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Entonces me dijeron: En las anteriores conversaciones, el ministro Martnez Neira nos enga y ahora suceder lo mismo. Nosotros estamos decididos a jugrnosla toda. No le entregaremos nuestra tierra a la guerrilla.

Uno de los dirigentes del paro me habl alrededor de quince minutos, con tal conviccin que al terminar su exposicin le contest:

Seor, no lo conozco pero me quito el sombrero ante usted. Le sobra el patriotismo que a m me falta en este momento. Hgale para adelante!

Al instante se oa la gritera por telfono, la gente celebr la continuacin del paro y cuento se reg. A los 30 minutos me mand el doctor Mario un mensaje por Internet en el que renunciaba al cargo. Llegada la medianoche lo llam y le expliqu la situacin: para serle sincero y no decirle mentiras, la situacin se sali de mis manos y no contemplo usar la fuerza.

Esa madrugada en el Nudo del Paramillo, me informaron que acababan de desembarcar dos aviones DC-3 en Necocl. A Caucasia llegaron nueve helicpteros y por el municipio de Apartad, otros dos aviones parecidos a los DC-10.

Esto se calent! Pens

Era obvio que los enviaba el Gobierno para presionarme y aunque me encontraba en medio de las aeronaves, no podan hacerme dao. En la inmensidad del Paramillo cabe guerrilla, Ejrcito, Autodefensas y si no quieren encontrarse para pelear, no lo hacen.

Esa maana orden que se intensificaran los bloqueos y las protestas. El Ejrcito conjur bastantes movilizaciones a garrote, lo que no tuvo difusin.

Ms tarde reaparece el doctor Mario, que me dice: Comandante arreglemos esto ya. Estoy preocupado porque esto se puede tornar peligroso.

Le dije: Gestione con el Presidente para que acepte una nueva reunin con los promotores del paro. Ese mismo da se habilit un encuentro en Bucaramanga entre el ministro del Interior Humberto De la Calle y varios representantes de la protesta, Asocipaz y el movimiento No al despeje.

La situacin fue tan tensa que antes de la reunin recib el ltimo mensaje del maestro Gabriel Garca Mrquez. Su altruismo y perseverancia no conocieron lmites. Esta vez utiliz un intermediario serio pero inusual, lo que supe interpretar. El maestro cumpla por ltima vez con su deber de Colombiano al hacerle otro favor al presidente Pastrana. El Nobel se comunic con el jefe de redaccin de la revista Cambio, Edgar Tllez, y le pidi el favor de que me comunicara a travs de Don Rodrigo el siguiente mensaje: Carlos, este es el da. Lo que suceda hoy puede ser definitivo para el pas y para ustedes.

No entend el mensaje,. por inconsistente, y al haber pasado por dos intermediarios, deduje que el maestro senta que yo no mereca tanto manoseo y que una manera de comunicrmelo consisti en no llamar l directamente a Don Rodrigo y utilizar a Edgar Tllez. De hecho, hice caso omiso a ese llamado por considerarlo otra jugada de Pastrana.

En la reunin de Bucaramanga no se lleg a ningn acuerdo y el paro se recrudeci hasta el da siguiente. Los bloqueos se incrementaron y vi que tendran un desenlace violento. Slo haba permitido cuatro armas cortas por bloqueo y gente cerca con fusiles. Despus me enter de que haban utilizado ms armas de lo que yo haba autorizado. Adicionalmente, continuaban las protestas en todo el pas. Pareca como si todo el mundo se hubiera puesto de acuerdo con nosotros.

Llam al comandante Julin y decid dar reversa al ordenarle que terminara el paro para evitar una tragedia.

Julin comenz a tramitarlo con los lderes del sur de Bolvar que permanecan escpticos. Le preguntaban qu suceder con nosotros despus? Entonces se les prometi que no se realizara ningn despeje sin el previo consenso de la poblacin.

Este trabajo se realiz de las dos a las seis de la tarde y todo pareca marchar bien. Llam al doctor Mario para decirle: Comunquele al Canciller que ya los lderes aceptaron desmontar el paro y lo efectuarn de forma gradual.

