Calendario: Una semana tiene diez días, y un mes, veintiocho; el año consta de trece meses. Varios festivos no forman parte de ningún mes, entre ellos el Día Solar (el más largo del año), la Fiesta de Acción de Gracias (celebración cuatrienal, en el equinoccio de primavera), y el Día de la Salvación de las Almas, también llamado Día de Todas las Ánimas (fiesta decenal, en el equinoccio de otoño). Aunque muchas festividades se celebran en todas partes (como la Fiesta de las Luces, con la que termina el año viejo y comienza el nuevo), todos los países tienen también las suyas propias, y en muchos casos ocurre otro tanto con ciudades y pueblos. En general, las Tierras Fronterizas son las que cuentan con menos festividades, en tanto que las ciudades de Illian y Ebou Dar son las que tienen mayor número. Aunque los meses tienen nombre —Taisham, Jumara, Saban, Aine, Adar, Saven, Amadame, Tammaz, Maigdhal, Choren, Shaldine, Nesan y Danu— rara vez se utilizan salvo en documentos oficiales y por los funcionarios. Para la mayoría de la gente es suficiente regirse por las estaciones.
Callandor: La Espada que no es una Espada, La Espada que no Puede Tocarse. Una espada de cristal que estuvo guardada en la Ciudadela de Tear. Es un poderoso sa’angreal para ser utilizado por un varón. El que fuera retirada de la cámara llamada el Corazón de la Ciudadela, junto con la caída de la fortaleza, fue uno de los signos principales del Renacimiento del Dragón y de la proximidad del Tarmon Gai’don. Rand al’Thor volvió a colocarla en el Corazón de la Ciudadela, hincada en las baldosas. (Véanse también Ciudadela de Tear, la; Dragón Renacido, el y sa’angreal.)
Caminante de sueños: Término con que los Aiel denominan a la mujer capaz de entrar en el Tel’aran’rhiod, de interpretar los sueños y hablar con otros en sus sueños. Las Aes Sedai también utilizan este vocablo al referirse a las Soñadoras, aunque en muy contadas ocasiones. (Véanse Talentos y Tel’aran’rhiod.)
Canalizar: Controlar el flujo del Poder Único.
Canto al árboclass="underline" véase Cantor de Árboles.
Cantor de Árboles: Un Ogier que posee la habilidad para entonar el llamado «canto al árbol», con el que los cura, contribuye a su crecimiento o floración o elabora objetos a partir de su madera sin dañarlos. Dichos objetos se denominan «madera cantada» y son muy apreciados. Quedan muy pocos Ogier Cantores de Árboles; al parecer esa clase de talento está extinguiéndose.
Capas Blancas: Véase Hijos de la Luz.
Capitán de Espadas: Véase Capitán de Lanzas.
Capitán de Lanzas: En la mayoría de las naciones, en circunstancias normales las mujeres nobles no dirigen personalmente a sus mesnaderos en la batalla. En cambio, contratan a un soldado profesional, casi siempre un plebeyo, que es el responsable del entrenamiento de los mesnaderos así como de dirigirlos. Dependiendo del país, ese hombre puede llamarse Capitán de Lanzas, Capitán de Espadas, Maestro de los Caballos o Maestro de las Lanzas. A menudo, y quizá de manera inevitable, surgen rumores sobre otro tipo de relación entre la noble y el guerrero aparte de la de patrona y asalariado. En ocasiones dichos rumores son ciertos.
Capitán generaclass="underline" 1) Rango militar del cabecilla de la Guardia Real de Andor. Esta posición la ocupa actualmente lady Birgitte Trahelion. 2) Título que ostenta la cabeza del Ajah Verde, aunque sólo la conocen las hermanas del Verde. Dicha posición la ocupa actualmente Adelorna Bastine, en la Torre, y Myrelle Berengari en el contingente de Aes Sedai rebeldes al mando de Egwene al’Vere. 3) Rango seanchan, el más alto en el Ejército Invencible a excepción del de mariscal, que es un rango temporal que se da en ocasiones a un capitán general responsable de dirigir una guerra.
Car’a’carn: En la Antigua Lengua, «jefe de jefes». Según la profecía Aiel, un hombre que llegaría de Rhuidean al amanecer, marcado con dos dragones, y que los conduciría a través de la Pared del Dragón. La Profecía de Rhuidean augura que unirá a los Aiel y los destruirá, salvo a un resto del resto. (Véanse Aiel y Rhuidean.)
¡Carai an Caldazar!: En la Antigua Lengua, «¡Por el honor del Águila Roja!», el antiguo grito de guerra de Manetheren.
¡Carai an Ellisande!: En la Antigua Lengua, «¡Por el honor de la Rosa del Sol!» El grito de guerra del último rey de Manetheren.
