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Comandante, qu tal que no se encontrara l preso, sino usted; qu sucedera?

l contest: S, yo s que me mataran al instante pero yo no soy igual a ellos. Yo no soy un asesino!

Esa vez me conmov porque ca en cuenta de que todo lo que haba discutido con Carlos Castao obedeca a su sinceridad, y que l era consecuente con sus ideas y respetuoso de su palabra. Carlos nunca se ha considerado un asesino y pienso que l es slo el instrumento de una guerra que no comenz.

Tambin le he jalado las orejas de vez en cuando. Cuando resolvieron necesario pedirle plata a la gente, ah les llam la atencin.

Se convertirn en otra guerrilla. Cuando uno toma el camino de la extorsin y secuestro, no existe nada ni nadie que lo pare. Hice estas crticas porque siento a Carlos Castao como un hijo y l me preocupa mucho. Cul ser su porvenir? No conservo certeza de que saldr bien librado de todo esto, especialmente en un pas de sinvergenzas donde la poltica se practica por debajo de la mesa y en donde todos los das se traicionan unos a otros. Aqu la moral y la tica son dbiles.

Carlos suea con que algn da l y yo nos sentemos en la Avenida Primera de Montera a conversar y tomar tinto. No le gusta la clandestinidad ni el monte. Lo suyo es la poltica.

A veces se desespera y trato de minimizar sus problemas al exaltar la labor positiva que ha llevado a cabo y le repito que gracias a l no nos encontramos esclavizados por una guerrilla marxista. Hay momentos en los que experimenta frustracin sintindose atrapado en el camino oscuro de la sinsalida de la guerra, buscando la paz. Eso es tener conciencia y, en mi opinin, cristiana!

Al morir Fidel Castao, Carlos an un pelao, se me presenta en la oficina. Me dijo:

-Don Rodrigo, deseo or sus reflexiones porque tengo un problema; soy el sucesor de Fidel.

-Carlos, usted es demasiado joven para esto, pero es el sucesor. Aquello no se puede cambiar y debe aceptarlo as. Le aconsejara que atienda su conciencia y recuerde su hogar catlico, donde alguna vez le prendieron el bombillo de la conciencia. Cada vez que ste se encienda, tome nocin de que se sobrepasa la raya. Atindalo y no lo desestime. Ojal, Carlos, encuentre la oportunidad de marcharse antes de que lo asesinen. Que parta a Europa y cumpla su sueo de estudiar.

-Qu le impresiona de Carlos Castao?

-La superacin intelectual en los ltimos cinco aos. Me sorprende cuando trata temas de fondo con propiedad y si no sabe sobre un asunto busca a la persona indicada para que se lo explique. Por ejemplo: despus de una charla de diez horas con un profesor argentino que trajo para aprender de globalizacin, no le dio pena decir al finaclass="underline" Ustedes se van pero este seor se queda conmigo; me explicar lo que no entend.

Sin duda alguna, su principal virtud es la honradez con el pas y con l mismo. Que la gente diga lo que quiera, pero su deseo de paz es sincero.

-Y su principal defecto?

-Su exceso de fogosidad.

-Qu es lo que ms le preocupa a Carlos?

-El rpido crecimiento de la Autodefensa.

-Usted no cree que Carlos Castao es, de lejos, un generador de inmensa violencia en Colombia?

-S y no. Est claro que existe una guerra pero el problema es que en este pas todo es blanco o negro y existen matices que es necesario aprender a reconocer. l es una vctima de la violencia en Colombia, el resultado de un pueblo sin Estado, ni gobiernos justos, producto de una clase dirigente corrupta. El problema nuestro son las alternativas absurdas que nos quedan: la esclavitud con el seor Tirofijo, la Autodefensa que no es la solucin de fondo, tampoco. O lo que es peor, la dictadura del clientelismo. Se fija!

Usted es un poco pesimista?

-Soy realista y pragmtico. La guerra ha debilitado al estado y esto slo ha beneficiado a las AUC y a la guerrilla.

