r sin caerse porque es muy alta para él, pero el compañero de banco no tiene ni un juguete, alguno viejo del Toto viene desde la casa a media legua, toma el envión y sube a la bicicleta. Papi dice que yo no tengo facilidad para el dibujo pero me aburro dibujando toda la tarde. La Paquita también se aburre, y va todos los días lejísimo a pedirle los deberes hasta casi cerca de las vías del tren a la de Pardo, porque tiene que caminar como siete cuadras largas pero la de Pardo lo llama por el patio al de Cataldi, y viene y les cuenta todo lo que hace con la sirvienta y la Paquita me quiere llevar pero yo no lo quiero ver porque después tengo que confesarme y si mami sabe le hace mal y ese día no se levanta y se queda en cama y no puede salir a tomar el solcito que le gusta tanto. Y desde la cama me dice que haga los deberes y quiere que haga los dibujos como el Toto. El de Cataldi está en sexto. A la Paquita le gusta el instructor de natación que está siempre a la tarde en el bar, donde están los viajantes y los empleados de Banco y me mira con cara de besar, pero yo soy chica. Una sirvienta de abuelita tuvo un nene a los catorce años, yo tengo doce y cuando tenga trece si me dejo hacer eso y tengo un chico al cumplir catorce papi me da una paliza y me manda al colegio de Lincoln y la Hermana Anta me va a poner en penitencia todo el día, de mala y rabia que me tiene. La Paquita se dio un beso con el de Cataldi. Pero a la hora de la siesta es de día. A mí no me gusta, no es más alto que yo, con pantalones cortos todavía y ya tiene las piernas todas peludas. Pero la Paquita no esperó para confesarse porque había mucha gente y se fue al paseo y pasó por el bar a ver al instructor que me tiene cansada con que él también la quiere, un hombre grande. La Paqui reza por los pobres y los muertos de la guerra, y nada más. El de Cataldi le pidió un beso a la Paqui y ella dijo que sí, sí estaban delante de la Pardo. Y están ahí hablando un rato siempre, y el de Cataldi les cuenta de los muchachos grandes, qué es lo que hacen con las sirvientas, y les cuenta todo si la Paqui le muestra la cola, la de Pardo se la muestra siempre y quiere que el Cataldi le muestre a la Paqui lo que tienen los varones para que vea como sale agua cuando él se refriega. Ya lo vieron muchas veces; yo no quiero ir, después de comer vamos con papi a la plaza un rato a hacerlo practicar con la bicicleta al Toto. Y después volvemos a dormir la siesta, el Toto no se acuesta y pinta las artistas. Y si ahora lo ve el padre lo reta, pero se esconde y Mita tampoco lo ve, a lo mejor se lo contaba a Berto. Papi lo ve porque tampoco duerme la siesta y le toma examen del orden de los papelitos de los estrenos, y mientras pasa la siesta, que papi si mami no quiere ir a pasear hasta el parque no sabe qué hacer, y no va a la confitería porque si mami lo necesita para algo él está ahí cerca, mami le habla despacito desde la pieza, para que Berto no se despierte que está durmiendo con Mita pieza por medio, y si necesita una aspirina papi se la lleva y mientras no lo llama le toma examen al Toto de cuál película se estrenó primero que la otra. Y en lo de abuelita en el campo nunca duermo siesta porque no voy al colegio y me levanto tarde y a la siesta los peones me llevan con el Kuki a dar vueltas a caballo en el patio de atrás. Porque ia casa de abuelita tiene un patio que es como toda la plaza de Vallejos. Y tenemos el pesebre de las vacas y terneritos y los caballitos recién nacidos, los potrillitos del Kuki y uno mío que abuelita dice que lo vayamos a ver que está grande. Pero papi no quiere ir porque pelea con abuelito. Papi trabajaba en una imprenta en este pueblo y sacaba un diario y escribía los artículos largos y a veces versos con otro nombre, y a veces le compraban parte de esas páginas para otros diarios de pueblos grandes porque decían que escribía mejor que todos. Cuando papi era soltero. Y el Toto nunca va a misa «tu papá vendió la imprenta por culpa de tu mamá» ¿qué sabe él? yo en misa rezo mucho, todos los domingos y Mita lo deja que falte a misa, es muy chico para saber