Выбрать главу

Castao no lograba evitar la gracia que le produca el comentario sobre Rodrigo, que replicaba:

-No. Yo slo pasaba por ah y ella, muy amable, me invit. En ese tiempo no se oa hablar de los Castao. Solamente era curioso que unos civiles tomaran las armas para enfrentarse a la guerrilla.

Carlos Castao se adelant a contar detalles sobre el ingreso de Rodrigo a la Autodefensa.

-l lleg a la organizacin hace mucho tiempo. En 1985 comprendi que el Ejrcito no conseguira ganarle la guerra a la guerrilla, porque las leyes ponan en desventaja a las fuerzas armadas ante un enemigo irregular. Pidi la baja y se march a Medelln.

Un mayor retirado del Ejrcito, que trabajaba con nosotros y haba sido superior de Rodrigo, nos lo recomend. En esa poca an no se haba decretado la ilegalidad de la Autodefensa armada. Tenamos amistad con el Ejrcito, que en parte nos haba entrenado. Fidel recibi a mucho militar retirado y Rodrigo fue uno de ellos. Comenz siendo escolta de mi hermano y hoy comanda mil quinientos hombres armados, ms la red urbana de Medelln. Es uno de los hombres que me permiten dormir tranquilo, en caso de que algn da yo no amanezca vivo.

-El helicptero llegar en menos de una hora y debemos alistar el equipaje, para llegar a tiempo al sitio acordado.

De forma apresurada cerr mi morral, pensando: Ya habr otra oportunidad para entrevistar a Doble Cero.

Castao recibi una llamada telefnica que sera larga por la forma en que comenz a hablar:

-Mi querido amigo, cordialsimo saludo.

Me acerqu a Rodrigo y l me pregunt:

-Cmo le ha ido con el Pelao?

-Muy bien -le contest. Hemos avanzado en muchas historias, pero an falta bastante.

-Yo compart mucho con Fidel; ms que con Carlos. Fidel deca: A ese lo van a matar por ah rapidito. Ese no dura; es muy loco. Y ah est. Yo estudi en la Escuela Militar y llegu a ser teniente del Ejrcito. Hoy mis compaeros de curso son militares de alto rango. Pero el Pelao es a nivel militar urbano lo mximo que yo he visto y conocido. Cmo ser que Pablo Escobar le tena miedo a esa capacidad de Carlos. l saba que Fidel no era el mando operativo.

Castao termin su llamada como ms le gustaba hacerlo:

-Excelente, excelente! No me llame para nada. Usted lo est haciendo muy bien. Dedquese a darme slo buenas noticias. Mil gracias, mijo Bueno, mano.

Colg y me dijo:

-Nos vamos

En segundos se mont en la camioneta rumbo a una pequea cancha de ftbol. A las dos de la tarde aterrizara un helicptero Bell Ranger de su flotilla area.

III. EL SECUESTRO DE MI PADRE

El abordaje en el filo de la montaa fue mudo y a seas por el ruido constante del aparato. El piloto nos salud con un gesto y agit sus dos manos sealando la puerta por la cual debamos subir Kenia, H2 y yo.

Castao viajara adelante y los morrales en el maletero. Abri la puerta, me pas su fusil Galil y un morral verde que nunca lo desampara, donde carga documentos, e-mails, un paquete de papas fritas, una minigrabadora de mensajes y el libro La diplomacia de Henry Kissinger. Al lado de los mapas, entre el asiento del piloto y del copiloto, puse su morral personal. Dej el fusil en el piso. H2 se acomod con otro Galil apoyado en sus piernas y Kenia carg a Lolita. Pareca estar todo listo para despegar, cuando apareci por la carretera un campero Mitsubishi rojo que atraves raudo la cancha hasta llegar al helicptero. Castao mostr una actitud que reflejaba la importancia de lo que all vena y baj a recibir la encomienda: tres bolsas de polietileno de rayas azul claro, repletas de dinero. Cada una pesaba no menos de diez kilogramos y traan en fajos de veinte mil pesos la no despreciable suma de 750 millones de pesos; unos 300 mil dlares que terminaron a mis pies al abrirse nuevamente la puerta. Recib la singular encomienda y logr organizar rpidamente las tres bolsas repletas de billetes, de tal forma que no me incomodaran durante el viaje. Los talegos estaban tan llenos que al despegar el helicptero, algunos fajos se cayeron, armando un desorden de millones.

Sobrevolbamos a ms de seis mil pies de altura, cuando l me mir y seal hacia el techo donde sobraba un juego de audfonos verde claro. Al ponrmelo, o a Castao en sonido monofnico:

-Me escucha bien?

