Durante el resto de la tarde enfatiz en la necesidad del despeje y argument que el Gobierno protegera la poblacin civil pero -para sorpresa del Ministro- yo tena orden de manifestarle que la Autodefensa haba endurecido su posicin y ahora slo permitira que se despejaran las cabeceras de dos municipios, para que las AUC asegurara la poblacin y conservara la influencia sobre la gente.
El Canciller me dijo, asombrado:
Voy a consultarle al presidente.
Pero nosotros sabamos que las decisiones las tomaba l mismo, l era el poder detrs del trono. Tal fue la impresin que me gener durante las conversaciones y frente a los hechos que ocurrieron despus.
Al trmino de esta conversacin se enfriaron las relaciones nuevamente. No volvimos a tener contacto con el Gobierno y el Comisionado de Paz Camilo Gmez comenz a dialogar con el ELN. Luego decidieron avanzar hacia el despeje e ignorar abiertamente a la Autodefensa. Craso error!
El canciller crey que sin nuestro consentimiento se poda llevar a cabo y por nuestra voluntad al dilogo no tomaramos determinaciones militares para prohibirlo.
Me reno con el comandante Castao y le doy mi opinin de lo que vena sucediendo:
Estas conversaciones no producirn nada. La experiencia del Canciller en la Cmara de Comercio lo ha convertido en un conciliador experto. Yo me considero igual de bueno y en tres reuniones no hemos llegado a nada, por lo que creo me est utilizando a m y a la Autodefensa. No vale la pena seguir as. Carlos pens y me dijo:
Aqu hay que hacer algo. Espere y ver.
Pocos das despus me enter del secuestro de siete congresistas. Lo llam y le pregunt:
Eso ibas a hacer?
S. Ahora el Gobierno no tiene otra opcin que hablar conmigo.
Un da despus de las retenciones apareci de nuevo el Canciller buscando una nueva reunin con la Autodefensa. Los encuentros siempre fueron cordiales de lado y lado. Recuerdo que me dijo: tiempos sin verlo. Y yo le contest:
Me puede ver cuando quiera, Canciller, en cambio yo a usted, no. As comenz la cuarta reunin entre el Gobierno Pastrana y la Autodefensa.
Por qu secuestraron a los parlamentarios? -me pregunt.
Le respond en tono crtico:
Ustedes con el ELN hablan cuando les tumban las torres de energa, les vuelan oleoductos o les bloquean carreteras. Sucede lo mismo con las FARC, cuando les destruyen estaciones de policas, matan soldados o secuestran agentes. Pero con nosotros slo se habla para pedirnos ayuda. Nos hemos convertido en la querida, en la amante que tienen por all escondida y que slo visitan cuando la necesitan. Si no hubiramos efectuado los secuestros no estaramos hablando.
Pasaron cinco segundos en los que el Canciller permaneci callado. Creo que pens que yo tena razn. Discutimos alternativas para la liberacin de los parlamentarios y le di el mensaje de Carlos Castao: la libertad de los congresistas est condicionada a que se rena con l un ministro de primera categora, empezando por el doctor Fernndez.
Yo no puedo, replic de inmediato el Canciller.
La reunin se suspendi pero, durante horas, mi telfono no par de timbrar. Al hablar con Carlos, le recomend entregar a los parlamentarios y le ped que me dijera algo definitivo pues no soportaba la presin. Slo me dijo: Apague el celular y se acaba la llamadera. Me coment que ofrecieron al ministro de medio ambiente para hablar conmigo, no sirve!, exclam y continu: ofrecieron el de minas pero no es la persona indicada.
Por el conducto de don Rodrigo Garca el Gobierno hizo estos ofrecimientos pero Carlos Castao quera al ministro del Interior y lo consigui. El ministro Humberto de la Calle Lombana se reunira con Carlos Castao, comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, en un paraje del Sur de Bolvar, paradjicamente en el mismo sitio que el ELN exiga al Gobierno el despeje.