A Carlos le recuerdo que l no es un bandido sino un hombre de buena fe metido en la guerra. Ahora tiene un compromiso muy serio con el pas y su conciencia. Debe saber controlar el poder inmenso y peligroso que posee. Yo soy su amigo sincero y no es por oportunismo o por lucrarme que se lo digo

Con don Rodrigo tendra la oportunidad de encontrarme despus para ampliar la entrevista. Por eso antes de despedirnos compart con l un ltimo caf y acordamos volver a vernos. Monseor ya haba llegado por m. Me desped y de manera amable contest: Me complace haberlo tenido por aqu.

XII. LA FORMACIN DE CARLOS CASTAO CON EL AMIGO SIBARITA

La ginebra con jugo de mandarina es uno de los mejores inventos de los ingleses, dijo Hernn mientras se balanceaba en la hermosa y cmoda hamaca blanca que ocupa el fondo de su biblioteca, un espacio tibio y apacible que contrastaba con el calor infernal de la calle. Su casa pareca estar rodeada por un vivero y las arcadas en los corredores enmarcaban el solar donde una fuente de agua, trada de Venecia, produca un sonido relajante. Sentados en las poltronas de suave cuero verde oscuro, estbamos con Monseor Ernesto Bez. Probamos el trago recomendado y not que el jugo de mandarina haba perdido su acidez y tena un color menos intenso, pareca licuado, esponjado y ms claro. Por su suavidad y exquisitez deba incluir un toque secreto. Record entonces lo dicho por Castao de su amigo, con quien hace mucho tiempo no se vea por una profunda diferencia que nunca me quiso comentar: Hernn es un sibarita; el hombre ms vida buena que he conocido. A pesar de estar desilusionado con l, no puedo desconocer que le debo gran parte de mi formacin intelectual, aunque no fue fcil obtenerla.

Mientras su esposa dejaba una tentadora tabla de quesos, jamn y chorizo espaol, acompaado de aceitunas, yo fui sacando mi grabadora y Hernn replic:

-No vamos a comenzar a grabar ya. Castao slo piensa en trabajo y aqu, te cuento, la cosa es distinta. Yo hace mucho tiempo decid trabajar de once de la maana a cuatro de la tarde. La poca de la esclavitud se acab hace siglos.

Hernn se rea de lo que deca y Ernesto Bez exclam:

-No le dije que era un sibarita! -Alz la ginebra y mientras apoyaba su otra mano en el bastn, brind- As la gota no me deje caminar, me tomo este trago y te apoyo, mi querido y nunca bien ponderado Hernn.

Aparte de describir a Hernn como un sibarita, Castao me haba hecho algunos comentarios sobre la vida del anfitrin. Hernn Gmez Hernndez fue uno de esos grandes intelectuales de izquierda que sufrieron una profunda desilusin al ver cmo se bandoleriz la guerrilla latinoamericana y por eso abandon esas ideas y se convirti en uno de sus principales crticos. Antroplogo y gegrafo de la Universidad Nacional, trabaj durante seis aos para las Naciones Unidas en los pases de la Cortina de Hierro, estuvo en Checoslovaquia y en un proyecto de desarrollo para Brasil, Colombia y Per. Siempre ha permanecido cerca de la poltica, fue miembro de la comisin que adelant los dilogos del Gobierno con las FARC en Caracas y Tlaxcala. Horacio Serpa lo nombr por sus capacidades. Adems, l era amigo personal de Alfonso Cano, miembro del Secretariado de las FARC, que conoci en la Universidad Nacional cuando eran estudiantes. Luego Hernn fue profesor y un activo militante de izquierda. En este tipo de comisiones negociadoras del Gobierno se encuentra siempre gente apreciada por la guerrilla. Hernn fue uno de los idelogos que ayud a fundar el EPL, cuando en Colombia ser guerrillero era casi legal. Fue amigo de los hermanos Calvo Ocampo y particip en una de las primeras conferencias del EPL en un pueblito de Santander.

Tambin particip como negociador de paz en el proceso del EPL en Crdoba, efectu una labor importante, pues los comandantes guerrilleros lo apreciaban como una autoridad poltica histrica. En la academia es conocido como un experto en la obra del escritor Joseph Conrad, y como la gran mayora de los ganaderos de Crdoba, conoci primero a mi hermano Fidel.