-Fuerte y claro.

-Esas bolsas son el pago de 250 fusiles que le vend a Botaln, el comandante de las Autodefensas de Puerto Boyac. Es uno de los lotes de armas que ingresamos al pas hace quince das. Recuerda que se lo coment cuando nos vimos la primera vez en la escuela de comandantes?

Cmo no recordar una de las razones por las que estaba eufrico la tarde que nos conocimos. Castao haba logrado ingresar al pas 4.500 armas camufladas en costales de trigo. Los fusiles venan por partes y sus hombres los armaron en un casero cercano a la playa donde los dej el barco. Entraron en total tres mil fusiles Ak-47, calibre 5.56; quinientas ametralladoras M-60, trescientos lanzagranadas MGL, quinientos lanzacohetes RPG-7 y doscientas ametralladoras PKM tipo comando.

La venta y distribucin entre los compradores ya haba comenzado. Dur slo quince das. Las ACCU, lo que Castao considera las tropas de su casa, se quedaron con el setenta por ciento de las armas. El vuelo continu y Carlos Castao debati de manera amistosa con el piloto la mejor ruta a seguir. A medida que avanzbamos, Castao demostraba una de sus habilidades innatas: su capacidad de ubicacin. Reconoca cada diminuto pueblo o casero que se divisaba desde el helicptero. Pareca un gegrafo. En ese momento record que la euforia de aquel da en la escuela de comandantes estaba ms relacionada con la forma como entr las armas. Esto le produca tanta satisfaccin que hasta me mostr la fotografa del barco que compr para transportarlas desde Centroamrica hasta una solitaria costa colombiana.

Para m, su alegra no corresponda a la triste responsabilidad histrica que le recaa, al ingresar 4.500 fusiles a un pas en guerra. Por muy espectacular que hubiera sido la operacin como tal, no existan motivos para estar eufrico. Mi preocupacin se evidenci, no slo como periodista sino como ser humano, por la forma cmo se poda incrementar la violencia, y un halo de tristeza se reflej en mi rostro. Castao lo not.

-No crea que es fcil para un hombre sensato ingresar 4.500 armas. Fue una determinacin dura. Los entregu con el dolor de saber que eran necesarios. Yo poda haber trado esos fusiles a Colombia en 1998. Los dems comandantes tenan conocimiento de que yo los mantena enterrados en Centroamrica y que adems saba cmo ingresarlos. Con frecuencia me presionaron para que lo hiciera. Por esa poca, yo crea en el presidente Andrs Pastrana y en la posibilidad de que se firmara la paz. Para qu entrar 4.500 fusiles al pas, si bamos a vivir en paz! Eso pensaba. Por esta razn aplac la llegada de las armas, pero poco a poco me fui decepcionando del Presidente, y eso que mi pap deca: Esto lo arregla un godito joven. En algn momento llegu a pensar que podra ser Pastrana, pero los hechos me comprobaron que el Presidente no pensaba en el pas, sino en l.

Quien ms ha fortalecido a la guerrilla colombiana en los ltimos aos es Andrs Pastrana. Por eso tom la decisin de entrar los fusiles, con algo de miedo, le confieso. Hombres a quienes entregar 4.500 armas es lo que sobra. Lo difcil es encontrar comandantes que no los lleven a cometer excesos, descubrir gente que piense con serenidad de estratega, con un objetivo de paz y no de sangre en medio de esta guerra infame, no es fcil.

-Es una tarde de contrastes. No le parece? -coment.

-Por qu piensa as?

-Antes de esta conversacin, usted hablaba con el director de la delegacin para Colombia de la Cruz Roja Internacional CICR-,George Comninos, -que le dijo insistentemente a lo largo de la reunin: Comandante Castao, busquemos la forma de no involucrar a la poblacin civil en el conflicto. Y usted le respondi: Doctor Comninos, yo entiendo que su labor es tratar de salvar vidas, pero entienda que esto es un conflicto irregular y mientras haya una guerrilla irregular, existir una Autodefensa irregular. Si las FARC y el ELN siguen utilizando mtodos violatorios del Derecho Internacional Humanitario -DIH-, nosotros lamentablemente, no tenemos otra opcin. Frente a mi tropa y sus comandantes me queda muy difcil evitarlo mientras mi enemigo no pare. La diferencia es que yo no la enfilar hacia la gente imparcial; el que sea guerrillero o les ayude tendr problemas con nosotros.