cosas de grandes «tu abuelo no quería que tu mamá se casara con tu papá, porque era pobre» y hace dos años abuelito quedó paralítico. Abuelito no puede hablar porque tiene parálisis y habla despacio, y camina con un bastón, mami dice que antes domaba los potros, antes de que tuviera el ataque. Lo hicieron enojar mucho los peones y le dio el ataque. Y mami reza siempre por abuelito y por ella no reza, para ella no pide nada, todo para que se cure abuelito. ¿Por qué lo hicieron enojar los peones? Y yo tengo que rezar por mami, que mami no se muera, que todas las mañanas al levantarse está mal, no se siente bien, y con papi llora que se va a morir y deja una criaturita sola, que soy yo. Y el Toto tendría que ir a rezar por el niño Jesús en el pesebre, para que no tenga frío, pobrecito, que los padres eran pobres y no tenían casa y no le podían comprar nada para taparlo. Yo recé un padre nuestro para el niño pero más tengo que rezar para mami, y si el Toto rezara para el niño, no haría tanto frío esa noche hasta que llegan los Reyes Magos; son doce días que el niño Jesús pasa en el frío sin nada que abrigarse. «Peor es ser lorita» me dijo el Toto, desobediente. Las loritas, les dicen loritas que son verdes como los loros, pero más chicas que un mosquito, como un mosquito recién nacido verde, que anoche yo estaba con el velador prendido a repasar las tablas y se llenó de loritas, los bichitos de la luz que viven una noche sola. Y tac-toc me golpeaban contra el cuaderno y a veces pic-pac que golpean contra la pared, que vuelan sin mirar. El Toto «viven una sola noche», y yo no podía creer, y después se tienen que morir a la fuerza, mientras está la luz prendida dan vueltas. Alrededor del velador, y cuando yo apago que empiezo a rezar y el Toto «me pongo a pensar en el fin del mundo» ¿él no reza? Cuando apago la luz las loritas se suben al cielo raso y ahí se quedan juntas y después a la mañana están todas muertas en el piso, y después la Felisa las barre y la pala está llena de loritas verdes. Yo no las espanté, que se diviertan un poco pobrecitas, que mañana están muertas, el Toto «viste pic-pac las loritas contra la pared, porque no ven, son como ciegas» y no bé cómo hacen para saber cuál es la mamá, y el Toto «deben volar juntas y no se separan, así saben cuál es la mamá y el nene» mientras dura la luz y después ya se van al techo y se quedan juntas hasta que se caen muertas, pero por suerte todas al mismo tiempo, no se mueren un día la madre y al otro día el nene que se queda solo, ¿ves que lo peor no es ser lorita? ¡mocoso! peor Jesús que sufre los clavos y ve sufrir a la Virgen María al pie de la cruz llorando por él, qué sonso sos, porque todos los días son loritas nuevas, a la noche ponen los huevos y mueren todas, y al otro día de los huevos salen las loritas nuevas… pero entonces la que pone el huevo es la madre, y se murió, «ves, Teté, quedan las loritas chiquitas solas, sin nadie que las cuide». ¿Será por eso que son tan tontas, que se dejan agarrar enseguida? no son como los mosquitos que se escapan tan bien, y el Toto «¿viste que lo peor es ser lorita…» y no saben volar, se chocan contra mi cuaderno, pero son animales, el Toto animal, que no le importa nada del niño Jesús helado en el establo y al Toto lo único que le viene es miedo del diablo en el fin del mundo. Quién sabe qué grandes estarán las perras en casa de abuelita y los cachorritos deben estar grandes. Pero anoche me porté mal y volví ajpedir una naranja. Abuelito se levantaba cuando salía el sol, y a veces cuando todavía era de noche y veía salir el sol. A mí papi me hizo un verso que decía que yo era el sol, ahora no escribe más para la imprenta, pero escribe a veces un verso para mí. Papi me quiere tanto, cuando mami se muera y después yo, pobre papi se va a quedar solo, y dijo que cuando vaya de viajante de los vinos y no me vea por muchos días se va a disfrazar de santo, como en la tapa del libro San Francisco de Asís, y así Dios se cree que es bueno. Papi no lo dice en serio porque Dios se da cuenta de todo pero disfrazado le habla a los otros santos y