Un caballito blanco con patas traseras de antílope, barba de chivo y un largo y retorcido cuerno en la frente, es la representación habitual de este animal fantástico.
Leonardo da Vinci atribuye la captura del unicornio a su sensualidad; ésta le hace olvidar su fiereza y recostarse en el regazo de la doncella, y así lo apresan los cazadores.
EL UNICORNIO CHINO
EL UNICORNIO chino o k'i-lin es uno de los cuatro animales de buen agüero; los otros son el dragón, el fénix y la tortuga. El unicornio es el primero de loe animales cuadrúpedos; tiene cuerpo de ciervo, cola de buey y cascos de caballo; el cuerno que le crece en la frente está hecho de carne; el pelaje del lomo es de cinco colores entreverados; el del vientre es pardo o amarillo. No pisa el pasto verde y no hace mal a ninguna criatura. Su aparición es presagio del nacimiento de un rey virtuoso. Es de mal agüero que lo hieran o que hallen su cadáver. Mil años es el término natural de su vida.
Cuando la madre de Confucio lo llevaba en el vientre, los espfritus de los cinco planetas le trajeron un animal "que tenía la forma de una vaca, escamas de dragón y en la frente un cuerno". Así refiere Soothill la anunciación; una variante recogida por Wilhelm dice que el animal se presentó solo y escupió una lámina de jade en la que se leían estas palabras: Hijo del cristal de la montaña (o de la esencia del agua), cuando haya caído la dinastía, mandarás como rey sin insignias reales. Setenta años después, unos cazadores mataron un k'i-lin que aún guardaba en el cuerno un trozo de cinta que la madre de Confucio le ató. Confucio lo fue a ver y lloró, porque sintió lo que presagiaba la muerte de ese inocente y misterioso animal y porque en la cinta estaba el pasado.
En el siglo xiii, una avanzada de la caballería de Zingis Khán, que había emprendido la invasión de la India, divisó en los desiertos un animal "semejante al ciervo, con un cuerno en la frente, pelaje verde", que les salió al encuentro y les dijo: