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-Si un embarque de droga sale por una de las zonas controladas por las AUC y el narco se torna agradecido al decidir colaborar con su causa, qu pasa con ustedes?

Esto convierte a la Autodefensa en cmplice del narcotrfico, al permitirlo, pues nos beneficiamos de ese dinero. Es necesario partir de una apreciacin ms general y llegamos a la respuesta indicada.

La guerra en Colombia cambi. Dej de ser poltica, ahora es econmica y narca. Esto lo debe saber el mundo para que entienda por qu hay que encontrarle una salida negociada al conflicto. Si la economa colombiana est ligada al narcotrfico, el conflicto armado no tiene por qu ser la excepcin.

Le contar algo que me llam mucho la atencin hace unos aos y as se dar cuenta de las cosas que suceden en el pas. En una poca me dio por prohibir que salieran embarques de cocana por las playas del Caribe en Turbo, Antioquia. No se imagina el problema!

Nunca antes algunos miembros de la fuerza pblica me persiguieron de forma sistemtica en esa zona. Hay que saber decir esto, porque no solamente me matan a m sino a usted. Hoy la Autodefensa controla el golfo de Morrosquillo y el litoral Caribe, pero si mi intencin fuera evitar el narcotrfico sera posible para nosotros controlar metro a metro las costas, de da y de noche, teniendo a la fuerza pblica y a la guerrilla detrs? No creo, y con mayor razn lo advierto, cuando tengo conocimiento de que por ah salen miles de kilos de cocana al mes. Si la fuerza pblica no lo ha logrado ni pretende conseguirlo, fue iluso que yo lo hiciera. La Autodefensa es antisubversiva y no antinarca. De igual forma, los cargamentos de cocana parten por los aeropuertos legales y puertos como el de Buenaventura.

Hace poco le escrib a la embajadora de los Estados Unidos en Colombia y a las agencias de seguridad americanas: Contino persuadiendo a los narcotraficantes para que se sometan a la justicia norteamericana. Creo tener toda la autoridad moral para liderar este proceso, pues siempre he sido enemigo del narcotrfico. Y si mi actitud de autorizar a algunos frentes de la Autodefensa a financiarse con la coca en zonas donde economa es la ilcita me sumerge en el flagelo del narcotrfico, estoy dispuesto a someterme a la justicia norteamericana. Pero nunca lo har mientras exista una narcoguerrilla en Colombia.

Hoy en da, cada una de las fuerzas aliadas que conforman las Autodefensas Unidas de Colombia tienen dueos y ellos son los que ayudan al sostenimiento econmico de los patrulleros de la Autodefensa. Los dueos no tienen injerencia en lo militar pero al financiar a nuestros hombres, los mismos que controlan la regin, ellos reciben seguridad en sus negocios lcitos o ilcitos. A ellos se les dice: Manejen las finanzas y enriquzcanse, pero el mantenimiento de la Autodefensa y los aportes a otros frentes valen tanto dinero. En otras palabras, yo les digo: Escdense pero el mando militar lo tengo yo y la tropa debe estar dedicada en un ciento por ciento a actividades antisubversivas.

Aunque an no visten uniforme camuflado, los dueos hacen parte de la Autodefensa y su compromiso es respetar los estatutos y lineamientos del Estado Mayor.

Al poner ellos a producir una regin para sus intereses y los nuestros, avanzamos con mayor rapidez y recuperamos para el Estado los territorios que antes le pertenecan a la guerrilla. Yo exalto dentro de la organizacin el ejemplo que dan los frentes que se financian con negocios lcitos, pero es innegable que los que reportan ms ingresos a las AUC son los que operan en zonas de cultivos ilcitos. La guerra no se podra financiar con los dineros que donan los ganaderos, los agricultores o los empresarios.

Actualmente ejercemos control y cobramos impuesto en quince mil hectreas de coca en el Putumayo, antes de las FARC y obtenidas en combate. Tambin dominamos en el Sur de Bolvar, donde antes lo haca el ELN. Ahora controlamos cerca de veinte mil hectreas sembradas por la subversin. En la zona del Catatumbo existen ms de treinta mil hectreas de cultivos ilcitos, la mitad controladas por las FARC y la otra por la Autodefensa.