les pregunta cuál es la nena más linda del mundo y si se portó bien y los santos ven todo lo que quieren. Los santos pueden ver el establo de abuelita, y cómo creció el potrillo, y ve al Toto que se esconde para jugar a pintar las caras y los vestidos de las artistas, ve a la Paqui: Dios no mira cosas malas, cuando la Paquita va a lo de la de Pardo y viene el Cataldi yo no voy a mirar, porque Dios me empuja del cielo y me caigo más ligero que los paracaidistas y hago un agujero por la boca de un volcán y me hundo hasta llegar al infierno. Y ahí quedo para siempre, que si yo voy ahora un día con la Paqui y escucho cuando el Cataldi cuenta todo y después me confieso, lo mismo puedo ir al cielo, o al purgatorio, porque tengo tiempo de confesarme antes de morirme, pero después de muerta si miro no, como Luzbel que se convirtió en Lucifer. El Toto quiere que papi esté a la siesta siempre con él, si papi no sale con mami a tomar el sol, y la mañana papi me acompaña ai colegio y de vuelta está un rato en la confitería, y después vuelve a estar con mamá, y después me va a esperar a la salida, y después el almuerzo, y después, está con el Toto, y lo hace rabiar un poco «¿qué artista te gusta más? ¿la buena de Sangre y arena?» y papi le contesta «que me la traigan», y el Toto entonces «¿Rita Hayworth la mala?» y papi dice que me la traigan, y el Toto se pone rabioso y dice que le diga si le gusta más una o la otra, y papi «que me la traigan» y nunca le contesta a lo que el Toto quiere. Al Toto le gusta Norma Shearer. Y después a la tarde con papi hago los deberes, después me acompaña a la lección de piano, y habla con el padre de la profesora que discuten siempre de religión, porque papi no cree en los curas y el padre de la profesora no cree tampoco en Dios. Y de noche papi está levantado porque no puede dormir y cuando yo creía en los Reyes Magos me decía que veía llegar a los Reyes, porque es de noche y no puede dormir, de los nervios. Pero no quiere más trabajar en la imprenta porque no es de él y de eso son las peleas con abuelito, ¿o de qué? Papi no tiene ni padre ni madre, le dijo a Mita que el Toto estaba demasiado pegado a ella, y mami se recostó en el dormitorio, yo con el Toto jugando a la tienda el día que llegamos a Vallejos y el Toto quiso enseguida ponerse a jugar, que quería jugar, y a la Paqui no la tiene todo el día, y ahora la Paqui se va siempre a lo de Pardo que el Toto es tan pegote de los más grandes, no quiere estar con los chicos como él. Jugando a la tienda, y el Toto hacía una lista de la ropa para vender y puso que había no sé cuántas cosas, a mí no me dejaba nacer nada, todo lo anotaba él, y yo no quería seguir jugando que me aburría, y lo fui a llamar a papi, el Toto me dio un papel y un lápiz, y él estaba con otro lápiz y cada uno tenía que hacer una lista, pero él llenó el papel enseguida y yo no. sabía qué poner, y papi se enojó un poco v nie dijo que me apurara: porque vio la lista del Toto. Que había puesto en venta vestiditos de paño lenci para las muñecas y las nenas chiquitas y cintitas rococó para los bebés, y yo fui a pedirle al dormitorio a mami un pañuelo para sonarme la nariz y papi le estaba diciendo a Mita y a mami que el Toto no quería jugar más que con las nenas, y nada más que llevarlo al cine con el aire viciado, y Mita le decía que tenía razón porque Berto ya se lo había dicho: los varones tienen que estar con los varones. Y cuando volví del dormitorio el Toto me tenía de sorpresa una cajita con adentro… un montón de cosas que le había robado a la Paqui de las muñecas, y que me las regalaba si jugaba todos los días con él. Y en lo mejor vino Mita, lo tenía que bañar ¡al Toto, y siempre lo baña más tarde pero ese día no, y el Toto no quería porque me había estado esperando desde que supo que yo venía a Vallejos, y no quería bañarse, pero después quiso si es que íbamos a jugar en la banadera mientras Mita lo bañaba pero papi no quiso porque el Toto es varón. Y en la banadera mientras lo bañaba, yo espié por el agujerito de la cerradura pero no se veía porque la banadera está al costado y con