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Segunda parte

IX Héctor, verano 1944

La turrita esta con que tengo el pelo largo, me cago en lo que diga ella, lo que tienen estas minas en la cabeza, las horquillas tiene la Mari. Y la largo, y basta, si sigue hinchando mucho, total me la cogí, y si no se la cogieron antes es que en Vallejos son todos una manga de pajeros. Y total dos veces la acompañé hasta la casa, después de la vuelta a la plaza, y la tía al lado, y después el baile del Social y qué sabía yo que me la iba a coger tan pronto, si la tía se fue adentro que le dolían los tacos, y ni bien se fue nos volvimos a apretar que la primera vez bailando el bolero Nosotros y haciéndome el boludo le canté un poco y eso fue, dos macanas que se las tragó enseguida, cualquier cosa y ya se tara? De los boleros. «Nosotros, que nos queremos tanto, debemos separarnos…» Que cantamos con mi tía siempre mientras lavamos los platos, me dice, le hacen todo a la vieja, la vieja en las vacaciones cocina no más, y la Mari todo el año en el campo sola de maestra y ni uno que se la haya cogido. Sola ahí entre cuatro casas perdidas se la pasa y me dijo que todo el año se amargó pensando que yo seguía con la Ñata, y al pedo, que yo a la Ñata la largué antes de que empezaran las clases, la Ñata bien que se calló y esta chabona de la Mari todo el invierno en la pampa pelada, que yo nunca le había dado bola pero ella la tenía conmigo, del traje primero.que me puse de pantalones largos se acuerda, en las vacaciones de hace dos años, y qué carajo me importa total falta esta semana y a la otra de vuelta al cole y si no era por la Rulo qué sabía yo que estaba caliente conmigo la Mari, el Teto tampoco sabía y me iba a quedar sin coger las dos últimas semanas de vacaciones? A las seis de la tarde en invierno ya es de noche cuando termina las clases prácticas la Rulo, del colegio de ¡Hermanas tiene que cruzar la plaza y nadie se la había cogido a la Rulo, con todo el invierno de tiempo para trabajársela en el oscuro desde las cinco y media que se hace de noche, cualquier macana que tiene que ir a lo de una compañera a buscar apuntes y entre las seis y las siete se la podrían haber cogido como querían. En verano recién a las nueve es de noche y que-sí-que-no-la-dejaban ir a dar una vuelta a la plaza, con la hermana mayor, y hay algo que la deschava a una mina, que tarde o temprano se va a dejar, el perro que nos encontramos con el Toto en el camino al cementerio, en las vacaciones de julio, estaba lejos y miraba, miraba, y el Toto no lo quería y yo lo quería, un galgo flor, y cuántas veces me quise chacar el pardo de la estancia del Gordo, pero el pardo no miraba, que tenía el buche lleno y estaba bien donde estaba, y el pomeranía de la estación de Drabble, lo metía en el coche y chau, si hubiera querido, pero el galgo era de más raza y por el diablo mejor que el pomerania miraba y miraba frente a la chacra del molino, los perros que no tienen casa ni comida se te vienen enseguida dijo el Toto, pero es macana porque el perro que tiene el Gurí duerme con el Gurí en la alcantarilla y si liga algún hueso ya el Gurí se lo habrá pelado antes, lo que pasa es que el perro está con el Gurí porque el Gurí lo deja ir con él a todas partes y el perro qué sabe que el Gurí pide pan por las casas. Y no se quiso venir conmigo nunca, como el galgo de la chacra, que se me vino, pero Mita lo sacó rajando, y después se lo agarraron los del almacén. Se eximió de todas la Rulo, ¿iba a ir a la casa yo al lado de la vieja mientras ella me explicaba los teoremas? ¿está loca? Matemáticas, Química y Física, dos que me bochen y se va todo a la mierda, una que me bochen la puedo llevar previa que el balero me llenó la Rulo con que me iban a sonar, vení a casa a prepararte y que le iba a decir a Mita o al Toto que no era cierto que me habían sonado en Química sola, en Matemáticas y en Física también. Y mandarse la parte.de que sabía todo, y cuadro de honor y pelotudeces, casi todo el verano le saqué -el jugo, cogiendo en el portón de la casa, se sentía si venía la hermana más grande y «si no cambias y te pones a estudiar no te quiero más» y aproveché para largar, tres semanas de vacaciones quedaban y con las negras iba a tener que coger. La chabona de la Mari qué tiene que siempre anda por llorar. Una piba no tiene que andar siempre