– ¿Qué has hecho, O'Hara? ¿Comprarte una floristería?
– Solo pretendía ser romántico.
– ¿Romántico un cascarrabias como tú? -Potter le guiñó un ojo a Sarah-. Dile que se afeite antes de que lo detengan por vagabundo.
La joven acarició la mandíbula de Nick.
– A mí me parece que está maravilloso así.
Potter movió la cabeza.
– Lo que demuestra que el amor es ciego -miró a la joven pensativo-. El doctor dice que te dará el alta por la mañana. ¿Te sientes con fuerza?
– Creo que sí -señaló con la cabeza su brazo vendado-. Duele un poco. Me han dado una docena de puntos -miró a Nick, que le pasó un brazo por los hombros-. Pero seguro que estaré bien.
Potter los miró un momento en silencio.
– Sí -dijo al fin-. Creo que os irá bien.
– ¿Has cerrado la operación? -preguntó Nick.
– Casi. Todavía faltan unos detalles. Cosas que no esperaba. Pero ya sabes cómo es este trabajo. Siempre hay pérdidas. Los agentes muertos en Margate. Eve Fontaine.
– Y Geoffrey -dijo Sarah con suavidad.
Potter guardó silencio.
– Bueno -dijo, después de una pausa-. ¿Qué vais a hacer vosotros?
– Volvemos a casa -repuso Nick-. Pasado mañana.
– ¿Y después?
Nick miró a Sarah.
– Ya te lo contaré -contestó.
La habitación quedó en silencio. Potter comprendió que debía dejarlos solos. Le dio una palmada a Nick en la espalda.
– Mucha suerte a los dos. Hablaré con tu jefe… si quieres recuperar tu trabajo, claro.
Nick no contestó. Sus ojos seguían fijos en los de Sarah.
– Vale -murmuró Potter, acercándose a la puerta-. Le diré a Ambrose que Nick O'Hara lo manda al diablo.
Antes de salir se volvió por última vez y los vio abrazarse. No dijeron nada, pero el modo en que se estrechaban el uno al otro lo decía todo. Potter movió la cabeza y sonrió. Sí, Simon Dance tenía razón. Nick y Sarah serían felices juntos.
El sol de la tarde se abrió paso entre las nubes e inundó la habitación con un resplandor tal, que Potter tuvo que guiñar los ojos. En ese instante, Nick besó a Sarah en los labios y el agente tuvo la sensación de que todas las sombras se habían desvanecido, llevándose consigo para siempre el fantasma de Geoffrey Fontaine.
Tess Gerritsen
Habitual en las listas de autoras más famosas de bestsellers del New YorkTimes, Tess Gerritsen es una mujer con mucho talento y una historia personal muy interesante.
Graduada por la Universidad de Stanford, y habiendo ejercido su carrera como médico, eligió sin embargo dedicarse por completo a la creación literaria durante su baja por maternidad. En 1987 publicó su primera novela Llamada a medianoche (Call After Midnight) un suspense romántico al que le siguió otras ocho novelas. También escribió el guión Adrift (1993) para la CBS. Su primer trhiller médico, Donantes (Harvest), fue publicado en 1996 y con él debutó en las listas de bestseller de New York Time. A él le siguieron Life Support (1997), Bloodstream (1998), Gravity (1999), The Surgeon (2001), The Apprentice (2002), The Sinner (2003), Body Double (2004), Vanish (2005), The Mephisto Club (2006), and The Bone Garden (2007). Sus libros han sido traducidos a 31 idiomas y se han vendido más de 15 millones de copia siendo número uno en las listas de varios paises. Ganadora del premio Nero Wolfe (por Vanish), del premio RITA (por The Surgeon), los críticos la han llamado "la reina del suspense médico".
Durante años estuvo viviendo en Hawai, y ahora vive en Camden, en Maine, con su marido, que es también médico, y sus dos hijos.