el ruido, de la canilla Mita le decía al Toto que le prohibía jugar más a la tienda y con las cosas de la Paqui robadas y pintar artistas porque no eran cosas de varones y que si lo veía otra vez lo iba a poner en penitencia y quedaba sin cine. Y el Toto no lloró, no dijo nada, no pataleaba como cuando papi lo hace enojar pero después me pareció que el Toto no estaba más porque hablaba Mita sola, y pensé que el Toto se le había escapado y Mita no se había dado cuenta, que seguía hablando sola, pero después cuando abrió la puerta salieron los dos y Mita no sé cómo le había lavado la cara con qué jabón que el Toto estaba blanco que parecía la cara de las artistas cuando él las pinta con el lápiz blanco y oye que se levantan de la siesta Mita y Berto y no tiene tiempo para pintarles el colorete y parecen muertas. Yo la vi muerta a la hermana de tía Emilia, y estaba blanca gris, se murió tuberculosa de ahogos, después de dos años en cama. Yo no sé, a lo mejor Mita al lavarle ía cabeza se la hundió debajo del agua y por eso no se oía al Toto que hablaba, era que se estaba muriendo ahogado y quedándose blanco gris. El Toto haría fuerza para salir a respirar, pero Mita lo hundía, que tiene más fuerza porque es grande, bien hasta el fondo blanco de la banadera, el Toto con los ojos abiertos mirando arriba a la madre y saltones azul del ahogo, la cara cada vez más azul y las manos que querían clavarles las uñas al agua, es mejor clavarles las uñas a las sábanas, alivia más: hasta que una vez muerto ya no hace más fuerza por salvarse y queda blanco gris. Él, que se hace el perfecto que tiene todos diez en el colegio. Pero se le acabó de salir con la suya. Dios castiga a los que no rezan. Y después no quiso tomar la leche ni bebida, y ese día Mita había hecho escones que era el primer día que estábamos, pero el Toto que se come todo no quiso ni uno, me vino a decir que no podíamos jugar delante de nadie y que fuéramos al gallinero y yo no quise, y se fue solo con todo y el gallinero ya estaba lleno de las gallinas que se entran a las cinco cuando empieza a oscurecer para dormir, y las gallinas y el gallo estaban todos acojonados en los palos del gallinero, y el Toto los empezó a espantar, para poder jugar y colocar los vestidos colocados como en la tienda, y los colgaba de los palos donde estaban durmiendo las gallinas, y la sirvienta oyó todo el cacareo y se creyó que había un ladrón y llamó a Mita y Mita llamó a Berto porque tenía miedo y fueron con Berto y lo encontraron al Toto que estaba medio en la oscuridad colgando de los palos muchas cosas, ya había colgado cintas de las trenzas de Alicita, un sómbrente tirolés viejo de la Paqui, y unos vestidos de tul nuevos flamantes de la muñeca Marilú de la Paqui. Y no le pegaron porque Berto no la dejó a Mita que le pegara, pero le dijo que lo pusiera en penitencia por desobediente, sin ir al cine. Y le dio un buen sermón, que al Toto me dijo la Paqui nunca nunca lo retan porque es el mejor de todo el colegio y no rompe nada y come todo y nunca está enfermo y no se ensucia y nunca lo habían retado y lo dejaban jugar a lo que quería porque total no rompía nada pero ese fue un sermón y Berto le dijo que no iba a jugar más a la tienda y a pintar vestidos y caras… porque si no… le ponía polleritas y lo mandaba lejos de la madre pupilo a mi colegio de monjas. Tuvo que juntar todo enseguida y en el oscuro no vio un vestidito de tul rosa-té y lo dejó y al otro día lo encontré limpito sin cacas de gallina, y me lo guardé. Y le prohibieron el cine por una semana, por desobediente. Pero lo mismo la penitencia no le hizo nada porque al día siguiente se despertó con fiebre y no fue al colegio y se quedó en cama, y tampoco podía ir al cine aunque no tuviera penitencia, porque cuando viene fiebre no se puede salir; y no tenía placas en la garganta y no estaba empachado porque no tenía la lengua blanca, no tenía nada pero a veces para crecer hace falta que venga la fiebre dijo el médico. Pero no creció nada, Mita está asustada porque no crece y después de la fiebre no creció nada ese enano. Y lo único que quer