triste, y ella me contestó que ya lo sabía pero que ella era siempre así, macana, lo que pasa es que se arrepintió de haberse dejado tan pronto y la tiene con que le escriba, al campo a la escuelita donde se la pasa del quince de marzo al treinta de noviembre entre cuatro ranchos, dice que todo el año pasado era la primera vez que se separaba de la madre y no pensaba más que en mí que le escribiría todo los días a la Ñata en Vallejos, pensando lo contenta que se levantaría la Ñata todas las mañanas a esperar al cartero y después leer y releer mis cartas, leer y releer las guías telefónicas de Dostoievsky la Ñata ¿de qué las va? la hice arrepeñtir a la Ñata de decir que yo era un cuadrado y me dio El idiota y no aguanté más de diez páginas de leer nombres y más nombres que siempre parecían distintos y eran los mismos, más nombres que una guía telefónica y ni una carta le escribí a la Ñata, que era un cuadrado y no quería leer las novelas que me prestaba porque no las entendía, las novelas del cordobés de la pensión, el culo roto ese, que fuera a leer a la pieza de él, que me quería mostrar todos los libros que tenía, con Dostoievsky la tenía y que leyera El libro de San Michele si me gustaban los perros y que si no leía La incógnita del Hombre de Alexis Carrel me iba a quitar el saludo, las poses de los hindúes y las de los chinos y las de los japoneses todo de coger en el Kama Sutra, cuando cerró la ventana ya me esperaba yo el manotón del cordobés viejo podrido, que en mi pieza hay olor a humedad pero en la de él la humedad y los veinte pares de zapatos que tiene con olor a pata de hace veinte años, desde las polainas hasta los enrejados puto de mierda que se compró este verano, y los ramos de flores secas clavados en la pared, con los ojos en blanco dice «son recuerdos» y se hace el misterioso, el gran puto que según él las películas francesas son las únicas para gente inteligente, con esos loros de minas y me preguntó qué artista me gustaba más y se cagaba de risa que me gustaba Ann Sheridan, porque tiene un buen par de mamarias me dice y macana que Ann Sheridan está toda bien ¿y no trabaja bien? y dijo que las artistas americanas no podían trabajar bien porque no tenían cultura, de bronca porqué me fui corriendo poco a poco por el borde de la cama y meta leer el Kama Sutra pero no se animó a echarme el manotón, que lo había madrugado. «Y pensar en que tenemos que separarnos me dan ganas de morir», me dijo la Mari en el zaguán, «en la pista cuando me cantabas "que nos queremos tanto… debemos separarnos…" pensé en escaparme a Buenos Aires y no volver a la escuelita, a morirme en el frío y mamá quiere que vuelva a toda costa a la escuelita que dentro de dos o tres años me trasladan a Vallejos y ya tengo mi sueldo asegurado para siempre, pero no voy a aguantar ¿y quién te dice que de aguantar tantos días media desesperada no me pase algo?, lo que sí hay en el campo es perros y te vi que eras un perro alto y peludo y yo me agarro a la cola y corro como loca.detrás tuyo y después no eras un perro, eras un lobo, o un tigre, pero de pelo todo marrón como tu pelo un poco dorado del cloro de la pileta y el sol, y no sos un tigre, después te veo que sos vos pero con una cola de perro lanuda», ¿de qué las va la Mari? se me pone a hablar de venirse conmigo y de la cola lanuda y ¿qué más indirecta que ésa? me viene después con que me aproveché porque estaba enamorada de mí y que si no la quería no la tenía que haber desvirgado, una semana y media antes de empezar de nuevo las clases, ella a la tapera en el medio del campo y yo a la pensión, se abre la puerta y me cago en el olor a queso del pulastro. El cole, un fideo nadando en la sopa, zapallitos rellenos con relleno de zapallitos y un generoso toque de aserrín, el morfi fantasmagóricamente fantástico de la pensión, el billar y ni un mango para toda la tarde, cincuenta guitas con cuidado del bolsillo de mi viejo no se aviva si son monedas y si el partido lo gano largo los tacos, toco la bola blanca de marfil contra la yeta y cinco generalas al hilo nunca me gané, pero tres-cuatro tres-cuatro me las hago. Ni una mina como la gente sin un mango en el bolsillo, pensar que está lleno de minas en la pileta de Vallejos, la Ñata, la Rulo y la Mari chau pinela, que le vayan a contar a Mita lo que quieran ahora, lleno de pendejitas en malla se ven