Caraighan Maconar: Hermana Verde legendaria, la heroína de centenares de aventuras a quien se le atribuyen proezas que incluso algunas Aes Sedai consideran inverosímiles a pesar de estar consignadas en los legajos de la Torre Blanca, como por ejemplo que sofocó una rebelión en Mosadorin sin ayuda de nadie o que acabó con los Disturbios de Comaidin cuando no tenía Guardianes. En el Ajah Verde se la tiene por el arquetipo de una hermana Verde. (Véanse: Aes Sedai y Ajah.)
Caralain: Una de las naciones escindidas del imperio de Artur Hawkwing durante la Guerra de los Cien Años. A partir de entonces fue debilitándose y los últimos vestigios de su existencia se perdieron alrededor del 500 NE.
Carlinya: Una Aes Sedai del Ajah Blanco.
Carridin, Jaichim: Un Inquisidor de la Mano de la Luz, comandante de los Hijos de la Luz y un Amigo Siniestro.
Cauthon, Abelclass="underline" Un granjero de Dos Ríos, padre de Mat Cauthon. Está casado con Natti; las hijas del matrimonio se llaman Eldrin y Bodewhin, a la que se conoce por el diminutivo Bode.
Cauthon, Mat: Un joven de Campo de Emond que es ta’veren. Su nombre de pila completo es Matrim.
Cegador de la Vista: Véase Oscuro.
Cha Faile: 1) En la Antigua Lengua, «Garra del Halcón». 2) Nombre adoptado por los jóvenes cairhieninos y tearianos que intentan seguir el ji’e’toh. Han jurado lealtad a Faile ni Bashere t’Aybara y secretamente actúan como sus exploradores y espías. Desde que los Shaido capturaron a Faile realizan sus actividades bajo la dirección de Sebban Balwer. (Véase Balwer, Sebban.)
Chaendaer: Una montaña del Yermo de Aiel, al pie de la cual se extiende el valle de Rhuidean. (Véanse Yermo de Aiel, el y Rhuidean.)
Charin, Jain: Véase Galopador, Jain el.
Chiad: Una Doncella Lancera del septiar Río Pedregoso de los Goshien Aiel, quienes mantienen rencillas hereditarias con los Shaarad.
Ciclo Karaethon, eclass="underline" Véase Dragón, Profecías del
Cien Compañeros, los: Los cien varones Aes Sedai, seleccionados entre los más poderosos de la Era de Leyenda, que, encabezados por Lews Therin Telamon, libraron el combate final de la Guerra de la Sombra y sellaron de nuevo la prisión del Oscuro. El contraataque del Oscuro contaminó el saidin y, a consecuencia de ello, los Cien Compañeros enloquecieron e iniciaron el Desmembramiento del Mundo. (Véanse Época de Locura; Desmembramiento del Mundo; Fuente Verdadera y Poder Único.)
Cinco Poderes, los: El Poder Único tiene varias aplicaciones y cada persona canaliza más fácilmente algunas que otras. Dichas vías de utilización reciben su nombre según el tipo de efectos que pueden producir —tierra, aire, fuego, agua y energía—y se denominan conjuntamente los Cinco Poderes. Todos los poseedores del Poder Único dispondrán de un mayor grado de fuerza con uno —o quizá dos— de ellos y un potencial menor con los restantes. Algunos elegidos pueden obtener prodigiosos resultados con tres, pero desde la Era de Leyenda nadie ha tenido un poder equiparable con los cinco. Incluso entonces ése era un fenómeno extremadamente raro. El grado de efectividad varía de modo sensible entre los individuos, de manera que algunos que canalizan el Poder son mucho más poderosos que otros. Para realizar ciertos actos con el Poder Único es menester dominar uno o varios de los Cinco Poderes. Por ejemplo, la generación o control del fuego requiere fuego, la modificación del tiempo meteorológico, aire y agua, mientras que para la curación se necesita poner en juego el agua y la energía. El dominio de la energía se ha manifestado igualmente en hombres y mujeres, pero la habilidad extrema en el manejo de la tierra y el fuego suele darse en los varones, mientras que el agua y el aire son con frecuencia vías que canalizan mejor las mujeres. Han existido casos excepcionales, pero tan raros que la tierra y el fuego pasaron a ser considerados como Poderes masculinos y el aire y el agua, femeninos. Por lo general, no se atribuye a ninguna fuerza una destreza superior a cualquier de las otras, si bien existe un dicho entre las Aes Sedai que reza: «No existe roca cuya dureza no puedan vencer el viento y el agua, ni fuego tan vigoroso que el agua y el viento no sean capaces de apagar». Debe tenerse en cuenta que tal afirmación comenzó a utilizarse mucho después de que hubiera perecido el último varón Aes Sedai. Cualquier refrán equivalente entre los varones Aes Sedai se perdió en el olvido hace mucho tiempo.