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A los narcos parece olvidrseles algo, una cosa son los polticos de candidatos y otra como gobernantes, ah se equivocan con Serpa. El doctor Horacio es el que menos les va a ofrecer, olvidan que Samper fue el que ms los persigui y en la prctica acab con el Cartel de Cali. Es el presidente que ms resultados ha ofrecido en materia de narcotrfico, impulsado por los gringos, por supuesto. Tngalo por seguro, Serpa har lo mismo.

Hablando de candidatos, lo que acabo de decir me sirve para esbozar un buen ejemplo en el caso del candidato a la presidencia lvaro Uribe Vlez, a quien no conozco personalmente. La base social de la Autodefensa lo considera su candidato presidencial pero ah mi gente se equivoca; lvaro Uribe le conviene al pas, pero no a las Autodefensas Unidas de Colombia. Es el presidente que menos nos podr ofrecer, seguro dar resultados militares en contra nuestra y poco reconocimiento a nuestra lucha antisubversiva.

lvaro Uribe Vlez es, en el fondo, el hombre ms cercano a nuestra filosofa. Su idea de crear las Convivir, unas cooperativas donde los ciudadanos colaboraban de manera organizada con las fuerzas armadas, suministrando informacin y en algunos casos portando armas amparadas para su defensa personal, es el mismo principio que le dio origen a la Autodefensa. Su propuesta naci a raz de varias conversaciones con empresarios bananeros del Urab. Como gobernador de Antioquia, logr sacar adelante cooperativas de seguridad, con las cuales nunca estuve de acuerdo. No voy a negar que a las Autodefensas les sirvi, pero no tanto se avanz con ellas. Quienes las aprovecharon fueron los narcotraficantes, que se dedicaron a montar pequeas Convivir en sus fincas. Era habitual ver cinco camionetas Toyota, con un narco adentro escoltado de manera impresionante y sus guardaespaldas portando armas amparadas por el Estado.

lvaro Uribe Vlez defendi las Convivir en forma honesta, porque l no vea ms all de los municipios cercanos al departamento de Antioquia. All la gente de bien les dio correcto uso, lo que valid en parte su propuesta. Pero con los narcos sueltos era muy peligroso abrir este camino, por eso siempre me opuse.

Mire lo paradjico, los candidatos que estn ms lejos de la ideologa de las Autodefensas son los que ms tienen que ofrecernos.

-Bueno, completemos la lista de opcionados a la Presidencia con Noem Sann, por quien usted manifest pblicamente su admiracin. Podr ser presidente?

-La sigo admirando. Su honestidad no est en tela de juicio. Es una gran colombiana, pero para una situacin como la que vive Colombia no sera la presidenta ideal, tal vez si el gobierno Pastrana hubiera dejado el proceso de paz en un punto de no retorno a la guerra, s. Mi censura hacia ella no es de gnero, conozco y admiro muchas mujeres pantalonudas. Ella s puede tener la autoridad, lo que no tiene es la correa que se va a necesitar para manejar a Colombia. El presidente deber ser ms osado y arriesgado en los aos que vienen, Noem contribuira a fortalecer un estado de anarqua.

-Si fueron tres encuentros con Horacio Serpa, falta uno. Dnde fue el ltimo?

-Usted ya lo debe de saber -me contest. No se lo cont Ernesto Bez cuando venan del cerro del Jockey anoche?

Pens durante cinco segundos, record la historia y exclam:

-Claro! S, s. Tiene razn. Pero Ernesto Bez no conserva recuerdos gratos de esa reunin con Serpa, al ex ministro no lo baj de logrero electoral y mamador de gallo.

Conoc a Horacio Serpa -as me narr la historia Ernesto Baez- cuando se desempeaba como ministro de Gobierno del presidente Virgilio Barco, y me acerqu a l para buscar una salida jurdica para patrulleros de la Autodefensa del Magdalena Medio. Cuando digo los patrulleros, me refiero a los de a pie, no a los dirigentes como Henry Prez y Ariel Otero, que tenan asuntos penales y deban resolverlos de otra manera.

Una da cualquiera, opt por no volver donde ese seor. Siempre consider que se burl de nosotros, porque a cambio de ayudarnos nos pidi apoyo poltico para Ernesto Samper en la zona del Magdalena Medio.

