Выбрать главу

De ah en adelante me hizo preguntas sobre la estructura y funcionamiento de las AUC, de todo lo que le responda tom nota. Al terminar la reunin conclu que el Gobierno slo buscaba nuestra ayuda para despejarle el Sur de Bolvar al ELN.

En esa reunin se plane la siguiente y se acord que me reunira con el Estado Mayor de la Autodefensa para comunicarle lo discutido. Los comandantes recibieron con incredulidad los resultados del primer encuentro con el Gobierno. Slo el comandante Castao estuvo conforme con lo sucedido y recomend el despeje de por lo menos dos municipios. Recuerdo como les insisti a las del Estado Mayor: Hay que ayudarle al Gobierno.

La propuesta de los dos municipios tom fuerza pero el comandante Salvatore Mancuso advirti el peligro rendirle los municipios a la guerrilla y propuso despejar solo el Tiquisio.

Entonces intervino el comandante Julin: Si entregamos los dos o los cuatro municipios, el ELN deja que las FARC paralice a Colombia en 72 horas. Taponan la troncal del Magdalena, principal autopista hacia los puertos martimos, y en Barranca suspenderan el bombeo de gasolina de la primera refinera del pas. La ltima propuesta se someti a votacin y la decisin fue despejar slo un municipio, el de Tiquisio. Terminada la cumbre de comandantes, Carlos me dijo en privado: Ofrzcale al Gobierno los dos municipios, que yo trabajo esto con el Estado Mayor para establecer una nueva votacin y aprobar el despeje como se lo habamos sugerido al Gobierno.

La segunda reunin con el Gobierno se realiz veinte das despus. De nuevo en el Gun Club. Por esos das haban ocurrido unas fuertes incursiones de la Autodefensa en el Putumayo, y Guillermo Fernndez de Soto comenz la reunin pidindome explicacin por lo sucedido. Me dijo: Hay que parar estos ataques que son poco convenientes para las conversaciones que estamos sosteniendo.

En el Estado Mayor se haba acordado detener las incursiones de la Autodefensa para propiciarle buen ambiente al dilogo con el Gobierno y esto lo puse en conocimiento del canciller Fernndez de Soto en ese momento. De manera unilateral creamos el primer compromiso con el Gobierno del presidente Pastrana.

Luego le reiter la propuesta de la Autodefensa, despejar solamente los dos municipios: Simit y Cantagallo o Cantagallo y San Pablo. Le manifest tambin una nueva alternativa, un solo municipio, Tiquisio.

En esa reunin no se avanz. Permanecamos en el mismo punto porque el canciller slo nos dijo: Voy a transmitir la contrapropuesta al ELN.

Despus nos enteramos por otros medios de que la respuesta a la alternativa ofrecida, fue una gran carcajada de Antonio Garca, comandante del ELN. Ellos siguieron exigiendo los cuatro municipios que las Autodefensas ya les haban quitado en el campo de batalla.

Pas ms de un mes y no escuchamos noticias del Gobierno. Sin embargo notamos que el ELN se mostraba cada vez ms fuerte en sus declaraciones; como si se le hubiera aprobado el despeje. En la comunidad internacional regaron el cuento de que ya estaba todo listo. Interpretamos el silencio del canciller Fernndez como una forma de ignorarnos. Algo suceda y era que el decreto de la zona de despeje para el ELN estaba firmado, slo faltaba hacerlo pblico. El comandante Castao se enter y convoc una reunin urgente del Estado Mayor donde expres: Todo indica que el Gobierno nos ha estado utilizando. Nos quieren mantener quietos, mientras le entregan la zona a la guerrilla.

Entonces se decidi promover un paro en contra de la zona de despeje para el ELN. Tenamos que hablar con las comunidades en la zona y llegar a un acuerdo para la masiva movilizacin. Cuenta Julin, comandante del Sur de Bolvar, que en la Autodefensa nadie saba organizar un paro y fue la comunidad la que lo traz, pues le dijeron: No se preocupe comandante, que cuando la guerrilla mandaba en la regin, nos ense cmo adelantar un buen paro.

