No deberíamos nunca preguntar a otro: "¿que hace usted en la vida?". La pregunta de una persona sensible es: "¿Usted está siendo fiel a sus sueños?".
Al decir esto, colocamos en el aire la responsabilidad de una respuesta. Obligamos a otro a reflexionar sobre la importancia de sus movimientos. Forzamos una pausa en la confusión cotidiana, y encaramos de frente a la existencia.
Al preguntar, también debemos responder.
Somos una manifestación del pensamiento de Dios. Él espera que nuestra vida sea digna de eso.
DE LAS SEÑALES
Las señales de vida son como las señales de tránsito: por las dudas, es mejor respetarlas. Hay momentos para parar, y momentos para seguir adelante. Cuando estamos perdidos, seguimos el flujo, mas prestando atención en alguna cosa que nos irá a indicar una dirección cierta. Cuando está prohibido seguir adelante, siempre existe un camino para rodear al obstáculo. Más, como también sucede con las señales de tránsito, muchas veces encontramos que tal indicación no sirve para nada; y no la obedecemos. Violamos la luz roja una vez, otra vez, sin que suceda nada. Y nos acostumbramos a seguir así hasta que un día…