 y luego regreso a Barcelona.

El rostro de la portera se ilumino.

- Entonces, ?Julian esta aqui, en Barcelona? ?Donde? Asenti, confiando en que de este modo la portera se animaria a contarme mas.

- Madre de Dios... Pues me da usted una alegria, bueno, si es que vive, porque era un crio muy carinoso, un poco raro y muy fantasioso, eso si, pero tenia un no se que que te robaba el corazon. No hubiera servido para soldado, eso se veia de lejos. A mi Isabelita le gustaba horrores. Fijese que durante una temporada pense que se acabarian casando y todo, cosas de crios... ?Me deja ver esa foto otra vez?

Le tendi la foto de nuevo. La portera la contemplaba como si fuese un talisman, un billete de vuelta a su juventud.

- Parece mentira, mire, como si le estuviese viendo ahora mismo... y el malasombra ese decir que se habia muerto. Desde luego, es que hay gente en el mundo que esta para que haya de todo. ?Y que se hizo de Julian en Paris? Seguro que se hizo rico. A mi siempre me parecio que Julian iba para rico.

- No exactamente. Se hizo escritor.

- ?De cuentos?

- Algo parecido. Escribia novelas.

- ?Para la radio? Ay, que bonito. Pues no me extrana nada, ?sabe usted? De chiquillo se pasaba la vida contandole historias a los crios de aqui por el barrio. En verano, a veces mi Isabelita y sus primas subian al terrado por la noche a escucharle. Decian que nunca contaba la misma historia dos veces. Eso si, todas iban de muertos y animas. Ya le digo que era un crio un poco raro. Aunque con ese padre lo raro es que no saliera majareta. No me extrana que al final lo dejara la mujer, porque era un malasombra. Mire usted que yo no me meto en nada, ?eh? A mi todo me parece muy bien, pero ese hombre no era bueno. En una escalera, al final todo se sabe. El la pegaba, ?sabe usted? Siempre se oian gritos en la escalera, y mas de una vez tuvo que venir la policia. Yo ya entiendo que a veces el marido tiene que pegar a la mujer para que le respete, no digo que no, que hay mucha golfa y las mozas ya no suben como antes, pero es que a este le gustaba zurrarla porque si, ?me entiende? La unica amiga que tenia esa pobre mujer era una chica joven, la Vicenteta, que vivia en el cuarto segunda. A veces la pobre se refugiaba en casa de la Vicenteta para que el marido no la zurrase mas. Y le contaba cosas...

- ?Como que?

La portera adopto un aire confidencial, enarcando una ceja y mirando a los lados de soslayo.

- Como que el crio no era del sombrerero.

- ?Julian? ?Quiere decir que Julian no era hijo del senor Fortuny?

- Eso le dijo la francesa a la Vicenteta, no se si por despecho o vaya usted a saber por que. A mi me lo conto la chica anos despues, cuando ya no vivian aqui.

- ?Y quien era el verdadero padre de Julian entonces?

- La francesa nunca lo quiso decir. A lo mejor ni lo sabia. Ya sabe como son los extranjeros.

- ?Y cree que por eso le pegaba su marido?

- Vaya usted a saber. Tres veces la tuvieron que llevar al hospital, oigame, tres. Y el muy cerdo tenia los arrestos de contarle a todo el mundo que la culpa era de ella, que era una borracha y se daba porrazos por la casa de puro darle a la botella. A mi que no me digan. Siempre tenia pleitos con todos los vecinos. A mi difunto marido, que en gloria este, lo denuncio una vez de haberle robado en la tienda, porque segun el todos los murcianos eran unos vagos y unos ladrones, y fijese usted que nosotros somos de Ubeda...

- ?Me decia usted que reconocia a la muchacha que aparece con Julian en la foto?

La portera se concentro de nuevo en la imagen.

- No la habia visto nunca. Muy mona.

- Por la foto parece que fuesen novios -sugeri, a ver si le pinchaba la memoria.

Me la tendio, sacudiendo la cabeza.

- Yo de fotos no entiendo. Y que yo sepa, Julian no tenia novia, pero me figuro yo que si la tuviese no me lo hubiera dicho. A duras penas me entere de que mi Isabelita se habia liado con ese... ustedes los jovenes nunca cuentan nada. Somos los viejos los que no sabemos parar de hablar.

- ?Recuerda a sus amigos, alguien en especial que viniese por aqui?

La portera se encogio de hombros.

- Ay, hace ya tanto tiempo. Ademas, en los ultimos anos Julian ya paraba poco por aqui, ?sabe usted? Habia hecho un amigo en el colegio, un nino de muy buena familia, los Aldaya, no le digo nada. Ahora ya no se habla de ellos, pero por entonces era como decir la familia real. Mucho dinero. Lo se porque a veces enviaban un coche a buscar a Julian. Tenia usted que haber visto que coche. Ni Franco, oiga. Con chofer, todo reluciente. Mi Paco, que de esto entendia, me dijo que era un rolsroi o algo asi. Ahi es nada.