El dominio sobre las zonas de cultivos ilcitos y el narcotrfico terminaron por acentuar y hacer cada vez ms, dentro de las Autodefensas Unidas de Colombia, una tendencia dictatorial sin escrpulos en sus mtodos de financiacin y otra tendencia moderada, hasta puritana, podramos decirle. La situacin en la Organizacin se complic cuando algunas personas quisieron subirse al tren de la Autodefensa, al darse cuenta de que la fuerza civil antisubversiva tena futuro, que exista la posibilidad de retorno a la normalidad social.

Esta situacin cre fisuras en la organizacin y el sector de las AUC ms cercano a m deca: Hay que crecer despacio; es preferible ganar la guerra poco a poco y no hacernos el haraquiri al derrotar a la guerrilla sin reflexionar sobre las consecuencias de la financiacin ilcita. Con dinero se compran equipos y armas pero una voluntad frrea a toda prueba no la da sino la conciencia poltica de luchar por un bien comn, no por intereses particulares.

La tendencia que no tiene escrpulos quiere crecer rpidamente para ganar la guerra a toda costa, no se detienen a pensar en los mtodos militares ni de financiacin. Han dicho: Si toca exportar cocana para el norte con el fin de ganar la guerra, habr que hacerlo; primero esto que secuestrar gente honesta.

Las guerras son para ganarlas, pero frente a esta idea soy muy crtico y me defino como moderado al recordarles: Muchas veces al ganar la guerra, usted tambin la puede perder, igual que el derrotado. Acurdense del Rey Pirro y su victoria prrica. Es fcil quedar solo frente al mundo, como una bestia o un bandido.

Los miembros de la tendencia moderada coincidan conmigo: Los escrpulos a veces no son compatibles con la guerra, pero el equilibrio debe existir y no podemos dejar que una tendencia supere a la otra. El dinero se necesita y se debe conseguir de una u otra forma, pero recuerden que sin moral, disciplina e ideales no hay nada. Tanto dlar corrompe.

stos son los miembros de la Autodefensa que antes de pensar en ellos, buscan el bienestar de Colombia. Otros difieren al pensar primero en su beneficio personal. Buscan enriquecerse y por el camino derrotar a la guerrilla.

Para entender ms a fondo lo que digo, recuerdo al humorista Jaime Garzn, quien en su programa comentaba despus de algn acontecimiento de importancia: Y el gringo ah텔. Bueno, yo creo que habra que aadir otra constante en Colombia: Y el narco ah텔.

Siempre he sostenido y no me queda la menor duda de que el narcotrfico es el pilar que mantiene el conflicto armado en Colombia, lo alimenta, degrada y multiplica.

XV. LAS FARC ENTRE EL ROMANCE Y LA MUERTE

El piloto concentr su atencin en los instrumentos de vuelo y, sin mirarme, dijo:

-Vamos hacia el Nudo del Paramillo, en una montaa bien adentro. All lo est esperando el comandante Castao. Conoce? -me pregunt.

-No, nunca he ido a esa zona.

-Entonces va a disfrutar el vuelo -exclam.

Levant el helicptero Bell Ranger del potrero cercano a la finca donde yo haba pasado la noche despus del encuentro con Hernn y don Rodrigo, en Montera.

Ante m se extenda el inmenso y hermoso Valle del Sin. Una mesa de billar gigante con rboles tupidos, separados unos de otros en desorden. Slo se apreciaban las reses y al ganar altura se insinuaba el ro Sin como una extensa culebra.

-Mauricio-llam mi atencin el capitn.

Los cerros al frente son el final de la cordillera de los Andes y en Colombia, el extremo norte de la Cordillera Occidental.

-Qu tan grande es el Nudo del Paramillo? -le pregunt.

-Muy grande. Todas las montaas que ve aqu son el Paramillo. Ignoro sobre cuntos kilmetros se extiende pero slo el parque natural consta de cuatrocientas sesenta mil hectreas. Desde aqu ya se alcanza a ver el ro San Jorge, al otro lado del Sin; el Paramillo comienza en Antioquia y termina en Crdoba.