– "¿Sabes de donde viene la palabra fórmula?", me preguntó él riendo. "Viene del latín forma , el recipiente donde colocamos la masa para hacer un bollo. Ya imagino aprisionar a Dios, o al Universo, a los ángeles, a la eternidad – ¿todo en una forma?. Podemos inspirarnos en ejemplos. Mas seguir adelante imitando los pasos, la fórmula, una forma de los otros, es empobrecer la vida y matar el entusiasmo de la búsqueda. El desafío es individual; puede ser más difícil, pero es mucho más animado, rico e interesante".
DEL FAMOSO
Ernest Hemingway, autor del clásico "El viejo y el Mar", mezclaba momentos de dura actividad física con períodos de inactividad total. Antes de sentarse a escribir las páginas de un nuevo romance, pasaba horas desgajando naranjas y mirando el fuego.