Despus de la entrega de los parlamentarios, Carlos resolvi que no existan condiciones ni confianza para dialogar con el Gobierno. Pero meses despus recib un mensaje del Canciller a travs de Ordosgoitia y record una constante en los encuentros; siempre dijo: Los dilogos abiertos con la Autodefensa los debe sugerir la comunidad internacional, pues no ser bien visto que desde Colombia se lance esta propuesta. Esto nos deca el Canciller pero nosotros sabamos que el Presidente tema que las FARC se levantara de la mesa si estableca dilogos con la Autodefensa. El mensaje del Canciller a travs de Ordosgoitia fue claro:
El gobierno les solicita que se renan en Cancn, Mxico, con el ex canciller de Espaa Abel Matute, que liderar un grupo de notables y de miembros de la comunidad europea que le recomendarn al presidente Andrs Pastrana adelantar dilogos con las Autodefensas Unidas de Colombia.
Interrump nuevamente al doctor Mario y le pregunt a Castao: An crea en la voluntad del Gobierno a pesar de lo sucedido?
!Como no creer! exclam.
Siempre hay que mantener la esperanza. Adems, en otra comunicacin el Canciller le dijo al doctor Mario: Ha llegado el momento de abrirle unos espacios a la Autodefensa. Siempre hemos credo que ustedes son parte de la solucin y queremos que ustedes hablen con el seor Abel Matute.
El doctor Mario no tena visa. Entreg su pasaporte al Canciller y en menos de dos horas se efectuaron los trmites necesarios. Razones para ver con buenos ojos la voluntad del Gobierno.
Entonces usted viaj a Mxico? -le pregunt al doctor Mario. Ese viaje se organiz de un da para otro. La reunin ocurri un sbado en el hotel Baha Prince en Cancn. Yo haba llegado el da anterior, me registr y desde la habitacin ped a la recepcin que me comunicaran con el seor Abel Matute. Enseguida llamaron a la habitacin, l mismo alz la bocina y salud: Qu tal! Acabo de llegar con mi hijo de pescar en el mar y estoy hecho polvo. Maana podramos reunirnos alrededor de las ocho de la maana. Yo ya s en qu habitacin est. Maana lo veo a esa hora, le parece?
A la hora acordada lleg a la habitacin. Le abr y dijo: Buenos das!
Ingres rpido y sugiri:
No es bueno que nos vean en pblico. Nos pueden tomar una foto o descubrir.
Camin hasta la mesa auxiliar de la habitacin donde se encontraba un reproductor de CD porttil. Lo tap con un servilleta de tela y pregunt: Est grabando?
Me caus gracia su prevencin y le aclar que no. Se sent y dijo: usted sabe quien soy yo?
Le contest que un espaol muy importante y me interrumpi presentndose:
Yo fui, hasta hace seis meses, el ministro de Relaciones Exteriores del presidente Aznar y durante el gobierno de Felipe Gonzlez, tambin. Matute se refera al presidente espaol como alguien de confianza y me dijo que actualmente era el canciller de Espaa ante la Comunidad Econmica Europea. De entrada comenz a criticar las actuaciones de las Autodefensas, refirindose a ellas como los paramilitares
Est muy mal hecho que ustedes no pelen con la guerrilla y se carguen los civiles en masacres indiscriminadas. Despus de terminar una extensa crtica not que no conoca mucho sobre las Autodefensas Unidas de Colombia. Entonces les expliqu nuestro origen, el norte poltico-militar y que muchos de los muertos de las masacres son guerrilleros vestidos de civil, porque en Colombia se vive es una guerra irregular y muy particular que amerita un anlisis ms profundo. Entonces me pregunt:
Cul es la voluntad de Carlos Castao para conseguir la paz?
La que se necesita para acabar la guerra. No estamos dispuestos a negociar antes de que la guerrilla lo haga y tampoco esperamos un tratamiento distinto al que se le ha dado a las FARC. Con respecto al Sur de Bolvar, no estamos dispuestos a despejar el territorio para el ELN sin unas condiciones sensatas .
Matute hizo entonces la misma peticin del Canciller:
Pero necesitamos el despeje para el ELN!
Al instante me desilusion y entend que no hablaramos nada nuevo. Su peticin del despeje pareca concertada con el gobierno Pastrana. Comprend que Abel Matute se reuna con las AUC para hacerle un favor al Canciller y al Presidente, no para incluir a las Autodefensas en un proceso de paz como tercer actor del conflicto.