En medio de todos esos antecedentes, muchos aos despus, como ex candidato a la Presidencia, vino Horacio Serpa a las Autodefensas Unidas de Colombia a mediar por la libertad de la senadora Piedad Crdoba, en un secuestro poltico que se realiz.

La reunin se realiz en un lugar muy apartado, un campamento escondido en medio de las selvas del Nudo de Paramillo. Cuando me toc intervenir, le hice a Serpa unos comentarios sobre lo que haba ocurrido en el pasado y l me contest con unas afirmaciones distintas a lo que pas, entonces no aguant y me enfrent a Serpa: Falta a la verdad!, y no le permito que venga aqu a cumplir una misin humanitaria y, al momento de tocar temas que pertenecen al pasado, trate de desconocer cul fue su verdadera actuacin con nosotros en aquella poca.

Carlos Castao intervino y dijo: No, seores, clmense, no se trata de esto.

Con gran habilidad, Serpa propuso un cambiazo. Quera que liberramos a la senadora Piedad Crdoba y nos quedramos con l. Hecho que no dudara en capitalizar polticamente, como lo hizo la senadora despus. Obviamente, nosotros dijimos que no. Si ya estbamos encartados con Piedad, imagnese con Serpa.

Ese ltimo encuentro entre Horacio Serpa y Carlos Castao lo evoco con frecuencia, no por lo que le acabo de relatar, no. Porque me sirve para mostrar a los amigos por qu Carlos es el ms godo de los godos, un recontragodo!, conservador a morir.

A Horacio Serpa, jefe legtimo del Partido Liberal, lo recibi en una ramada vulgar, en el ms lejano e inhspito de los lugares de la selva del Paramillo, a donde se llega despus de ocho horas de camino en mula. El sitio donde se reunieron fue una mesa coja y de cuatro tablas. La comida fue un tamal espantoso, eso no era un tamal, no seor! Era un envoltorio con huevo, carne de cerdo, chicharrn gordo, carne molida. Lo irritante y malo para el corazn, justo lo que poda acabar a Serpa de un infarto.

La reunin se disolvi y no se acept la propuesta del canje. Serpa regres a Bogot y nosotros lanzamos otra iniciativa para devolver a Piedad Crdoba; exigimos la presencia de una comisin del Partido Conservador para ponerle fin al secuestro. Pero irracional, la senadora se opuso. Ella maneja an esa torpeza del sectarismo poltico y, en medio de su retencin, no quera saber nada de los conservadores y le deca a Castao que ella no deseaba que sus adversarios polticos vinieran a rescatarla.

Pero como al que no quiere sopa se le dan dos tazas, en la comisin vena nada ms ni nada menos que el hijo de Laureano Gmez, ex presidente conservador y padre de la derecha colombiana, el senador Enrique Gmez Hurtado, hermano del ex candidato presidencial Alvaro Gmez.

Cuando se supo la noticia, me llam Castao y me dijo: Hermanito, hermanito! Sabe quin viene maana? Nadie menos que Enrique Gmez, esa eminencia!

El padre de Castao fue conservador laureanista, y Carlos por muchos esfuerzos que haga, no puede disimular su condicin de ultragodo!

Como haca ocho das atendimos a Horacio Serpa en la selva, pregunt: En dnde vamos a recibir a los conservadores?

Ya el Alemancito me tiene listo el lugar; salimos madrugados.

De inmediato intu: ste, como es de godo, no va a poner a caminar por la selva a Enrique Gmez y menos lo va a hacer subirse a un muleto viejo por el Nudo del Paramillo, como con el pobre Horacio Serpa.

Cuando llegamos al sitio de reunin, cercano al mar Caribe, Castao le pregunt al Alemn: Dnde vamos a recibir a estos seores?

Muy cerca, como a quince minutos, en una escuelita simptica, dijo el Alemn.

Vamos, quiero revisar el sitio, dijo Castao.

No escampaba y las carreteras por la zona de Necocl son trochas, no eran huecos sino crteres en la va. Comenc a ver esa cara dura que pone Castao cuando denuncia su mal genio, sin decir nada.