En el camino, le explicó: "hace cinco años atrás, estuve en Brasil. Cierta noche, me perdí en San Pablo. Yo no hablaba una palabra en portugués, pero un muchacho brasileño terminó entendiendo lo que yo quería, y me llevó hasta el hotel. Hoy, Dios me permitió saldar esa deuda".
DE LA GAVIOTA
Estaba en un embarcadero en San Diego, California, conversando con una mujer de la Traición de la Luna, un tipo de aprendizaje femenino que trabaja en armonía con las fuerzas de la naturaleza.
– "¿Quiere tocar una gaviota?", preguntó ella mirando las aves en la muralla del embarcadero