las gambas bien, un beso de lengua a la tarde ya medio de noche en verano y cuando venga el invierno ya a las seis les podría dar m beso con la lengua hasta el estómago en el medio de la plaza que nadie vería en la oscuridad, y los porrones apretándoselos bien bailando un bolero en el Club y negras a patadas para coger de apuro en las romerías, y dentro de diez días ya estoy en esa pensión podrida esperando las vacaciones de invierno y el verano, tres meses de joda corrida y no le hice caso a Mita, que lo que necesita ella es cagarse un poco de risa, no lloriquear con el Toto en los rincones y no le llevé la corriente y se puso de pierna al truco con García y me lo pelamos a Berto, «quiero flor» le digo a Mita y ella «flor de ojete tenés hermano, que no se dice ojete, se dice ano» y García se puso colorado y Mita «a un ojete colorado flor de patadas le han dado» y Berto se mataba de risa y el Toto con bronca, que no quiere aprender a jugar, pero él se queda en Vallejos y yo a la pensión, con los exámenes me cago en ellos y ni una vez fui al bar con el profe de Química, me va a cagar que no le di bola de leer los libracos de Echeverría y El capital, de las siete a las ocho metido a discutir en un bar? que las pibas salen a hacer mandados y medio oscuro y no te ve ni Dios en invierno, si no son siervas quién te da bola sin un mango en el bolsillo? en el puto Buenos Aires, cinco años van a ser. Seis años van a ser del seleccionado infantil «Atlético Vallejos», todas las copas de los pueblos el primer año, de centrojá le paso la pelota al win, el win en violenta jugada al otro win que se ia pasa al centrojá y ¡gol! ¡gol, señores! ¡gol del centrojá…! en brillante jugada, partido tras partido, y ya es nuestra la copa del campeonato 1939, ¿y el año que viene? ¿a quién ponern de centrojá? que yo me voy a Buenos Aires, ¿y a qué caraja me voy, eh? eso es lo que yo digo ¿que la convenza a Mita?, convéncela a tu mamá, el Chicho que estaba de win derecho, meta joder que convéncela a tu mamá, y no es mí mamá, es-mi tía, y el Chicho que es tu tía y por eso te quiere cargar de ir a Buenos Aires a estudiar y ¿por qué? pero boludo, porque en Vallejos no hay colegio secundario y este año termino sexto grado, y Mita es más que una tía, no me quiere joder y el Chicho a joder con que entrara con él en la escuela de mecánico de Vallejos y yo a joderla a Mita que me dejara entrar en la escuela de mecánico, y tres veces por semana al entrenamiento y seguro que nos ganábamos la segunda copi consecutiva, y el Chicho convéncela, convéncela… y Mita no es como una tía, es más que una tía y no me quiere cagar, ¿ella me quiere más que una tía? si le pido me va a dejar quedarme en Vallejos y dale a pedir y pedir que de ella no dependía me dijo, que iba a ver, de escribirle a mi viejo y de hablar con Berto a ver qué pensaban pero mecánico era poco y yo tenía que aspirar a más, «pero quédate tranquilo que le voy a escribir una carta a tu papá», y Mita era más que una tía, una tía me cagaba y me mandaba a Buenos Aires, si me quería más no me mandaba a Buenos Aires así estábamos siempre juntos, como está con el Toto siempre juntos, qué fenómeno ganar dos campeonatos seguidos, todos los goles los va a hacer el centrojá, y de Seleccionado Infantil dentro de dos campeonatos pasamos a… Tercera División, y jugamos contra la Tercera de River, de Boca, y ya ahí se sabe que el que tiene gamba tiene gamba, y te ve jugar uno que tiene ojo y te los comiste a todos en la Reserva y un día Labruna manejando en viaje a la cancha se rompe el alma contra un poste y quién lo sustituye? pregunta el presidente del Club y el entrenador lo mira canchero y ya sabe con quién sustituirlo, que ese domingo los Millonarios van a ganar aunque jueguen con su sombra negra: ¡Ferrocarril Oeste! De la tienda Mita y el Toto volvieron sin ningún paquete y después el pibe de los mandados tocó el timbre y traía una valija vacía, nueva que Mita había comprado y Hectorcito querido, es por tu bien, imagínate cómo te voy a extrañar yo, más que vos todavía que te vas a ese divino Buenos Aires, pensá en mí que me quedo enterrada en Vallejos, y yo le dije que toda la culpa la tenía el viejo que quería que fuera a Buenos Aires ¿y qué te contestó a la carta? ¿qué carta? me preguntó Mita. ¿qué carta? la carta, la carta al viejo, la carta tuya para convencerlo de que