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Program el operativo teniendo en cuenta hasta el ms mnimo detalle. La tarde anterior verifiqu el dato con mi informante, un hombre de Escobar, el muchacho que le montaba las plantas de telfono. No haba posibilidad de que fallara en la accin.

Horas ms tarde me sent con el mayor y un joven funcionario del DAS, a quienes dije: Necesitamos un camioncito cubierto. El mayor dispuso uno de aluminio y nos quedamos de encontrar a las 2 de la maana en la calle 80. Yo llevo dos hombres mos y ponga usted ocho de los suyos, y a las diez de la maana d por descontado que Escobar est muerto -le dije, convencido, al mayor.

En teora, Escobar estaba muerto, pero qu pas? Se me agudiz el olfato y de manera disimulada abort el operativo, me enter que el mayor de la Polica me iba a matar!

Era orden de la institucin desde Bogot que la ejecucin de Escobar inclua mi muerte? No s Para quin trabajaba el mayor? No s

Una vez muerto Escobar, seguan conmigo, eso me qued claro. Escobar tena penetrados casi todos los estamentos del Estado, pero ste no era el caso del mayor traidor.

-Slo por un presentimiento abandon el plan?

-Yo intua que algo as poda presentarse, y estaba preparado. Comenzamos el operativo como estaba previsto. Cuando yo me encontr con el mayor y sus ocho hombres en la carrera 80 con calle 30, a eso de la una de la maana, todo era normal. Se iba a proceder como lo habamos acordado la vspera. Pero cuando se suban al furgn los hombres del mayor, uno de los oficiales se acerc y me dice al odo: No deberamos encontrarlo hoy. Ms claro no canta un gallo, me iban a matar.

Al joven oficial de la Polica que me previno lo haba conocido antes de ese operativo y, gracias a Dios, me salv la vida, hoy somos muy buenos amigos.

Despus investigu sobre el mayor y me di cuenta qu clase de persona era; sera capaz de entregar a la mam con tal de beneficiar sus intereses mezquinos.

No hace mucho tiempo me lo encontr ya est retirado. A pesar de lo que hizo, no le guardo deseos de venganza, pero cuento esto para que el mayor sepa que la historia le cobra lo que hizo. De ah para adelante, Pablo Escobar mat ms de trescientas personas, puso no s cuntas bombas, y parte de la culpa la tiene el ex oficial.

Transcurrieron los aos 1989, 1990, 1991, y en el segundo semestre de 1992, a mediados de agosto, haca cerca de 30 das se haba fugado Escobar y decidimos declararle la guerra abierta, y conformamos con mi hermano Fidel y Don Berna, el grupo los PEPES, Perseguidos por Pablo Escobar. Esto fue semanas despus de la muerte de los Galeano y los Moncada, cuando Fidel se convenci de lo que yo deca, pues Pablo desat una persecucin mortal a sus mejores amigos y socios, entre los que estaba Fidel Castao. A m, haca rato que me quera matar.

Quince meses despus, el dos de diciembre de 1993, Pablo Escobar estaba muerto gracias a los PEPES y su unin con el Estado.

El pas no puede desconocer que la posibilidad de encontrar a Pablo Escobar se dio porque nosotros se lo entregamos a la Polica reducido a su ms mnima expresin, sin avanzada y sin la seguridad que le brindaban sus principales hombres. Fue gracias a la guerra irregular que le desatamos los PEPES como el Bloque de Bsqueda, en un operativo exclusivo de la Polica, sin ninguna intervencin nuestra, pudo darlo de baja.

En el sentido estricto de la palabra, el primer grupo paraestatal que ha tenido Colombia en su historia se llama: los PEPES.

Fuimos tolerados por la Fiscala, la Polica, el Ejrcito, el DAS y la Procuradura, y el propio presidente Csar Gaviria Trujillo nunca orden que se nos persiguiera. Los periodistas aplaudan en silencio. Y as tena que ser!

Los estados se protegen con la Constitucin y por fuera de ella cuando se ven amenazados por monstruos como Pablo Escobar. Yo lo que siempre me he preguntado es por qu contra Pablo s se pudo y contra la guerrilla, no.