El Gobierno desestim la primera movilizacin, pero con el paso de los das se acrecent el bloqueo gracias al apoyo de los habitantes de la zona. Al completarse diez das de paro surgieron nuevas protestas en otros lugares del pas contra los efectos del primer paro. El pas comenz a vivir un caos en sus principales vas. Los transportadores fueron bloqueados y resultaron muy afectados por el taponamiento de la troncal del Magdalena. Ese da comprobamos lo desastroso que resultaba un paro en aquella regin, y con mayor fuerza se mantuvo la posicin de no entregarle la zona a la guerrilla.

El paro tom unas dimensiones que ni nosotros mismos nos imaginamos. Entonces, ah s, volvi a aparecer el canciller Fernndez a travs del parlamentario Luis Carlos Ordosgoitia, quien por telfono me dijo: Estoy con el Presidente y con el seor con el que nos reunimos. No le gustaba mencionar al ministro Fernndez pero de igual manera me lo pas. Nos saludamos y el canciller me pregunt: Cmo solucionamos el problema en el Sur de Bolvar?

Le contest:

Este paro es la consecuencia de no manejar las cosas tal cual como los dos las conversamos. Nuestras sugerencias no han sido tenidas en cuenta y no hay razones para continuar las conversaciones como se han venido dando.

Entonces el canciller replic:

Pero nosotros creemos que todo est igual, lo conversado se ha respetado y tenemos intenciones de seguir reunindonos pero necesitamos que se levante el paro lo ms pronto posible, ya que el Presidente se encuentra preocupado por las consecuencias que ha acarreado.

No era el momento para recriminar al Gobierno sus intenciones a espaldas nuestras. Era necesario volver a aparecer atractivos para futuras conversaciones. Reflexion sobre la gravedad del paro y le coment al Ministro: Djeme, yo hablo con Carlos Castao y le aviso qu se puede hacer.

Al comunicarme con el Comandante, le suger levantar como fuera el paro pues el objetivo ya estaba cumplido, restableceramos los dilogos con el Gobierno, pero me contest: Este paro ya adquiri vida propia, doctor Mario. Ser cada vez ms difcil terminarlo. Hablar con el comandante Julin y le aviso.

En ese momento Castao interrumpi solicitando mi atencin:

-El paro se creci de una manera impresionante. El movimiento civil No al despeje mantena bloqueada la troncal del Magdalena Medio en varios lugares y ocurrieron otras protestas no relacionadas con la nuestra, como una marcha de paneleros en Bogot, una por servicios pblicos en Barranquilla, otra en la Guajira por el presupuesto departamental y otra en Caucasia por un desembolso que la Nacin an no le haba realizado a la Alcalda. A stas se sum una movilizacin de transportadores en Bucaramanga, en contra de los bloqueos de vas producidos por el movimiento No al despeje.

El pas estaba paralizado y el presidente Pastrana me mand decir con el doctor Mario: Tenga sensatez: usted sac esa gente, pues ahora llvesela de regreso.

Yo saba lo comprometida que estaba la gente con el paro y lo difcil que sera solicitarles que lo suspendieran. Entonces le envi otro mensaje al Presidente: Reconozco que fui el promotor de ese paro pero lo que comenz siendo un movimiento local de protesta social justa, desemboc en otra cosa. Tratar de persuadir a esta gente, pero no ser fcil. Y el Gobierno me respondi: Pregunta el Presidente que si usted est dispuesto a decir lo anterior por escrito y hacerlo pblico?

Si el gobierno se declara en comit permanente de negociacin, por supuesto. El Gobierno inici dilogos y se hizo un documento en el que yo les haca un llamado pblico a las organizaciones Asocipaz y movimiento No al despeje para que levantaran la protesta pero les met un mico: No obstante considerar justa la protesta, invito a los promotores de la movilizacin a buscar salidas distintas. Luego llam a los promotores y les dije: Seores, es mejor levantar el paro.

Dnos una cita, me contestaron y yo me opuse por encontrarme al margen de la ley y resultar nocivo para los dirigentes de la protesta social.