Mario Fuentes comunic el mensaje y horas ms tarde expres preocupado el representante Ordosgoitia: El Presidente afirma tener informacin de que la protesta no se ha levantando. Dgale a Castao que el Presidente le manda a decir que utilice la fuerza si es necesario y le enva este mensaje textuaclass="underline" Yo me caigo, pero me caigo con mi Ejrcito y usted se cae con mi Ejrcito.

Esto se complic-le confes al doctor Mario.

Hay demasiada resistencia de los lderes a levantar el paro. La gente no se quiere ir. Dgale al Presidente que enve Ejrcito a la Lizama; slo presencia, con eso yo manejo a los lderes y utilizo mi fuerza para levantar la protesta.

Llam al comandante Julin y le advert:

Usted le responde al pas, al presidente y a la historia si deja que ese paro contine. Me levanta eso ya!. Llam tambin a los comandantes que controlaban los bloqueos como el de Boyac y les habl en el mismo tono. Y an me decan: Comandante por qu no miramos.

Al final de la noche Ordosgoitia llam de nuevo: El Presidente se volvi a comunicar conmigo para decirme que el paro an no se termina.

Le respond que confiara en que esta noche comenzara a fluir el trfico y que efectivamente al otro da a las seis de la maana todo volvera a la normalidad. As fue.

Hicimos una pausa para servirnos la cuarta taza de caf y le pregunt al doctor Mario: Usted renunci definitivamente o volvi a reunirse con el Gobierno?

Volv! Nos reunimos con el Gobierno otra vez, tal cual lo imaginbamos. El tercer encuentro entre el Gobierno y las Autodefensas fue en el apartamento del congresista Luis Carlos Ordosgoitia.

El canciller insisti de nuevo en darle la zona de despeje al ELN y me explic:

Esta zona de encuentro ser distinta al Cagun. Existir un reglamento especial que les enviar para que lo lean. Realizaremos una significativa inversin en la zona y estableceremos veedura internacional. En este territorio se tendr otro tipo de manejo, nos prometa.

Nosotros le insistimos al Gobierno que no desconociera la opinin de la poblacin civil de la zona que estaba decidida a no permitirlo y le revel el fondo del radicalismo de los habitantes del Sur de Bolvar.

Quizs usted no sepa esto pero se lo dir para que entienda la inconveniencia del despeje. Los campesinos, con ayuda o sin ayuda nuestra, no permitirn la desmilitarizacin de la zona porque estn en juego sus vidas: El ELN les prest 3000 millones de pesos para que cultivaran hoja de coca y a cada jefe de hogar le dio cinco millones de pesos. Estamos hablando de cinco mil familias que sembraron sus predios con cultivos ilcitos. La guerrilla esperaba el momento de la cosecha para cobrarles a los campesinos, manejar toda la produccin de hoja de coca y recibir las utilidades. Lo que no calcul el ELN fue la derrota militar que le dio la Autodefensa en su histrico territorio para despus quitrselo, tomando el control de esas 20 mil hectreas de coca que los campesinos haban sembrado en el Sur de Bolvar.

Al entrar a la zona, lo primero que hizo la Autodefensa despus de expulsar a la guerrilla fue condonarles la deuda a todos los campesinos. El mismo comandante Carlos Castao les dijo:

De hoy en adelante ustedes no le deben nada al ELN, y nosotros les vamos a dar la proteccin para que la guerrilla no tome represalias contra ninguno.

Desde ese momento les cobramos un impuesto y ahora trabajan ms tranquilos en su cultivos que -sobre decirlo- son de supervivencia. Hoy slo temen el regreso del ELN, gracias a un despeje autorizado por el gobierno, lo que sera servirle la venganza a los guerrilleros. Ajusticiaran a la gente por haber aceptado a la Autodefensa o mejor por ser traidores a la revolucin.

El Canciller me escuch y tom notas sin mostrarse sorprendido, pero yo not que no conoca a fondo la problemtica de la regin y que esconda la supuesta intencin de paz del ELN al empecinarse en el despeje de esos cuatro municipios rodeados de cultivos ilcitos.

Mientras tanto el Ministro nos inform que su esposa estaba dando a luz: Debo irme a la clnica pero no se vayan, continuaremos la charla. Una hora ms tarde regres feliz. Ya era padre de familia, pero su entusiasmo no le dejaba ver y entender lo que yo le haba acabado de revelar.