Por qu no hubo nunca una condena pblica de la guerrilla de las FARC contra Escobar? El ELN lo ayud en una alianza espantosa!

Castao tom un sorbo rpido de agua y me dijo, alterado:

-Disculpe, estoy un poco agitado y me desvi del tema, es que hay cosas que me molestan terriblemente. A medida que le vaya contando, tendr usted una visin ms clara de cmo se ha movido este pas, durante aos.

Yo segua con mi lucha urbana, que ya inclua a Pablo Escobar, pues su amistad con todas las guerrillas iba ms all de una simple inclinacin poltica. El M-19 le haca los secuestros y ya haba pasado el holocausto del Palacio de Justicia, financiado por Pablo. Muchas veces se escondi en zonas dominadas por el ELN, que le daba proteccin. Con las FARC tuvo negocios a travs de los narcotraficantes, como Carlos Lehder y El Mexicano.

Y para completar, Pablo siempre quiso que le colaborara en su guerra contra el cartel de Cali y los hermanos Rodrguez Orejuela, pero yo en una guerra de mercenarios no le ayudo a nadie. Jams!

Escobar saba que Fidel le colaborara ms fcil, siempre y cuando yo no estuviera. Pero aqul, de alguna forma, me necesitaba; mis contactos con las autoridades y mi amistad con varios oficiales era muy importante para l, y en ms de una oportunidad le di informacin, para evitarle males menores y ganar su confianza, en bien de mi intencin.

-Y cmo lo haca? -le pregunt.

-Era muy sencillo. Yo manejaba en Medelln una red urbana antisubversiva con muchos contactos y Pablo saba que, cerca de m, se podra enterar de lo que el Ejrcito y la Polica pensaban de l. Toda la vida he tenido amigos en las Fuerzas Armadas y, de alguna manera, si no hablaban conmigo lo hacan con mi gente, entre ella, muchos ex militares o ex policas, ya miembros de la Autodefensa. Eso sin contar la informacin que me llegaba de gente en la legalidad, a la cual Pablo ya no tena acceso.

Le daba a Pablo tres o cuatro datos verdaderos, dos falsos y callaba muchos importantes. Saba en qu estaba, era una guerra fra contra Escobar y deba cuidarme mucho. Esto no era jugar doble! Era jugar a favor del Estado. Si esto me hace traidor, entonces habra que considerar traidores a los defensores de la Patria. A m me enorgullece que me tilden de traidor de Pablo Escobar y por eso siempre estuve intencionalmente a su lado.

En ese momento un fuerte ruido nos distrajo. Dos camionetas entraron en la finca, y Castao dijo:

-se debe ser Adolfo. Qu bueno, ahora s podemos comenzar con la historia de los PEPES.

Salimos del kiosco a recibir al famoso Don Berna, quien se bajaba serenamente de la camioneta, y Castao me coment:

-Adolfo cojea, porque en un atentado recibi diecisiete impactos de bala y perdi su pierna derecha, sin embargo va a todas partes y monta caballo.

Berna se acerc despacio, pues, aparte de la lesin, su considerable peso no le ayudaba para movilizarse rpido, pero su actitud era la de una persona vital.

-Qu bueno tenerlo por aqu. Le presento al periodista que est escribiendo el libro que le coment.

Volvimos al kiosco, tomamos asiento, y Castao sigui:

-Los perseguidos por Pablo Escobar ya habamos realizado algunas acciones, an no tenamos nombre y necesitbamos identificarnos de alguna manera. Nos preocupaba la reaccin de la prensa y el Bloque de Bsqueda de la Polica, pues haba que dejar en claro que nuestras actuaciones eran independientes.

Un da le dije a Adolfo: Berna, ya s cmo nos llamamos de hoy en adelante: los PEPES.

Se ri y me dijo: Eso son pendejadas suyas, hombre, eso es una marca de blue jeans. Entonces repliqu: Cuntas rosas son feas hasta que sale una bien bonita; espere para que vea. Ese da se emiti el primer comunicado en el que firmamos como PEPES, pero los perseguidos por Pablo Escobar ya completbamos varios meses actuando.