La otra criatura suscitada por el problema del conocimiento es el "animal hipotético" de Lotze. Más solitario que la estatua que huele rosas y que final-mente es un hombre, este animal no tiene en la piel sino un punto sensible y movible, en la extremidad de una antena. Su conformación le prohibe, como se ve, las percepciones simultáneas. Lotze piensa que la capacidad de retraer o proyectar su antena sensi-ble bastará para que el casi incomunicado animal descubra el mundo externo (sin el socorro de las categorías kantianas) y distinga un objeto estaciona-rio de un objeto móvil. Esta ficción ha sido alabada por Vaihinger; la registra la obra Medizinische Psy-chologie, que es de 1852.
UN ANIMAL SOÑADO POR KAFKA
Es un animal con una gran cola, de muchos metros de largo, parecida a la del zorro. A veces me gustaría tener su ¿ola en la mano, pero es imposible; el animal está siempre en movimiento, la cola siempre de un lado para otro. El animal tiene algo de canguro, pero la cabeza chica y oval no es característica y tiene algo de humana; sólo los dientes tienen fuerza expresiva, ya los oculte o los muestre. Suelo tener la impresión de que el animal quiere amaestrarme; si no, qué propósito puede tener retirarme la cola cuando quiero agarrarla, y luego esperar tranqui-lamente que ésta vuelva a atraerme, y luego volver a saltar.
FRANZ KAFKA: Hochzeitsvoreitungen auf dem Lande, 1953.
UN ANIMAL SOÑADO POR C. S. LEWIS
EL CANTO era fuerte ya, y la espesura muy densa, de manera que no podía ver casi a un metro delante de él, cuando la música cesó súbitamente. Oyó un ruido de ma-leza que se rompe. Se dirigió rápidamente en aquella dirección, pero no vio nada. Había casi decidido abando-nar su búsqueda cuando el canto recomenzó un poco más lejano. De nuevo se dirigió hacia él; de nuevo el que cantaba guardó silencio y lo evadió. Llevaría más de una hora jugando a esta especie d~ escondite cuando su esfuerzo fue recompensado.