me dejara en Vallejos ¿qué carta? ¿qué carta? «no le escribí porque mecánico es poco para vos, tenés que aspirar a más» ¿qué carta? ¿qué carta? la carta, Chicho: es más que una tía y me quedo para siempre en Vallejos ¿qué carta? que porque te quiero te mando a Buenos Aires, más te voy a extrañar yo a vos, que vos a mí, que te vas al divino Buenos Aires y yo me quedo enterrada en Vallejos, porque te quiero te mando a Buenos Aires, porque te quiero… te entierro en una pensión podrida, y toda la mañana en el colegio hijo de puta. En todo el año en las caras Mita si me decía quién había ganado el partido se olvidaba de decirme quién había hecho los goles, ¿el Chicho? ¿y cómo ganaron? yo no creí que iban a ganar en Charlone, ni en Trenque Lauquen, y ganaron en el último partido, por la copa, y se ganaron el campeonato 1940, dos campeonatos consecutivos, muchos goles no metió el centrojá. No es de la barra de Noziglia, siempre con la barra el Noziglia, y desde que me vio cómo yo lo miraba no va solo ni a cagar el Noziglia, toda la barra del molino que son como cuarenta, que si fueran unos pocos me lo llamo al Chicho, Poroto y el Negro y se la damos, la biaba. Agarrarlo solo un día aunque sea y sacarle la conversación, que se lo cogió al de Mansilla y al de Echagüe eso lo vio el Toto en el recreo, está prohibido meterse entre el pastizal del fondo del patio del colegio y las maestras ven si alguno se mete, pero entre los pibes mismos el Noziglia que tiene una fuerza de grande se lo agarra a uno de los pibes del grado que le tiene hambre de verlo siempre limpio, con el delantal almidonado como la maestra y él tiene catorce años que está atrasado y los pibes del grado tienen diez y los mira durante la clase y en el recreo lo agarra al que se la tenía jurada y se lo lleva contra la pared del patio y si el pibe no se escabulle o grita ahí mismo se le prende de atrás, le baja un poco los pantalones y él se abre la bragueta y disimula todo con el delantal del pibito y el delantal de él y eso era lo que hacía en mi época el Pelado López que en quinto grado ya le saltaba la leche que tenía trece años y se clavaba a los pendejitos que se dejaban, el de Asteri se dejó por un barrilete que después el turro del Pelado no se lo dio, no sé cómo se la pudo meter el Pelado, con el tronco que tenía, y la joda era que si el pibe se dejaba el Pelado se lo clavaba pero si al pibe le dolía y gritaba podía oírlo una maestra, pero qué mierda, con todo el griterío del recreo y el Pelado un día me dijo por qué no me clavaba al Chino, aunque no se dejase, total si gritaba o no, nunca se sabía, que se podía dejar y lo mismo gritar a traición, del dolor, hijo de puta como el Pelado hay que ser para encontrarle gusto a eso, y el Noziglia es el que se clava a todos ahora, al de Mansilla y al de Echagüe vio el Toto como se lo cogía, dice que al de Mansilla fue la primera vez que veía coger el Toto, dijo el Toto que vio al de Mansilla parado contra el tapial con la cara de descompuesto y empapada de lágrimas, de atrás el Noziglia que lo tenía agarrado y le daba bomba y lo vio acercarse al Toto y decía «hicohico caballito» el Noziglia turro disimulando porque sabía que el Toto era un boludo y no entendía nada, para más todo bien tapado con el delantal del Mansilla, lleno de tablas como una mujer. Y otro día lo vio al Echagüe, contra el mismo tapial, con los ojos de operación, dijo el boludo del Toto, los ojos de operación que tenían los chicos en el sanatorio cuando salían de operarse de la garganta medio desmayados y el babero como los recién nacidos, con vómitos de sangre, y los ojos se le veían al Echagüe y la boca se la tapaba con una mano el Noziglia porque al Echagüe lo habían llevado a ía fuerza, entre el Noziglia y otros dos pibes más chicos del grado chupamedias del Noziglia, y con la otra mano lo tenía agarrado del estómago y le daba bomba y uno de los pibes hacía la guardia por si venía la maestra y el otro tenía un pie encima del pie del Echagüe, pisándolo fuerte para que no lo pateara al Noziglia, y la otra pierna del Echagüe se la tenía para arriba enroscada el Noziglia a una pierna de él. Para torturarlo decía el Toto, pero sería para poder metérsela y el Toto fue a llamar a una maestra pero cuando llegó ya el Noziglia lo había soltado al pibito y la maestra no dijo nada, pero ahí debe haber sido que se la ju